Opinión
Reseña de las primeras jornadas de bibliotecas populares
Entre el 8 y 10 de octubre se llevaron a cabo las primeras Jornadas de Bibliotecas Populares, organizadas por la Escuela de Bibliotecología (UNC) y la Federación de Bibliotecas Populares de Córdoba (Febipo), con el auspicio de la Secretaría de Extensión de la FFyH. Sonia Yulán, una de las participantes del encuentro –quien además es alumna de la carrera de Bibliotecología y presidenta de la Biblioteca Popular “República Argentina” de barrio Ampliación San Pablo- envió a Alfilo un comentario con sus impresiones sobre las actividades desarrolladas. En su opinión, las jornadas fueron “un primer paso hacia el acuerdo, la vinculación efectiva de instituciones, el trabajo asociativo, cooperativo y solidario en integración con la universidad”.
Autoridades de la Agencia Córdoba-Cultura y de
la Facultad de Filosofía y Humanidades en la presentación de las
jornadas.
Una fiesta fue celebrada en el seno de la casona que alberga
a la Secretaría de Extensión de la Facultad de Filosofía
y Humanidades de la UNC. El Pabellón Residencial, más específicamente.
En un encuentro histórico, por primera vez, las bibliotecas populares
fueron invitadas y admitidas en los claustros universitarios, en el marco de
unas jornadas marcadas por la cordialidad, la fraternidad y el clima de alegría
y euforia contagiosa.
Bibliotecas populares, parias de la cultura y la educación. Paupérrimas,
monumentales, pequeñas, grandes, desconocidas… cada una con su propia
realidad institucional tuvieron la oportunidad, por primera vez en la provincia
de Córdoba, de compartir en estos tres días sus realidades, necesidades,
miserias y éxitos. En síntesis, fue la celebración de un
primer paso hacia el acuerdo, la vinculación efectiva de instituciones,
el trabajo asociativo, cooperativo y solidario en la multiplicidad de pareceres,
ideologías, metodologías y trayectorias en integración
con la universidad.
Conmovedora fue la actitud de la autoridad máxima de la Escuela de Bibliotecología,
la profesora Silvia Mateo, con su presencia permanente, atenta a las exposiciones,
concentrada en todos los detalles, comprometida en una propuesta audaz y superadora.
Cultura para todos
No es sencillo admitir la figura de la asociación bibliotecas populares-universidad.
Las bibliotecas son una especie de último reducto de anónimos
gestores de la cultura de la lectura y el libro, por sobre todo. Voluntarios,
la mayoría. Más allá de las actividades y talleres que
en ellas se desarrollan, de la trascendencia que puedan tener en su medio local
y barrial inmediato, siguen siendo los parias de la cultura. Uno no puede dejar
de preguntarse siempre y ¿qué es la cultura?
En las múltiples definiciones aceptadas y reconocidas, surge hoy con
fuerza, a través de las manifestaciones y cotidianos ejercicios de los
haceres solidarios del submundo de las numerosas instituciones barriales, la
idea de cultura como aquello que le permite al individuo identificarse en un
contexto social como propio y permanente[1].
No tiene nada que ver con la erudición, el academicismo, que es lo que
pensábamos hace 20 años era “hacer cultura”, sino con la identificación
con un patrimonio cultural propio, con su defensa, con su promoción,
su difusión y reconocimiento e inclusión de la diversidad de expresiones.
Una posibilidad de encuentro
Dije que las jornadas fueron una verdadera fiesta. Lo sostengo. Para quienes
trabajamos voluntariamente, de manera silenciosa, olvidada, en soledad y desde
hace tantos años, esta posibilidad de encuentro, diseño de estrategias
de trabajo, construcción de estructuras auténticas de equipos
para el cambio y el reconocimiento institucional, sin dudas, lo es.
Sobresalió también la presencia del director del Área de
Letras y Bibliotecas de la Agencia Córdoba Cultura, Jorge Méndez,
con una propuesta interesante ante los reiterados reclamos de las bibliotecas
populares acerca de la reglamentación de la Ley 8016, instrumento imprescindible
para el sostenimiento económico de nuestras instituciones. La propuesta
estuvo ligada a la idea de proveer de cargos para bibliotecarios profesionales
o de idóneos con capacitación continua, a cargo del Estado Provincial.
Si bien manifestó la dificultad de lograr la comprensión y sensibilización
por parte de más autoridades que apoyen estos proyectos; creemos que
la posibilidad de acompañamiento y de realizar reclamos compartidos abre
nuevas expectativas para las bibliotecas populares.
Hasta el momento, las bibliotecas populares cuentan
con el único reconocimiento, protección y financiamiento (muy
reducido, por cierto) de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas
Populares, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Presidencia
de la Nación. La Conabip (www.conabip.gov.ar)
ejerce esta tarea para casi 1500 bibliotecas en todo el país, por lo
que se cree justo que el Estado Provincial colabore también con estas
instituciones, que son administradas y conducidas por una Comisión Directiva
ad-honorem, con todas las exigencias establecidas para una asociación
civil sin fines de lucro. Las bibliotecas populares deben mantener su personería
jurídica en orden y al día, sus balances autorizados y aprobados
por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la provincia de
Córdoba y deben cumplir con todos los requisitos legales impuestos por
la Afip para la obtención de la exención impositiva… En fin, es
imperioso y urgente el apoyo y la atención de los gobernantes locales
a esta situación y, por sobre todo, a estos anónimos dirigentes
que, robando horas a sus familias, le donan parte de su tiempo, no a un pasatiempo
más, sino a una serie de proyectos socio-culturales y educativos, con
un único objetivo: producir, por pequeño que sea, un aporte, un
cambio en este mundo caótico, violento y desprotegido.
Compromiso y participación
Durante las jornadas se analizaron y discutieron, con metodología de
talleres, aspectos de la gestión de las bibliotecas populares como: financiamiento,
reglamentación de la Ley Provincial 8016, bibliotecarios, profesionales
e idóneos, voluntarios, política del libro y la lectura, gestión
cultural, etc. Pronto se publicará un documento con las conclusiones
a las que se arribaron.
Aspiramos a que lo debatido, lo reflexionado, lo propuesto, sea realmente escuchado
y atendido por los verdaderos responsables de acompañar los cambios de
envergadura que necesita nuestra sociedad. Aquí, lo realmente importante
es la predisposición de la Escuela de Biblotecología para participar
en la larga gesta de estas instituciones por lograr un mejoramiento general
de la calidad de sus servicios, crecimiento y visibilidad institucional y reconocimiento
a nivel gubernamental para colocarlas en el espacio que se merecen en la vida
sociocultural y educativa de Córdoba.
Esto implicará un mayor crecimiento de instituciones que ejercen labores
de contención en los barrios, una posibilidad de inserción laboral
para estudiantes de bibliotecología y el crecimiento de la Escuela de
Bibliotecología, que comenzará a contar con una mayor demanda
de ingresantes. Además, la sociedad cordobesa podrá contar con
espacios con verdadero impacto positivo en su área de influencia, al
asegurar a los ciudadanos el acceso a la información y los libros como
un derecho inherente a todos. Todo esto, sin profundizar en las posibilidades
de extensión cultural.
El compromiso y la participación es el único medio posible para
alcanzar los planteos surgidos en el debate y la reflexión.
Por último, fue impecable la conducción de todo el encuentro de
los responsables: José Luis Díaz, alumno de la Escuela de Bibliotecología,
integrante de la FEBIPO y miembro de la comisión directiva de la Biblioteca
Popular Matienzo; y del licenciado Abel Díaz, integrante de FEBIPO. Además
de la activa participación de las alumnas que colaboraron en el encuentro.
Gracias por la colaboración, compromiso y presencia a los profesores
Verónica Lencinas y María del Carmen Ladrón de Guevara,
Marcela Verde, Juan Pablo Gorostiaga, Sofía Acuña y Nidia Fernández
y a la secretaria Dina Baca.,
Sonia Yulán
Presidenta de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular
“República Argentina-Barrio Ampliación San Pablo” Nº 3707
[1] “Son las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que proveen a las comunidades, los grupos e individuos un sentimiento de identidad y continuidad” . Definición provista por el Lic. Alfredo Torre, en el Módulo de Gestión Cultural dictado el 25 y 26 de agosto de 2006 en una capacitación realizada en la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas.