Gustavo Vega, creador y estudioso de la poesía visual, participó recientemente en las segundas jornadas internacionales de Poesía y Experimentación: Expoesía, organizadas por la Escuela de Letras (FFyH) y la Secretaría de Extensión de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, del 13 al 17 de agosto.
El artista, durante su estadía en Córdoba, además presentó su último libro “La frontera del infinito”. Alfilo reproduce a continuación algunas de sus obras y un texto del autor.
Poética
Por Gustavo Vega
Entiendo por poesía visual o, mejor, poéticas de creación visual, que es el término que he utilizado en mi tesis doctoral, como toda composición poética basada en recursos de tipo visual. Estos abarcan una amplia gama de procedimientos que van desde los que operan con materiales estrictamente lingüísticos –escritura- a formas de creación plástica y creación visual con nuevas tecnologías, cuyos elementos funcionan como referentes de carácter poético; siendo, en todo caso, esencial el hecho de ser poesía y de ser captables por los ojos”.
La creación poética, ya sea de carácter discursivo o visual, puede ser vista como una técnica –no es naturaleza, physis-, como un artificio o artilugio mediante el cual el ser humano “en situación” se enfrenta a una situación o circunstancia, a un mundo, que en un momento dado se le ofrece como absurdo, o como amenazante para su ser, como negación del yo, de su identidad personal o colectiva, como pérdida... de ser, de placer, de plenitud..., o también -lo que es lo mismo- como aburrido, sin interés. Se trata, en definitiva, de una técnica para afirmar la vida frente a la muerte –y hay muchas maneras de morirse: de pena, de aburrimiento, nostalgia, desamor... por falta de reconocimiento, etc.-, una terapia para elevar el nivel anímico –el “estado de yecto”- y evitar el decaimiento. Y, también, como una manera de divertirse, recrearse, de auto-recrearse –la dimensión lúdica es esencial al ser humano, el homo ludens-. Y, también, como un truco para ser más –ya sea ante sí mismo o ante los otros-.
Y, también, o lo que es lo mismo, como un "ponerse ahí", una autoafirmación del hombre en la "espacialidad" que dice o que crea, o en la que es dicho, creado y re-creado, su "ser-de-palabra" en el tiempo. Y, cuando la creación poética es intensiva y no sólo un hecho aislado y circunstancial, puede considerarse como una técnica –recurso, arte, astucia, oficio...-, para la creación de un espacio personal poético como símbolo de identidad.
Trayectoria
Gustavo Vega, destacado creador y estudioso de la Poesía Visual. Doctor en Filología Hispánica y Literatura –con Premio Extraordinario de la Universidad de Barcelona- y licenciado en Filosofía, su tesis doctoral se titula Poesía Visual en España, 1970-1995. Ha sido profesor de cursos y talleres sobre poesía –textual y visual-, además de Filosofía e Historia del Arteen diversos cursos universitarios de la Universidad de Barcelona, Universidad de León, en España y en Argentina. Como poeta visual, ha expuesto individualmente y participado en muestras colectivas en diferentes países. Es autor de libros de creación – Prólogo para un silencio, Habitando transparencias, El placer de ser, La frontera del infinito y otros-, antológicos y artículos. Ha participado en numerosas conferencias, recitales y acciones poéticas en diferentes países.
