Golpeando el camino
En el camino (1957), de Jack Kerouac.
Si abren un libro y sienten que el flujo de las palabras
los envuelve hasta ubicarlos en un torbellino de imágenes, si deben
volver las páginas releyendo direcciones, repasando paisajes, riendo
por lo bajo con las aventuras narradas, no lo duden, lo que sostienen
entre sus manos es esta joya de la literatura beat.
Las aventuras de Sal y Dean, tropelías autobiográficas del
mismísimo Jack Kerouac y su amigo y también escritor Neal
Cassady, conducen al lector a través de una montaña rusa
que lo mantiene atento y concentrado a cada momento.
Nacido en el pequeño poblado de Lowell, Massachusetts, en mil novecientos
veintidós, Jack Kerouac es uno de los grandes exponentes de la
llamada Generación Beat, generación que allá por
la década del cincuenta se sobreponía a una sociedad barrida
por la depresión económica, la Segunda Guerra Mundial y
la amenaza de la bomba atómica. Desencantados y reaccionarios,
estos artistas denunciaron en sus obras la mentira del american dream,
el lado oscuro de la superpotencia, el racismo y la mediocridad que la
envuelven. De más está decir que los beatniks, anticiparon
el movimiento hippie, aluvión contracultural que sacudió
al mundo entero en la década del sesenta.
Kerouac escribió muchos años tratando de encontrar su propio
estilo, hasta desembocar en lo que él llamaba la “prosa espontánea”,
cuyo concepto fundamental era la desnudez de la autoexpresión como
semilla de la creatividad. Otro postulado del autor y sus compañeros
generacionales, tenía que ver con el famoso desorden de los sentidos
(iniciado por aquel joven y atormentado Rimbaud) como método para
expandir la conciencia del artista.
En el camino, describe sus viajes haciendo autostop y arriba de autos
destartalados, que el propio Kerouac realizó a través de
los Estados Unidos, entre los años 1947 y 1949. Gracias a su narración
rítmica, que en partes recuerda los golpeteos de las teclas de
la máquina de escribir, y en otras ostenta la sutileza de la prosa
poética, nos vamos adentrando en aquella América marginal
que ofrecía una nutrida colección de personajes a contramano
de los cánones burgueses. Prostitutas, intelectuales que experimentan
con drogas pesadas, erráticos, haraganes, “la gente que está
loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo
al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes,
sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual
que arañas entre las estrellas”. Como alter ego del autor encontramos
a Dean Moriarty, vagabundo, ladrón de coches, criado en un reformatorio,
interesado por escribir y conocer a través de la meditación
y la experimentación con drogas, el misterio de las cosas. El partenaire
ideal para un Sal Paradise algo deprimido después de una separación
y anhelante de vivencias que lo alejen del tedio de la vida.
Dividido en cinco partes, con más de trescientas páginas
rebosantes de energía, En el camino es la obra ideal para internarnos
en ese mundo fascinante y revelador que fue la cultura beatnik.
Eloísa Guerra
Estudiante de Letras Modernas
FFyH - UNC
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