Las XIII Jornadas de Investigación en Educación, organizadas por el Área Educación del Centro de Investigaciones de la FFyH y la Escuela de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Humanidades, se llevaron a cabo los días 30 y 31 de julio y 1 de agosto, con la participación de más de 750 asistentes y la presentación de 450 ponencias, distribuidas en 20 mesas temáticas.
Bajo el título «Educación pública e investigación educativa: condiciones y desafíos ante la ofensiva de las nuevas derechas», la nueva edición de las Jornadas de Investigación comenzó el 30 de junio en el Auditorio de las Baterías D con la apertura institucional y un homenaje a Alfredo Furlán, a cargo de la directora de la Escuela de Ciencias de la Educación, Guadalupe Molina, la coordinadora del Área Educación del CIFFyH, Gabriela Lamelas, la Directora del Centro de Investigaciones de la FFyH, Isabel Castro Olañeta, y la decana Flavia Dezzutto, que se encontraba en funciones al momento de la realización del evento. Antes, se presentó el grupo “Otras que somos danza”, de la localidad de Unquillo, con fragmentos de la obra “Fuerza Telúrica”.
“No encuentro otra posibilidad que empezar este encuentro haciendo mención a la gravedad de la situación que atraviesa el sistema de ciencia y técnica nacional al ritmo de un conjunto de políticas que hacen crujir el derecho a la educación. Hoy, como parte de las tres jornadas de paro decretadas por los gremios universitarios, abrimos este evento atravesados por sensaciones múltiples”, manifestó Lamelas en la inauguración de las Jornadas. “Nos sentimos parte de ese gran movimiento de defensa de las universidades públicas, de denuncia del ahogo presupuestario y salarial, junto con la falta total de financiamiento a la labor de investigación y a la realización de eventos como este, así como al rechazo a los sistemáticos ataques que buscan desacreditar nuestro trabajo y poner en duda la importancia de la ciencia y la investigación públicas en Argentina, afectando gravemente a instituciones fundamentales como el CONICET y desfinanciando aún más nuestros equipos de investigación”.

La coordinadora del Área Educación del CIFFyH, señaló también que “la investigación en educación se sostiene e incluso se amplía, con tenacidad y persistencia. Siguen surgiendo preguntas, investigaciones, redes de trabajo, para comprender, para entender mejor una realidad educativa que buscamos defender a la vez que transformar. Porque en ocasión de estudiar las políticas educativas, las prácticas, la definición de dispositivos institucionales, la reflexión sobre la inclusión de tecnologías, la historiografía educativa, entre otros temas, ya sea en la ciudad, en los espacios rurales o periurbanos, en Córdoba, en la Patagonia o la extensión bonaerense, en el NOA, en Cuyo, en el pasado o en el presente, la investigación en educación sigue insistiendo en cierta celebración y cierta esperanza, como un lugar que aloja la promesa del futuro colectivo y compartido, que hoy se cuestiona. La investigación en educación no embellece, propone críticas, intenta mostrar verdades –así, en plural, provisorias y volátiles– imprescindibles, para que lo que pasa y nos pasa no sea recibido con aceptación resignada”.
“Escribir, circular lo que hacemos, leer a lxs colegas, difundir, sumar estas producciones a proyectos de formación o enseñanza, es también una forma de defender la producción de conocimiento, las publicaciones que permiten su circulación en acceso libre y favorecer los diálogos entre quienes investigan, quienes enseñan, quienes leen o escriben, quizás todo ello al mismo tiempo”, concluyó.

Alfredo Furlán: capacidad reflexiva, calidez y fino humor
A continuación, Guadalupe Molina realizó un homenaje a Alfredo Furlán, fallecido en abril de 2025. “Alfredo produjo aportes sustantivos al campo pedagógico y nos dejó un conjunto de recuerdos entrañables que hacen a su trato tan humano, a su sencillez, frontalidad, a su generosidad y profundidad reflexiva”, indicó la directora de la Escuela de Ciencias de la Educación, quien conoció a Furlán en 1997, cuando era una estudiante de 20 años en un encuentro realizado por el cincuentenario de la Faculta de Filosofía y Humanidades.
“Conservo aún la copia de su presentación que me regaló en mano ese día… la he releído muchas veces… no nos conocíamos en aquel entonces, pero me la dio. Es una nimiedad y pido disculpas por traerlo acá como una anécdota personal. Fue la primera vez que cruzamos palabra, luego nos encontraríamos varias veces más, en Córdoba y en México, en congresos y en su casa. Siempre con esa sencillez, esa escucha, esa generosidad, esa agudeza…”, recordó Guadalupe.

Alfredo nació en Córdoba en 1949, estudió en el colegio Garzón Agulla, se recibió de Maestro, luego de Profesor de Educación Física en el Instituto Provincial de Educación Física (IPEF), y de Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación en nuestra Facultad, egresado en 1972 y 1973 respectivamente.
En 1974 ingresó como docente en la Escuela de Ciencias de la Educación y fue cesanteado a fines de 1975, junto a otrxs profesores de nuestra casa. Se exilió en México y, desde febrero de 1976, se incorporó a la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde trabajó toda su vida.
“Llega a México, en un marco de incertidumbre y desgarro, en un tiempo de terror que fue vivido en carne propia y aún nos resuena en lo colectivo. La tarea de memoria es cotidiana y necesaria para no olvidar sus implicancias, tanto en términos de pérdidas, heridas, desaparición y muerte, como por las luchas de Memoria, Verdad y Justicia de las que Madres y Abuelas, las nuestras, que son un ejemplo en el mundo y un faro que tenemos que hacer brillar más en estos tiempos tan aciagos”, señaló después Guadalupe, quien destacó entre los aportes centrales de Furlán al campo educativo, “los realizados sobre el curriculum, la gestión pedagógica, el campo pedagógico, la formación de pedagogues, la disciplina y la convivencia escolar, entre otros; siempre en clave dialógica y colaborativa”.
Para finalizar, compartió parte el texto que escribió Nora Alterman y que publicó la Escuela de Ciencias de la Educación con motivo del fallecimiento de Furlán:
“Quienes lo conocimos en tiempos de estudiante y como joven docente, recordamos además de su capacidad reflexiva, su calidez y fino humor. En México desarrolló una vasta trayectoria intelectual en la UNAM convirtiéndose tempranamente en un referente indiscutido en el campo de la investigación educativa y de la pedagogía en América Latina. Estableció sólidos lazos con colegas mexicanos y argentinos, situación que contribuyó a fortalecer los vínculos académicos y personales. Es autor de numerosos libros y artículos, compilaciones de investigaciones y coordinador de varios trabajos de recopilación de Estados del Conocimiento sobre distintos temas de estudio. Aprendimos de sus magníficas clases y comprendimos las claves de su pensamiento pedagógico a través de sus textos. Le estaremos siempre agradecidos por transmitir e instaurar un modo de interpelar la escuela en sus múltiples aristas, desde un claro posicionamiento político-pedagógico, sensible y democrático”.
Posteriormente, se realizó el panel de apertura con Patricia Redondo, Soledad Vercellino y Valeria Bedacarratx, coordinado por Edurne Esteves.
Entre otras actividades destacadas, el 31 de julio se desarrolló el panel «La investigación en educación: agendas académicas, políticas e institucionales», con Daniel Suárez, Vanesa López, Myriam Southwell, Fernanda Saforcada y Claudio Suasnabar, con la coordinación de Alejandra Castro.

Declaración de las XIII Jornadas de Investigación en Educación

Finalmente, en el cierre de las Jornadas se leyó una declaración frente a la situación de desfinanciamiento que atraviesa la educación y la ciencia en nuestro país, que se puede leer a continuación:
En el marco de las XIII Jornadas de Investigación en Educación los días 30 y 31 de julio y 1 de agosto en la FFyH de la UNC, denunciamos la grave crisis que atraviesa el sistema de ciencia y técnica nacional y el avance de políticas que ponen en jaque el derecho a la educación y la promoción de la ciencia y la investigación por parte del Estado.
Denunciamos el desfinanciamiento y la devaluación de nuestros salarios, aspectos que junto al recorte presupuestario nos coloca en una situación de enorme dificultad para desarrollar nuestras actividades académicas. Somos objeto de ataques que buscan desacreditar nuestra labor y poner en duda la importancia de la ciencia y la investigación públicas en Argentina, especialmente en el campo de las humanidades.
Denunciamos el sistemático ataque a CONICET, institución fundamental para el desarrollo científico y tecnológico de nuestro país, poniendo en gravísimo riesgo el trabajo de investigadoras, investigadores becarios, personal de apoyo técnico y administrativo.
El desfinanciamiento y la reducción de recursos para el sistema científico en su conjunto, incluyendo la disminución de becas y políticas de formación de nuevos investigadores, abren la puerta a una mayor injerencia del mercado en el ámbito educativo.
Pese a todo, con nuestro esfuerzo, seguimos apostando a la participación en jornadas científicas como un espacio de encuentro para dar a conocer, analizar y debatir los resultados de las investigaciones en ciencias de la educación, así como un aporte a la comprensión de los problemas educativos del presente y un espacio de lucha para tomar la palabra en defensa de la educación pública, las universidades y el sistema científico.
Por todo lo expuesto, convocamos a la comunidad académica, científica y a la sociedad en general a sumarse a esta declaración en defensa de la ciencia, la educación y la investigación pública en Argentina.
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Fotografías: María Eugenia López, Pablo Becerra y Pablo Giordana.