Relación con la comunidad
Crece la participación en los talleres de arte
Más de mil participantes ya pasaron, en lo que va del año, por los talleres y seminarios de arte que organiza la Secretaría de Extensión de la FFyH. Con un público que se incrementa año a año, la oferta incluye alrededor de treinta actividades en el campo del teatro, la plástica, la música, el cine y las letras.
Alumna del taller de pintura para adultos.
Arte textil, pintura, escultura y artesanía, serigrafía,
creación literaria y artes plásticas para niños son algunos
de los talleres dirigidos a la comunidad, con inscripciones abiertas durante
todo el año, que desarrolla la Secretaría de Extensión.
La oferta, además, incluye una serie de cursos de duración más
acotada, como danza, diseño gráfico, fotografía, actuación,
dibujo, performance, historia del arte, entre otros. La propuesta se completa
con la realización de seminarios intensivos, dictados por reconocidos
profesores del extranjero o del país que arriban a la ciudad invitados
por la UNC o por otras instituciones culturales.
“En primer lugar, nos interesa que estudiantes avanzados, docentes y egresados
de la Escuela de Arte puedan ofrecer talleres dirigidos a la comunidad, relacionados
con su especialidad”, señala Marcelo Arbach, subsecretario de Extensión
de la FFyH. En este sentido, en los últimos años la oferta de
actividades se incrementó y diversificó notablemente. “Por ejemplo,
se abrieron cursos de nuevas disciplinas como teatro, que antes no había,
para atender una demanda real que se presentaba en el campo de la actuación”,
puntualiza el subsecretario.
Actualmente, los departamentos de Plástica y Teatro son los que más
propuestas elevan a la Secretaría de Extensión para desarrollar
este tipo de actividades. Si bien Música también promueve un número
importante de cursos, la característica principal es que se presentan
con el formato de seminarios especializados, intensivos y eventuales. Desde
el Departamento de Cine, durante 2006, se impulsaron dos proyectos vinculados
con la fotografía (laboratorio en blanco y negro y toma fotográfica)
y otro sobre estructura dramática del guión cinematográfico.
Para Arbach, es importante “abrir espacios para que la comunidad pueda tener
relación con lo que se produce desde la Facultad y estar en contacto
con el pensamiento universitario, en este caso, en el campo de las artes”. Asimismo,
sostiene que estas iniciativas le ofrecen la posibilidad, a los egresados que
están interesados en generar proyectos, de continuar vinculados con la
universidad.
Por otra parte, las autoridades de la Secretaría de Extensión
proyectan ofrecer estos talleres fuera de la universidad, tanto en otras instituciones
de la ciudad como en localidades del interior. “Es un aspecto extensionista
que nos interesa abordar, por lo que actualmente se están estudiando
las cuestiones legales y las posibilidades de establecer convenios con otras
instituciones”, dice Arbach. La idea es ofrecer talleres - que tengan el aval
académico e institucional de la Facultad- en diferentes espacios como
centros de participación comunal, instituciones culturales, asociaciones
civiles, municipios y bibliotecas.
Arte para todos
Así como la oferta de actividades se caracteriza por su diversidad, este
rasgo también se extiende al público participante. Si bien las
propuestas convocan, por lo general, a sectores no universitarios, la realidad
indica que los talleres de arte también son considerados por alumnos
y docentes de la UNC como un espacio interesante de producción. Precisamente,
los profesores a cargo de las actividades plantean, en su mayoría, que
trabajar con un público universitario y con personas que no pertenecen
al ámbito académico genera una dinámica interesante en
los encuentros y abre posibilidades de intercambiar conocimientos y experiencias
diferentes. “Hay una legitimación del espacio y al mismo tiempo un mecanismo
ya aceitado de difusión por lo cual la gente se acerca”, indica Florencia
Bergallo, docente del taller de actuación.
En cuanto a la cantidad de participantes que concurre a cada espacio, las cifras
varían considerablemente de un taller a otro. Un caso paradigmático,
por ejemplo, son los talleres de danza que llegan a reunir a más de doscientos
participantes en cada una de las ediciones que se presenta en verano e invierno.
“Viene gente de todo tipo. Hay profesionales, gente que no sabe nada de dibujo
ni de pintura, otros que tienen algunos conocimientos en pintura decorativa”,
comenta Ramiro Vázquez, colaborador en el taller de pintura para adultos
que dirige la profesora María Cristina Cervai desde hace más de
diez años.
También participan personas que terminaron una carrera universitaria
y que, a través de estos talleres, puede recuperar una vocación
perdida. “Con plástica ocurre frecuentemente que profesionales como médicos,
arquitectos, bioquímicos o maestros, que ya están jubilados, quieren
volver a la escultura, la pintura o el dibujo, disciplinas que habían
abandonado en su juventud”, expresa Arbach.
Donde mayor cantidad de público externo hay es en los talleres para adultos
y para niños. En el caso del taller de pintura para adultos “hay un promedio
de 20 personas y la franja de edades va desde los 22 hasta los 70 u 80 años,
pero se trabaja con todos de la misma manera”, sostiene Vázquez. “Es
un lindo grupo, a mí me hace crecer mucho, no sólo en la parte
técnica o práctica sino también en la parte humana. Es
casi una familia porque hay gente que viene desde hace años a trabajar
y a expresarse”, enfatiza Vázquez.
En los talleres de teatro, en cambio, concurren preferentemente alumnos de la
universidad. “La mayoría son jóvenes universitarios de entre 24
y 30 años, que no tienen experiencia teatral previa. Luego, hay una minoría
constituida por adultos de 45 y 60 que por cierto enganchan muy bien con el
grupo. Se vuelve muy interesante a la hora de improvisar con esa diversidad
de edades”, manifiesta Florencia Bergallo.
En cuanto al taller de arte textil, que coordina la profesora Ana Mazzoni, la
edad de los asistentes oscila entre los 40 y 60 años y, en promedio,
se inscriben alrededor de 40 alumnos por año. “El grupo es heterogéneo
en relación a niveles de enseñanza y hay un veinte por ciento
que viaja desde el interior de la provincia y excepcionalmente desde otras provincias”,
indica la profesora. La presencia de público del interior también
se registra en los cursos de danza. En tanto que a los seminarios de música
que, son de carácter específico, concurren preferentemente estudiantes
de la Facultad y de las principales instituciones de formación musical
de la ciudad.
Talleres libres
Las propuestas de trabajo en los espacios también son muy variadas. Generalmente
se llevan a cabo con una metodología de taller que incluye instancias
de trabajo grupal.
En este sentido, Vázquez señala que el taller de pintura “es abierto,
libre y no tiene tantas pautas fijas”. En este espacio, los integrantes discuten
sobre diferentes temáticas vinculadas a la historia del arte o problemáticas
específicas del dibujo y la pintura, y también organizan recorridos
para visitar muestras y exposiciones.
Por su parte, los alumnos del taller de arte textil participan desde hace seis
años con sus producciones en la Feria Internacional de Artesanías
y en el Festival Nacional de Folklore en Cosquín. “Desarrollamos actividades
a veces de carácter expresivo y otras utilitario. Se enseñan técnicas
tradicionales y experimentales en telares y bastidores”, especifica Mazzoni.
Según Bergallo, el taller de actuación surgió como una
necesidad de poner en práctica problemáticas actorales que le
interesan y ampliar su mirada sobre el trabajo de improvisación que viene
desarrollando desde hace unos años. “El objetivo es que cada persona
despliegue su imaginario a partir de la actuación. Ponga en funcionamiento
su potencial creativo partiendo del reconocimiento y afirmación de sus
cualidades expresivas”, afirma la docente. En este espacio se trabaja con la
idea de que los que actúan también dirijan a sus compañeros
mientras improvisan. “Creo importante el desarrollo de la mirada para entender
la escena como actor. Es decir, que uno se organiza desde la hipótesis
de alguien que mira. La idea es que el actor comprenda en acto la conducción
del relato gestual que produce en quien mira (espectador)”, reflexiona.
Seminarios intensivos
Otro aspecto importante de las actividades que organiza la Secretaría
de Extensión es aprovechar la presencia en Córdoba de especialistas
que no pertenecen a la universidad para que dicten cursos que complementen la
formación de los estudiantes de la FFyH y de otras instituciones de la
ciudad.
Es el caso de los profesores extranjeros que este año impartieron sus
seminarios en la Facultad, como la brasilera Maura Baiocchi y el alemán
Wolfgang Pannek, que dictaron un curso sobre “El Taanteatro”; el Trío
Mejicano Huasteca Real que desarrolló una clase magistral y el venezolano
Carlos Zerpa con su propuesta de “performance”.
Según las autoridades de la Secretaría, generalmente, la presencia
de artistas internacionales convoca a alumnos de otras provincias como Rosario,
Buenos, Aires, Catamarca, La Rioja, Tucumán y Mendoza.
Asimismo, la oferta de cursos especializados en el 2006 también convocó
a reconocidos profesionales de nuestro país como Andrea Fernández
(contact improvisación), Ruth Nejter (eutonía) y Marina Gubbay
(danza inclusiva) de Buenos Aires.