Malvinas en primera persona

El 14 de junio de 1982 la dictadura argentina firmó la rendición ante un comandante inglés. En tres PODCASTS te contamos las historias de hombres y mujeres que combatieron pero que siguen sin ser reconocidxs como veteranxs por el Estado, por el hecho de que estuvieron destinados en el litoral marítimo patagónico y no en las islas. También, el impacto de la guerra en Córdoba.

40 años de Malvinas, 40 de la última aventura criminal de torturadores y desaparecedores,  que entre el 2 de abril y el 14 junio de 1982 se cobró la vida de 649 argentinos que lucharon por la soberanía argentina en el Atlántico Sur, y otros miles que se fueron quitando la vida por las secuelas de una guerra absurda y suicida.

Del sinfín de heridas abiertas por el Terrorismo de Estado que asaltó el poder en marzo del 76, Malvinas es de la más compleja de abordar y procesar, porque en esa guerra se mezclan y confunden el legítimo e histórico reclamo nacional sobre esos territorios, con la delirante decisión de probados represores que solo buscaban perpetuarse en un poder que se caía a pedazos a causa de sus propios crímenes.

En las islas y en el continente, los soldaditos recién salidos del secundario y las enfermeras de las tres fuerzas combatieron con hidalguía y valor a un enemigo infinitamente superior. Y fueron ellxs, no los profesionales de la muerte, quienes sufrieron la indiferencia y el olvido por parte de quienes los mandaron al matadero sin avisar y después decretaron la “desmalvinización” de la sociedad para no asumir la ignominia de la aventura derrotada.

A ese maltrato y desprecio hacia quienes pasaron de héroes y heroínas a villanxs en un abrir y cerrar de ojos, se sumaría la discriminación que el Estado democrático haría con lxs veteranxs de la guerra, muchxs de lxs cuales no son reconocidxs como tales, por el solo hecho de haber combatido en el continente y no en las islas.

A 40 años de aquella tragedia, su defensa de la patria no forma parte de la historia ni de las memorias de la guerra. Sacar a la luz esas historias es un acto de reparación y justicia, una manera de devolverles su identidad a aquellas mujeres enfermeras y jóvenes colimbas.

Memoria, Verdad y Justicia es también una deuda en relación a Malvinas, y la tarea pendiente de quienes buscamos y deseamos que esa historia no siga renga, o duela un poco menos.

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