Ante las políticas de ajuste y desguace nacional que van a contramano de la Ley de Educación Sexual Integral sancionada en 2006, la Facultad de Filosofía y Humanidades presentó la ESIteca, un repositorio digital de acceso libre con producciones y contenidos pedagógicos sobre ESI realizados en nuestra Facultad. Pensada desde el Programa de Derechos Humanos de la FFyH, la propuesta, que involucra a diferentes áreas de la gestión, busca ser una caja de herramientas para el sistema educativo e investigadorxs de una temática en constante movimiento y actualización.
A la motosierra y licuadora que Javier Milei encendió para arrasar con las políticas que garantizan derechos económicos y sociales conquistados en décadas -y siglos- de lucha popular, la Facultad de Filosofía y Humanidades lanzó la ESIteca, un repositorio digital que reúne toda la producción pedagógica realizada en la FFyH sobre Educación Sexual Integral.
El proyecto “se inició a principios del año 2022, en el marco del trabajo realizado con el Consejo Asesor del Programa de Derechos Humanos de esta Facultad, motivado por la necesidad de poner a disposición a docentes de distintos niveles educativos, materiales sobre ESI producidos por equipos de investigación, cátedras, docentes, estudiantes avanzades y graduades de la FFyH. Desde un principio nos planteamos la importancia de construir una propuesta amplia que involucre a las distintas áreas de la gestión de componen la FFyH, en función de una propuesta de trabajo que se realiza desde una mirada integral y transversal de Derechos Humanos, derechos que hay que garantizar, promocionar y hoy más que nunca cuidar y defender”, según la directora de dicho Programa, Victoria Chabrando.
De esta manera, el viernes 14 de junio se presentó la iniciativa con la participación de Gisel Farga, docente e integrante del Programa de DD.HH., Juan Pablo Balmaceda y Gabriel Tobarez, docentes de la Diplomatura en ESI, Géneros y Sexualidades, y Florencia Ceva, responsable por el Área de Tecnología Educativa del repositorio de materiales educativos para el desempeño y la formación docente “Ansenuza”.
Previo a estas intervenciones, Ianina Moretti Basso, a cargo del Área de Formación en Género, Sexualidades y ESI, destacó que la idea de la ESIteca es “intensificar la circulación de materiales sobre Educación Sexual Integral”, además de “visibilizar los trabajos realizados desde distintos claustros de la FFyH, en un esfuerzo de poner a dialogar una perspectiva de derechos con perspectivas feministas, y de género. En ese punto, la ESI aparece como una conquista en el plano de los derechos adquiridos que hoy más que nunca hay que defender, en un contexto político adverso para los feminismos y la disidencia sexual en particular, y las poblaciones precarizadas en general”.
A partir de las experiencias recabadas, el diagnóstico en la comunidad de Filo mostraba la necesidad de contar con material sobre ESI para el dictado de clases en todos los niveles educativos, “al tiempo que parecía una buena oportunidad para que quienes trabajan sobre el tema – desde la investigación, la docencia y la extensión – puedan poner a circular producciones propias, tan necesarias para toda la comunidad educativa”, señaló Moretti Basso.
La relación de la ESI con el material didáctico
Entre los muchos cambios culturales que en la primera década del siglo XXI se tradujeron en políticas públicas, la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral 26.150 en 2006 puede ubicarse entre las más trascendentes. En su artículo 4, dicha normativa establecía que “las acciones que promueva el Programa Nacional de Educación Sexual Integral están destinadas a los educandos del sistema educativo nacional, que asisten a establecimientos públicos de gestión estatal o privada, desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de educación técnica no universitaria”.
Para darle cuerpo y carnadura al Programa, la producción de material didáctico y pedagógico fue abundante, como así también el presupuesto y la inversión estatal, dinámica virtuosa que empezó a mermar en la última década, de la misma manera que la actualización de los materiales. Gisel Farga explica que “la elaboración de material depende mayoritariamente del presupuesto que se destine según el gobierno de turno. Y ello representa un doble desafío ya que, no sólo se trata de una cuestión de voluntades y colores políticos, sino también, de algo propio de la ESI, dado que su contenido versa sobre temas que están en constante cambio, son abiertos y sujetos a una dinámica que desafía todo el tiempo su contenido”.
A su vez, dicha reactualización implica preguntas sobre la utilidad o no del material, lo que conduce al siguiente interrogante: ¿cuáles debieran ser los contenidos curriculares de la ESI en la escuela y de la ESI como campo de investigación? “En definitiva, ¿qué es la ESI?” se pregunta Farga, quien recuerda lo que dice el artículo 3 de Ley acerca de los contenidos precisos y actualizados. Ahora bien, estos dos niveles debieran dialogar en pos de una actualización “que no siempre sucede”, ya que depende de la voluntad de quien ejerce la gestión política el destino presupuestario para la elaboración de material, la capacitación docente y el carácter fronterizo propio del contenido de la ESI.
El actual contexto político no solo no ayuda, sino que complejiza todo, porque en un presente de fake news y posverdades, los discursos de odio surgen para atacar a los derechos humanos en general y apuntan con saña a las temáticas de géneros, sexualidades y diversidades, lo que impacta “de manera directa a la ESI”, sostienen Juan Pablo Balmaceda y Gabriel Tobarez. “Estos discursos se materializan en estrategias específicas como la Ley Bases que, entre otras definiciones, se propone directamente el ajuste al Estado, dejando en situación de vulnerabilidad a sectores de la sociedad que requieren de su intervención con políticas públicas específicas, como es gran parte del colectivo LGBTIQ+, escenario que se completa con el vaciamiento y cierre de organismos claves como el INADI, el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, entre otros. Discursos y políticas que avalan acciones y crímenes de odio como el sufrido por una docente lesbiana en Buenos Aires o el lamentable lesbicidio de Barracas”, advierten los especialistas.
Desde su trayectoria en la temática, Farga agrega que “en esta arena movediza entre voluntad política y los contenidos cambiantes de la ESI, las producciones vinculadas a la investigación y las de contenido didáctico (como una secuencia didáctica implementada, por ejemplo, en una jornada de prevención y erradicación de la violencia de género) muchas veces no dialogan en una conversación directa. Esta dificultad nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo traducir una línea de investigación en un contenido educativo que, a su vez, se oriente a la ampliación de derechos y a la promoción de la libertad e igualdad para el devenir del proyecto de vida de cada unx y el común? ¿Cuál es el carácter ético que debe primar en esa búsqueda entre la investigación y el contenido curricular? ¿Esto implica limitar las problemáticas de investigación sobre la ESI en función de su actualización pedagógico didáctica? Claro que no, lo que intentamos pensar es cómo orientar esa producción sin perder la forma rizomática propia de la ESI que crece de un modo un tanto imprevisible, que está sujeta a condiciones materiales de producción pero que, a su vez, resiste en el margen frente a esas mismas condiciones que la obstaculizan, disminuyen, invisibilizan”, completa la docente.
Ante un público de estudiantes, docentes de escuelas secundarias, de institutos de formación y autoridades de la FFyH, Farga remarcó el aporte de la ESIteca a una realidad en permanente transformación: “Quizás, la pregunta que debiéramos hacernos es: ¿Cómo conectar el territorio material de la ESI? Un repositorio digital es una primera opción para nosotras porque reúne, visibiliza eso que viene sucediendo en la Facultad hace algún tiempo. Nuestra intención surge del compromiso político de organizar y cuidar el trabajo producido por nuestra comunidad educativa. Este repositorio apunta a mapear esa espacialidad de producción de la ESI que tiene como partícipes a universidades públicas, escuelas, institutos superiores de formación docente, apoyos escolares barriales, organizaciones sociales y barriales. Cuando nos preguntamos por la ESI es necesario reestablecer o, en muchos casos establecer, puentes que se fracturaron, fragilizaron o están ausentes por la coyuntura política, económica y social que ponen en cuestión los criterios de construcción y producción del saber”.
Florencia Ceva, del Área de Tecnología Educativa de la Facultad, reafirma la importancia de que la mucha y diversa producción de contenidos tenga un repositorio: “Nos planteamos el desafío pedagógico, académico y político de instalar la cultura del acceso abierto en la FFyH. En ese sentido desde el ATE colaboramos en la creación de ESIteca, ofreciendo un espacio dentro de Ansenuza con el fin de dar visibilidad y accesibilidad a esta valiosa producción pedagógica sobre ESI de nuestra Facultad”.
Agradecida por ser parte del proyecto, resaltó el aporte que hace la universidad pública: “Nuestra tarea ha sido concientizar e incentivar a la creación y publicación de estos recursos educativos abiertos, porque consideramos que cuando los docentes producen una obra bajo una licencia abierta en vez del copyright, o permiten su uso educativo, colaboran con la circulación del conocimiento y la producción científica- académica, garantizando así la gratuidad de la educación”.
Un repositorio que Moretti Baso remarcó “vivo, cambiante, que pretende ir recuperando las futuras producciones en torno a la temática y que espera seguir creciendo con nuevas convocatorias”.
Transversalizar la ESI
A través de la Resolución 208 del Consejo Superior, en 2019 la Universidad Nacional de Córdoba adhirió a la “Ley Micaela” (1776-D-2017), que establece la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres e identidades no heteronormativas para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías. Se buscaban instancias de formación orientadas a impulsar herramientas que permitieran activar ciudadanías comprometidas en la promoción de derechos humanos, la construcción de sociedades más igualitarias, y, por lo tanto, libres de violencias. Como lo señalan con claridad Tobarez y Balmaceda “dichas capacitaciones deben estar sujetas a reconocer la dimensión sociocultural e histórica construida en torno a las desigualdades de género; y de este modo, fomentar la problematización y revisión de los sistemas de dominación que se ejercen sobre los géneros y que se refuerzan a través de las prácticas, discursos y maneras de vincularnos cotidianamente”.
Sin embargo, advierten los especialistas, “la transversalización de la perspectiva de género y la implementación de la ESI en las propuestas formativas y en los planes de estudios de las distintas carreras de nuestra FFyH y de la Universidad, sigue siendo una problemática compleja que tiene muchas aristas y que va encontrando algunos intersticios”.
Uno de esos “intersticios” es la ESIteca, que representa “un esfuerzo de coordinación entre el Programa de Derechos Humanos, el Área de Formación de Género, Sexualidades y ESI, el Área Feminismos, Géneros y Sexualidades, el Centro de Investigaciones de la FFyH (CIFFyH) y su Área de Educación, el Programa de Género, Sexualidades y Educación Sexual Integral, las secretarías de Posgrado y de Graduadxs y Tecnología Educativa. Pero también significa un esfuerzo sistemático y de sistematización en un contexto de proliferación de trabajos recientes y no tan recientes provenientes de la FFyH”, valoran Tobarez y Balmaceda.
Punto de encuentro
La ESIteca tiene como punto de encuentro la Diplomatura Universitaria en ESI, Géneros y Sexualidades, que busca promover procesos de reflexión pedagógica y construcción de propuestas de trabajo en Educación Sexual Integral situadas para la escuela y el aula desde una perspectiva de género, que articula con el Programa de Género, Sexualidades y ESI, el Área Trans, Travesti y no Binarie, el Área de Formación en ESI, Géneros y Sexualidades. “Allí nos encontramos un conjunto de personas que, desde la investigación, la docencia y la militancia venimos sosteniendo, defendiendo, estudiando y produciendo en torno a la ESI desde diferentes saberes y perspectivas”, dice Balmaceda. “La intención del espacio es también proponer un tiempo y un espacio propicio para reflexionar sobre aspectos fundamentales del campo del saber, complejo y problemático, que intenta teórica y metodológicamente sostener una forma de “hacer ESI”, agrega Tobarez, que destaca la diversidad de la propuesta que ocurre un viernes y un sábado cada mes: “Ahí dialogamos docentes, estudiantes de formación docentes, directivos, militantes, integrantes de organizaciones sociales, con una propuesta que rompe con modelos clásicos de enseñanza y aprendizaje al incorporar trabajos con juegos, el reconocimiento del cuerpo, la recuperación de narrativas, el trabajo con la propia experiencia, la afectividad y la emocionalidad, algo que la ESI como campo demanda en sus postulaciones más íntimas”.
Con la convicción de que la educación sexual integral genera una multiplicidad de acciones, Farga destaca lo valioso de un repositorio que permite “reunir, cuidar, hacer perdurable esta materialidad que parece estar sujeta al peligro de ser devorado por las fauces de la aniquilación del deseo, de lo colectivo, de lo comunitario, de lo otro, de lo diverso, de lo disidente”.
Desde ese posicionamiento ético-político sostiene se pensó y desarrolló la ESIteca, “convencidxs que la ESI rasgó un ordenamiento de lo sensible, hizo un tajo, pero no para entrar sino para que aquello que desborda intente otras formas de espacialidad de las identidades”.
Sentipensar la ESI
En su presentación a dúo, Tobarez y Balmaceda buscaron hacer foco en que la educación sexual integral requiere múltiples acciones y puntos de encuentro, que ellos definen como “gestos que nos permiten sostener(nos) colectivamente, aspecto que la coyuntura demanda”. Frente a lo que consideran “adversidades de las condiciones de época”, pensaron al proyecto ESIteca como un gesto: “Quisiéramos destacar de la convocatoria de este proyecto dos condiciones no sólo en términos de requisitos, sino como condiciones de posibilidad que claramente marcan un posicionamiento epistemológico, metodológico y profundamente ético-político. Da cuenta de una cierta relación entre la forma y contenido”.
Y sobre este punto, señalaron dos cosas: “Se aceptaron propuestas en formato de texto, como artículos, ensayos, trabajos finales (de licenciatura o posgrado con recomendación de publicación), monografías, propuestas didácticas”, que puntualizaron en las siguientes producciones:
- «Mirando desde la ESI: Herramientas para el trabajo con producciones audiovisuales en el nivel medio en el marco de la ESI.
- «Furia Mariposa» Proyecto de Taller de Promoción a la lectura con perspectiva de género.
- Cartillas informativas – «VIHsibilizar» y «Vivir con VIH es político»
- Educar desde nuestras monstruosidades. Por una ESI no binaria (Proyecto Filosofar con niñxs).
- Trabajo Final de Licenciatura en Ciencias de la Educación: Procesos de implementación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral en la ciudad de Córdoba. Análisis de las resignificaciones institucionales del Programa desde un estudio de casos.
El objetivo es trabajar desde la perspectiva del “diálogo de saberes”, apostando a la integralidad de funciones y los trabajos interdisciplinarios. “Nos gusta sentipensar que la ESI nos propone otros modos de relación con el saber atravesados por la afectividad y el afecto, otros modos de relación entre la sociedad y la universidad y las instituciones educativas”.
También, refieren que las producciones de la ESIteca “están orientadas para la práctica docente y usos didácticos”, a los fines de “atender a la especificidad de la práctica docente como una práctica social específica, históricamente construida y determinada que se desarrolla en contextos específicos (instituciones educativas) cuya comprensión demanda una lectura multirreferencial debido a su complejidad”.
Al mismo tiempo, Tobarez y Balmaceda proponen “pensar los usos didácticos” del repositorio, porque “dirige y focaliza respecto al qué y el cómo enseñar en una búsqueda por la relación forma-contenido. Pensarlos a su vez como recursos abiertos que voluntariamente se presenta a la ESIteca en el marco de una cultura digital. Nos parece relevante pensar en las 4 R: Reutilizar: el derecho a reutilizar el contenido en su forma inalterada/textual. Revisar: el derecho a adaptar, ajustar, modificar o alterar el contenido. Por ejemplo, traducir el contenido a otro idioma. Remixar: el derecho de combinar el contenido original o revisado con otro contenido para crear algo nuevo. Por ejemplo, incorporar el contenido en un mashup. Redistribuir: el derecho a compartir copias del contenido original, las revisiones o los remixes con los demás. Que sean REAs posibilita otros usos de su disponibilidad, no solamente que sean públicos sino también los usos que se pueden hacer de ellos. Eso habla también de un tipo de vinculación de la FFyH no solo hacia su interior sino también hacia el afuera”.
Texto y fotos: Camilo Ratti