Por las escuelas

 

La experiencia de los chilenos
que se capacitaron en la FFyH

 

Luego de ganar por segundo año consecutivo una licitación internacional, la FFyH recibió en setiembre último a 38 docentes chilenos que vinieron a capacitarse en las áreas de Lengua, Matemática y Cs. Sociales. El proyecto, liderado por la escuela de Ciencias de la Educación, trasciende el reconocimiento académico y constituye una experiencia de crecimiento personal e intercambio cultural que los propios visitantes insisten en destacar. En esta nota, las opiniones de los alumnos extranjeros sobre su estadía en nuestra Universidad.

 

 

La mayoría de ellos no conocía la Argentina. Llegaron al país por primera vez en setiembre último, en el marco del "Programa de perfeccionamiento en el exterior para profesionales de la educación" que, desde 1996, implementa el gobierno de Chile con distintas universidades del mundo.

Son 38 docentes chilenos que llegaron este año a la UNC (en 2004 vinieron 44), luego de haber sido seleccionados por el ministerio de Educación de su país para asistir a los cursos de formación que diseñó la FFyH. Entre otros requisitos, los visitantes trasandinos viajaron con el compromiso de aplicar lo que aprendieron aquí a sus respectivas escuelas, lo que también será evaluado por los profesores cordobeses, que viajarán a Chile para el seguimiento de los programas.

Las propuestas de capacitación que preparó la FFyH fueron elegidas por el Estado chileno entre numerosas alternativas que enviaron importantes universidades de todos los continentes. Las entidades convocadas a participar en este programa -que ya capacitó a más de cinco mil docentes chilenos- fueron recomendadas por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en base a sus antecedentes académicos y calidad institucional.

 

Libros, viajes y espectáculos

 

Aunque el objetivo central del programa chileno es lograr un mejoramiento en la calidad educativa, también se pretende el enriquecimiento personal de los docentes y la generación de espacios de intercambio de experiencias. En ese sentido, la FFyH organizó una serie de actividades paralelas a lo académico que apuntan a conocer mejor la realidad local y también a propiciar instancias de disfrute y recreación.

Así fue que la comitiva chilena viajó a Buenos Aires, recorrió Carlos Paz y conoció las estancias jesuíticas cordobesas. Además, asistió a un ciclo de conferencias, dictadas por docentes de la casa, sobre la historia de Córdoba, la Reforma Universitaria y el sistema educativo argentino. También participó de actividades culturales y asistió a un encuentro con los miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense, que trabaja en la identificación de desaparecidos durante la última dictadura militar.

Los 38 docentes que viajaron pertenecen a una red de maestros de maestros, o son profesores de talleres comunales abiertos, o docentes de la educación media chilena. Provienen de zonas rurales y urbanas, y representan a todas las regiones de su país. En el último día de su estadía, Alfilo conversó con seis de ellos sobre esta experiencia, que calificaron como “un privilegio maravilloso”. Myriam Coloma, Ana Olavaria, Ramón Calfulipi, Gloria Tirao, Mercedes Galdames y Álvaro González coincidieron en que fueron “afortunados” al tener la posibilidad de formarse en la FFyH. En ese sentido, destacaron el nivel de formación teórica de los profesores y reivindicaron haber aprendido a trabajar en la construcción colectiva del conocimiento.

También dijeron que descubrieron “otra Argentina, digna, cálida y con una intensa vida cultural”. En lo personal, destacaron el trato amigable que recibieron de sus profesores y aseguraron que vivieron momentos que nunca olvidarán.

Aquí, sus opiniones sobre...

 

... la formación que recibieron:

 

“En lo académico, existe un alto nivel de preparación. Notamos un alto manejo conceptual en los temas de Lengua y, además, aprendimos a trabajar entre pares y a formular un taller desde la práctica, como una vivencia real”. (Ramón)

 

“Es mucho mejor vivenciar de qué se trata un taller que leerlo en un libro. Y eso fue posible porque aquí realizamos un trabajo integrador, dejando de lado el parcelamiento que en Chile es tan común. Nosotros teníamos la alternativa de viajar a Cuba o a Argentina, y la verdad es que no nos arrepentimos de haber venido a este país”. (Álvaro)

 

“No es fácil que cuatro profesores trabajen en una sala, como hicieron los docentes de aquí. Nosotros no estamos acostumbrados a ese trabajo grupal”. (Ana)

 

“Lo valioso es que no nos han dado recetas, sino que nos han enseñado a pensar. Todo lo que aprendimos es aplicable al aula en un ciento por ciento. Hemos adquirido una experiencia muy diversa, y me alegro mucho por la educación chilena”. (Myriam)

 

“Además de lo que aprendimos en los cursos, ha sido muy enriquecedor la visita a los colegios y la posibilidad de ver cómo se trabaja en las aulas de este país”. (Gloria)

 

“Lo notable es la fuerte formación teórica y cómo logran enseñar, pese a la ausencia de tecnología. Además, lo hacen desde una posición de absoluta humildad; es decir, la humildad del que sabe”. (Álvaro)

 

“En relación a la tecnología, nos llamó la atención la clase de Historia que dio la profesora Liliana (Aguiar). Fue notable cómo sólo con tiza y pizarrón ella logró darnos una panorama tan claro”. (Ramón)

 

“Era mi sueño estar acá. Y al resultar elegida, sentí una responsabilidad y vine dispuesta a apropiarme de todo. Y la verdad es que me llevo muchísimo”. (Mercedes).

 

“Nos vamos contentos, satisfechos, porque nos llevamos lo que vinimos a buscar”. (Myriam)

 

... sobre la Argentina, su cultura y su historia:

 

“Además de lo académico, nos llevamos una sorpresa muy grande en relación a la Argentina. Hay muchísima actividad cultural, muy accesible y muy variada”. (Álvaro)

 

“Nos quedamos fascinados con la Feria del Libro, con la variedad y con los precios. La verdad es que íbamos todos los días y ahora estamos preocupados porque vamos a volver con sobrepeso”. (Ramón)

 

“Creo que en este país tienen una gran dignidad y pueden mostrar una etapa delicada de su historia sin caer en el sensacionalismo”. (Álvaro, refiriéndose a la actividad que compartieron con miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense, que trabaja en la identificación de desaparecidos; en esa ocasión también vieron el documental alusivo “El último confín”)

 

... sobre las vivencias personales:

 

“Los vínculos fuertes que se han generado aquí nos han ayudado a no extrañar tanto. En mi caso, es la primera vez que me separo de mi familia y entonces estoy pendiente de si los niños hicieron lo suyo o de lo que le sucede a mi marido. Pero el afecto que corrió por aquí hizo que todo fuera más llevadero. La verdad, fue un regalo de Dios”. (Gloria)

 

“Esta ha sido una instancia de crecimiento, y no sólo en lo académico. Por eso decimos que hemos sido privilegiados. Lo que aprendimos aquí tiene un impacto para toda la vida”. (Myriam)

 

“Yo busqué la oportunidad de venir desde que se implementó el programa en mi país. Me postulé cuatro veces y la verdad es que no me arrepiento”. (Ana)

 

“Nos vamos con mucha pena y ya estamos sintiendo nostalgia. Aquí nos hicieron sentir como en una segunda familia. Los profesores, incluso, nos abrieron las puertas de su propia casa”. (Álvaro).