Relación
con la comunidad
Achy
Huen, un programa que
Con el objetivo de
reivindicar y valorar las culturas prehispánicas a través de las
manifestaciones artísticas, el año próximo comenzará a funcionar el programa
de extensión Achy Huen, que significa “lo nuestro”, en wichi. La nueva
propuesta educativa es el resultado de los seminarios, cursos y talleres que se
dictaron a lo largo de cuatro años y que convocaron a gente de profesiones,
oficios e intereses muy diversos.
“Queremos
fomentar la creación propia a partir de modelos autóctonos; a través de las técnicas
milenarias, crear cosas nuevas”, dice la licenciada en Pintura Mariana
Accoreno, impulsora del nuevo programa que el año próximo pondrá en marcha la
secretaría de Extensión de la FFyH. Se trata de “Achy Huen”, una propuesta
educativa cuyas sus actividades se basan en la recuperación del arte y el diseño
desde las fuentes prehispánicas y apuestan a la conformación de la identidad
popular argentina.
Achy
Huen significa “lo nuestro” en idioma wichi. “Le buscamos un nombre indígena
que sintetizara en pocas palabras lo que queríamos, que era afianzar una
identidad propia en la artesanía, pero siempre con fundamentos teóricos. Una
de las integrantes del grupo es wichi y propuso el nombre, que para su pueblo
significa la pertenencia a algo”, explica Accornero, coordinadora general del
nuevo programa.
La
iniciativa nace de la experiencia acumulada desde el año 2001, cuando desde el
Museo de Antropología se fueron gestando cursos cortos sobre arte indígena.
“Ahí surgieron las primeras inquietudes y el aporte innovador fue que
participaron representantes indígenas de distintas comunidades en todas las
actividades”, indica Accornero. Hasta el momento, más de 1500 personas
pasaron por esos cursos, talleres y seminarios que ahora se aglutinaron en un único
programa de Extensión.
Sin
embargo, el origen último de esta iniciativa se remonta a una investigación de
muchos años llevada a cabo por gente del Museo de Antropología en la región
de Ambato, en la provincia de Catamarca, de la cual Accornero participó,
aportando al grupo como licenciada en Pintura.
Como
el objetivo del programa es “reivindicar y valorar las culturas prehispánicas
a través del arte, el diseño y de las manifestaciones artísticas”,
Accornero invitó a varios artistas indígenas a participar de las actividades.
“La intención es evitar, de esa manera, el ‘robo’ de sus conocimientos y,
a la vez, que pudieran ser ellos mismos los que plasmaran las obras”, la
docente. Entre ellos se encuentran: Inti Huamani (diaguita), Bicho Díaz
(diaguita), Práscedes Maza (wichi), Miguel Ángel Molina (wichi), Eva Sulca
(coya), Daniela y Enrique Pérez (mapuches), José A. Medina (comechingón) y
Leopoldo Tulián (comechingón).
Con
respecto a los destinatarios de las actividades, se trata de una comunidad
numerosa y heterogénea. “Inicialmente participaron docentes y artistas, pero
ahora hay personas de las más variadas ramas, como biólogos, arquitectos y, en
este último tiempo, se han sumado los artesanos. Ellos nunca habían tenido un
espacio de capacitación y encontraron en esto una posibilidad”.
Accoreno
señala que más que recuperar la identidad de los pueblos indígenas, el
programa se propone recuperar una identidad popular argentina. “Creemos que
las idas y vueltas de nuestra historia han ido ocultando o negando esta intención
de partir desde las raíces y volver a recuperar una manera de expresión o
representación propia; y las formaciones que hemos tenido a nivel artístico
han sido muy europeizantes y occidentales. Se nos ha negado conocer e investigar
nuestras propias raíces, entonces, la idea es empezar a recuperar desde ahí”.
Además,
el programa no sólo abarca el arte indígena sino también las corrientes artísticas
del siglo XX que han pugnado por un arte propio. “Lo importante es rescatar
las expresiones, pero también diferenciarlas. Trabajamos las características
de cada pueblo y después cada uno elegirá, de acuerdo a sus inquietudes, el
estilo desde el que va a partir”, dice la docente. “Apuntamos no a la copia
o a la reproducción, sino a la creación propia a partir de modelos autóctonos;
a través de las técnicas milenarias, crear cosas nuevas”.
Una
premisa que define claramente el perfil del programa es la frase del pintor
uruguayo Joaquín Torres García, que dice: “Ninguna cultura debe repetirse,
pero sí continuarse”. Accornero explica que esta frase “ha sido el leit
motiv del proyecto y sintetiza los objetivos del programa”. En los años
’40, a través de la Escuela del Sur, Torres García planteaba la revalorización
de las culturas prehispánicas para conformar un arte propio. “Hoy quizás
estemos volviendo sobre sus huellas recreando, esa frase. Los tiempos históricos
actuales favorecen porque hay mucha sensibilidad hacia nuestra verdadera
historia”, dice la docente.
“La
idea, entonces, es rescatar técnicas autóctonas, tratar de revalorizar lo
nuestro pero sin negar lo que hemos recibido de Occidente. El objetivo es
transmitir algo desde nuestras raíces. Tenemos que seguir aunando esfuerzos y
abrir la posibilidad de que mucha gente pueda unirse”, sintetiza Accornero.
Las
inscripciones al programa comenzarán a recibirse a principios del año próximo
en la secretaría de Extensión de la FFyH. Teléfono (0351) 4333085 y correo
electrónico extfilo@ffyh.unc.edu.ar.