Octubre - Noviembre de 2007 | Año 3. Nº 20
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA, Argentina
 


Editorial

60 Años de la Facultad de Filosofía y Humanidades
Memorias, desafíos, proyecciones... *

Reflexionar sobre el largo camino recorrido por la Facultad de Filosofía y Humanidades, su realidad presente y sus proyecciones futuras, lleva a asumir la gran heterogeneidad que -desde el ayer al hoy- caracteriza a la Facultad. Heterogeneidad de carreras: en ciencias sociales, humanidades, artes, técnicas; heterogeneidad de perspectivas, posicionamientos político-ideológicos cuyo predominio cambia en el tiempo; desde la Escolástica a las posiciones ultra críticas, tradiciones, que se enfrentan, dominan y son dominadas. Doble heterogeneidad que debería transmutar en mayor riqueza; espacios de discusión, de confrontación colectiva; interdisciplina que, potencialmente, permite abordar mejor la compleja realidad social.

Tal vez esa misma heterogeneidad dificulta trazar una línea que marque su origen. Sin embargo, si bien una historia sinóptica de la Facultad es algo aún no elaborado, en esta coyuntura de reflexión que marcan los sesenta años, nos parece que un primer análisis temporal permite delinear tres grandes etapas que marcan bifurcaciones, cambios o ratificaciones de rumbos, renovación/consolidación de marcas identitarias.

Una larga etapa inicial coincide con la universidad colonial y se prolonga hasta su nacionalización. La Filosofía en particular y las Humanidades en general, cumplen un papel nuclear en los estudios superiores que en ella se cursan. En las primeras constituciones, los estudios de Artes o Filosofía comprenden tres años de lógica, física y metafísica y dos más de pasantía en los cuales los alumnos realizan ejercicios literarios. Sólo concluidos esos estudios se accede a la Facultad de Teología y, avanzado el siglo XVIII, a las facultades modernas de Derecho y Medicina. Las constituciones de fines de siglo XIX, que marcan el final de esta etapa, siguen nombrando a la Facultad de Filosofía como parte constitutiva de la Universidad -ahora- Nacional de Córdoba. Sin embargo por razones presupuestarias no tiene existencia real. Paradojalmente, en el momento crucial de la Reforma Universitaria, las humanidades y la filosofía no forman parte de los estudios universitarios.

Una segunda etapa se inicia con la "facultarización" que ahora celebramos. Sobre la base de los institutos de Filosofía (1934) y Humanidades (1940), en septiembre de 1946 una resolución del interventor de la UNC crea la Facultad de Filosofía y Humanidades, la cual con estructura y presupuesto, se concreta el 25 de septiembre de 1947. Etapa cruzada por la inestabilidad política y la ausencia -salvo en lapsos muy breves- de autonomía universitaria, resulta un período de creación de carreras, estructuración de Escuelas,  modificación de planes de estudios y titulaciones. "Nuestros años sesenta", al decir de Terán, encuentran a la Facultad en plena ebullición, nuevas propuestas en enseñanza e investigación, profesores comprometidos, movilización estudiantil. Los Estados Militares de 1966 y 1976, con un breve interregno, suspenden esa actividad con cesantías y expulsiones, a lo que se suman los asesinatos y desapariciones del Estado Terrorista. El nivel académico, en una Facultad que se había caracterizado por sus posturas críticas, desciende inevitablemente. En ese contexto represivo, en 1975, la Escuela de Artes que contaba ya con los departamentos de Plástica, Música, Teatro y Cine, cercenada en estos dos últimos, es anexada a la Facultad.

Finalmente, el último tramo de esta historia compleja y difícil está marcado por la recuperación de la autonomía universitaria en la década del ochenta. Por primera vez, los cuerpos colegiados (Consejo Directivo y Consejo de Escuela) funcionan ininterrumpidamente y sus decanos son electos por los cuatro claustros. Luego del fuerte golpe a la investigación social que significó la última dictadura militar, uno de los objetivos fue la potenciación de los equipos de investigación nucleados en un nuevo Centro de Investigaciones conformado en áreas. Más recientemente, la oferta académica de la Facultad se enriquece con la creación del Departamento de Geografía.

No un camino sino caminos con bifurcaciones y atajos, cambiantes hegemonías políticas, ideológicas y/o metodológicas. Este año, con todo lo arbitrario que tienen las celebraciones, intentamos trocar la memoria en experiencia, descubrir desde su trayectoria proyectos a futuro en el marco de las múltiples posibilidades actuales de ésta, por lo heterogénea, potencialmente rica Facultad.
Hoy se ofrecen en la Facultad 29 carreras de grado y pregrado y 15 de posgrado (6.000 y 900 alumnos respectivamente). Se desarrollan acciones para profundizar el sentido político e institucional de la vinculación con la comunidad ofreciéndose a docentes del sistema educativo Programas de Postitulación y de Capacitación continua con una oferta variada que articula y promueve las iniciativas de diferentes equipos, docentes y egresados; a su vez, la Facultad se constituye en un lugar de referencia en gestión cultural a nivel universitario. La investigación, objeto de trabajo del Centro de Investigaciones y de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Facultad, muestra la consolidación de sus equipos. Casi 700 investigadores han presentado proyectos y recibido subsidios, a su vez, la Facultad otorga becas de iniciación para alumnos avanzados y egresados recientes. La Editorial lleva publicado (desde 2004) 30 títulos en dos Series: Tesis de posgrado y Colecciones. Dos bibliotecas: la Biblioteca Central -compartida con la Facultad de Psicología- y la Biblioteca de Artes, reúnen más de 200 mil volúmenes. El Museo de Antropología, unidad asociada a CONICET, cumple con el doble papel de investigación y apertura a la comunidad.

Utopías, catástrofes y esperanzas, título del último libro de Terán, parece resumir el pasado,  presente y horizonte de la Facultad. El gran desafío es, entonces, potenciar la formación inicial y continua de profesionales e intelectuales críticos y comprometidos con la realidad social desde esa doble heterogeneidad que, como dijimos al inicio, constituye casi su marca identitaria.

Liliana Aguiar
Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades – UNC

Artículo publicado en la edición Nº 33 del periódico “Hoy la Universidad” realizado por la Prosecretaría de Comunicación Institucional de la Universidad Nacional de Córdoba. Septiembre de 2007.