Opinión

La educación sexual
y la escuela como marco

El debate en torno a la educación sexual en la escuela, sus límites y posibilidades, volvió a cobrar fuerza en los últimos meses, a raíz de distintas alternativas gubernamentales, e incluso de la propia Iglesia, para encontrar respuestas a esta materia pendiente. En esta columna, la doctora Margarita Barrón, profesora de Teorías del Crecimiento y Desarrollo de la Escuela de Ciencias de la Educación de la FFyH, propone alternativas de diálogo y encuentro, basadas en información clara y adecuada.

Conocernos, querernos, cuidarnos...

Los chicos eligieron el título al contestar para qué les sirve la educación sexual y con ello desbancaron el título pomposo y muy elaborado que había puesto, tratando de poner en pocas palabras la perspectiva desde donde miraba este aspecto de la educación y la formación de las personas como sujetos sociales autónomos con perspectiva de género.

La educación sexual es ya un tema instalado en "nuestra sociedad". No se discute su necesidad, sino quién debe brindarla, dónde, cómo, cuándo, qué, a quiénes, con qué modalidad. Es que dentro del colectivo "nuestra sociedad" tienen cabida y coexisten sujetos que transcurren su vida familiar con patrones del pos-modernismo, del modernismo y del pre-modernismo, entre los que se entrecruzan valores culturales, religiosos o morales muy diversos.

Considero la sexualidad como un modo de expresión de la persona toda, que crece, se desarrolla, cambia y se adapta. Los padres educan sexualmente a sus hijos desde un principio, aunque muchas veces tengan dudas respecto de cómo brindar respuestas adecuadas a las necesidades de sus niños, a medida que éstos crecen y requieren mayor especificidad y compromiso. Y muchas veces sientan miedo, vergüenza, o que no están preparados para responder ni desde el conocimiento ni desde la emoción.

Pero un niño no puede descubrir la realidad por sí mismo, sin ningún tipo de explicaciones de cómo es "esa realidad". Por eso permanentemente hace preguntas típicas sobre los hechos cotidianos que observa y sus porqués. Una embarazada, un bebé que nace, un animal doméstico pariendo sirven para que el niño construya sus propias explicaciones ante los fenómenos que no comprende y vuelve imprescindible la presencia de los adultos a su lado aclarando las dudas y respondiendo las preguntas con simpleza o buscando juntos los datos que se desconozcan.

Al llegar a la pubertad y la adolescencia, este diálogo que empezó mucho antes y esta confianza ganada a lo largo de mucho "estar allí" para "poner la oreja atenta" redunda en mayor contención, mejor diálogo, posibilidad de discutir lo que pasa y lo que siente, las opciones que tiene, con un adulto que lo quiere y en el que confía, aunque pueda haber conflictos.

¿Y en la escuela?

En la escuela debemos trabajar con niños y jóvenes que poseen saberes previos aprendidos a veces en la familia -si se pudo dar- o en la "clandestinidad", a veces distorsionados o bien impregnados de miedos, prejuicios, tabúes. Es decir, nunca partimos de cero, estamos siempre condicionados.

La posibilidad de acceder a la escolarización permite cambios en el desarrollo cognitivo que favorecen la toma de decisiones adecuadas y la capacidad de prever la consecuencia de las conductas a corto y largo plazo.

Asimismo, la escuela puede (o por lo menos debería) brindar un marco de contención socio-afectiva que palie, en algunos casos, las deficiencias familiares. Los docentes funcionan como filtro social y aportan otra mirada y pautas claras. A su vez, el grupo de pares funciona como espejo y apoyo para el adolescente. Esto redunda en menores posibilidades de incurrir en conductas sexuales de riesgo por parte de los jóvenes escolarizados.

Los docentes se preguntan: ¿cómo apoyamos a los padres en esta tarea?, ¿cómo orientamos nuestra acción? Una tarea inicial es el apoyo a una maternidad / paternidad responsable, a la forma en que los padres entienden su propia sexualidad -en forma individual y como pareja- y a la forma en que éstos encaran la educación de sus hijos en la formación de hábitos y valores, y especialmente en este caso, ¿hay acuerdo mutuo en cómo encarar la educación sexual del niño/a? Ésta es obviamente un área difícil, delicada, de frecuente conflicto, en la que muchos padres "no se han detenido a pensar", que los "toma de sorpresa".

Información clara y adecuada

Una alternativa para la escuela es trabajar con los padres en un ciclo que incorpore información (charlas de profesionales, videos), reflexión personal y de pareja, y debate con otros padres; espacios en los que se permitan expresar los miedos y carencias, acordar y discrepar, ver nuevos puntos de referencia, otras informaciones, teniendo en claro que este bombardeo de opciones divergentes es el que está recibiendo su hijo o hija desde la más tierna infancia a través de los medios de comunicación social (los dibujos animados, video clips, novelas) y la vida cotidiana de quienes lo circundan. Esta instancia debe aprovecharse para brindar acceso a los padres a los materiales que se van a utilizar con sus hijos, para que los conozcan, pregunten, discutan y se llegue a acuerdos. La participación de los padres en estas actividades es fundamental.

Otra temática a trabajar es la necesidad básica de los niños -y de los adultos también- de sentirse amados y poder amar. De encontrarse consigo mismo para poder encontrar al otro. Y esto implica desde conocer y aceptar el propio cuerpo que cambia, hasta reconocer cómo pienso, siento, me posiciono en o frente al mundo y a los otros.

La información es necesaria y debe ser clara, específica y adecuada a las distintas edades, pero no basta. La propuesta es tomar en cuenta el proceso de crecimiento y desarrollo, incluido el desarrollo moral, y las características propias de cada momento histórico, ya que los niños, púberes y adolescentes no viven al margen de las preocupaciones e interrogantes que les plantea su propio desarrollo evolutivo y el ambiente erotizado de nuestra sociedad. Que los niños y adolescentes aprendan a argumentar y discutir a partir de la información suministrada y así puedan apropiarse de ella y aplicarla en la toma de decisiones, sobre todo, para resolver situaciones problemáticas.

También es importante incorporar el juego como instrumento de trabajo y proponer el accionar de pares en la tarea de promoción de una sexualidad saludable. Nuestra investigación epidemiológica demuestra que los niños y adolescentes requieren acceder a informaciones precisas pero también disponer de espacios donde discutir lo que sienten, las opciones que se les presentan, entender las dificultades, medir las consecuencias inmediatas y mediatas de sus conductas, responsabilizarse de ellas y de lo que éstas pueden acarrear para sí y para los otros.

Dra. Margarita Barrón,

Profesora de Teorías del Crecimiento y Desarrollo,

Escuela de Ciencias de la Educación, FFyH (UNC)

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Cine: iniciativa que brilla
por su madurez creativa

La experiencia de un grupo de alumnos y egresados del departamento de Cine y TV que fundaron Acorazado Producciones muestra cómo el trabajo en equipo, sostenido en el tesón y el talento, promueve la excelencia profesional. El director de la Escuela de Artes, Arturo Borio, describe y reivindica esa iniciativa.

El trabajo en equipo es, sin duda, una de las particularidades de la realización cinematográfica y exige, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, la profundización de los estudios referidos a cada uno de los roles técnico-creativos necesarios en la conformación de un equipo profesional.

En el primer año de la carrera de licenciatura en Cine y TV los estudiantes deben realizar algunos trabajos prácticos individuales, pero la mayor parte de ellos son grupales, situación que los expone a la difícil y, al mismo tiempo, motivadora experiencia de elegir entre sus compañeros quiénes integrarán el equipo y proceder a lograr los acuerdos que permitirán la puesta en marcha del proyecto. Esta modalidad se reitera en los siguientes niveles de la carrera.

Las cátedras promueven la rotación en los distintos roles (guionista, director, productor, fotógrafo, cámara, sonidista, editor, etcétera), según la complejidad de los trabajos exigidos. De esta forma, el estudiante puede reconocer las características de las tareas inherentes a cada rol y, paulatinamente, a partir del conocimiento adquirido conjugado con su talento y sus cualidades personales elige el o los roles que le permiten expresarse plenamente como artista y como persona.

A partir de ese momento, la profundización de los estudios de temas específicos y su puesta en práctica de manera consecuente sólo serán posibles si el estudiante ha logrado integrar un equipo de trabajo caracterizado por el alto nivel de formación técnica, el talento y la calidad humana de sus integrantes.

Dirigir, una tarea rotativa

Los egresados y los alumnos avanzados del departamento de Cine y TV de la Escuela de Artes de esta Facultad que integran Acorazado Producciones han experimentado estos derroteros, integrando distintos grupos hasta confluir en este sólido equipo de realización audiovisual cuyas premisas permiten el perfeccionamiento en el rol o roles de su preferencia.

Cada uno de sus integrantes cuenta con el eficaz acompañamiento de sus pares al abordar los temas y géneros de su interés particular cumpliendo, inclusive, el rol de director. Así, el equipo de Acorazado Producciones ha facilitado la especialización de cada integrante hasta alcanzar un excelente nivel profesional. Hoy, varios de ellos, trabajan junto a reconocidos directores del cine argentino como Pino Solanas y Tristán Bauer.

En ese sentido, la muestra efectuada los días 4 y 5 de agosto, en el Centro Cultural Recoleta resume el grado de madurez creativa alcanzado por los profesionales que integran Acorazado Producciones y oficia de "acto de presentación en sociedad" en Buenos Aires, ciudad que alberga a muchos de sus miembros efectivamente integrados en la industria audiovisual.

Avasallante, la proa avanza hacia el espectador en la toma final de "El acorazado Potemkin", de Sergio Eisenstein, como símbolo del derrotero que sólo se construye con las verdaderas convicciones, el tesón en el trabajo y el talento creativo. Es posible que este joven equipo de realizadores cinematográficos haya asociado estos aspectos al adoptar el nombre de Acorazado Producciones. Los reconocimientos nacionales e internacionales a sus obras demuestran que están en plena marcha, en un mar siempre picado, hacia sus objetivos. Enhorabuena!

Lic. Arturo Borio,

director de la Escuela de Artes, FFyH (UNC).