“Más del 60% de la población de Córdoba en la colonia era afrodescendiente”

El 16 de junio se presentó en el Museo de Antropología el libro “Mujeres afrodescendientes en Córdoba. Esclavitud, libertad y servidumbre. Siglo XIX” de Silvio Salvatierra, que recupera parte de una historia desconocida: la de los afrodescendientes en nuestra ciudad durante la época colonial.

Mientras cursaba la carrera de Historia en el Instituto de Culturas Aborígenes, en el marco de un seminario dictado por Marcos Carrizo, Salvatierra se convenció de lo que tanto le insistía su profesor: que su investigación no podía terminar en un cajón porque la información recopilada era valiosa, desconocida y que bien valía la pena darla a conocer. Esa fue la génesis de “Mujeres afrodescendientes en Córdoba. Esclavitud, libertad y servidumbre. Siglo XIX”, de Silvio Salvatierra que se presentó el 16 de junio: “En 2013 comencé a juntar material para iniciar la investigación y me puse a escribir. Fui al Archivo Histórico de la provincia y me llamó la atención la cantidad de material y la poca cantidad de gente investigando sobre el tema. Una vez terminada la recolección de información, Marcos Carrizo insistió en que esto no quedara en un cajón, sobre todo por ser un tema tan olvidado, tan escondido, tapado intencionalmente”.

  • ¿Y a qué crees que se debe ese ocultamiento?

Claramente con el objetivo de aquellos “padres” -si se puede llegar a decir-, del estado moderno argentino: Roca y la generación del `80. Y no sólo de los aborígenes, los negros mucho más, desaparecidos e invisibilizados completamente.

  • ¿Por qué crees que los rasgos de los/as negros/as son estigmatizados?

Actualmente, la palabra negro la escuchamos en distintos contextos: “Negro de mierda”, “son uno negros”…, está bien enfocada a la cuestión racista y la gente no se da cuenta, pero responde a lo que nos han enseñado durante años en el sistema educativo en general, y que fue implantado por la generación del 80 con gran éxito, porque logró invisibilizar a personas que veíamos a diario. Se utilizaron desde los mecanismos más perversos hasta los casi legales, por ejemplo, existen casi ocho censos en Córdoba desde 1778 hasta 1844, en los que se podría rastrear a las personas afrodescendientes. Ya sea por categorías: mestizo, liberto, libre, mulato, zambos, etc. A partir del primer censo nacional (1889), desaparecen prácticamente esas categorías, para los que gobernaban el país ya éramos todos argentinos, unificaron.

Silvio Salvatierra, autor del libro.

Otra forma de rastrear a los afros es por las profesiones, los que trabajaban en tareas domésticas se iban heredando por los mismos mecanismos que existían, que eran los que bajaban del poder económico que controlaba al poder político. Es decir, claramente había determinadas leyes que estaban destinadas a mantener a personas en estado de esclavitud.

  • ¿Cuál es el rol que ocupan de las mujeres afro cordobesas desde la época de la colonia a la actualidad?

Existe una continuidad, no por nada el trabajo doméstico sigue siempre asociado a las mujeres, y mal pago generalmente. Hay que tener en cuenta que hace poco salieron las leyes que acomodan el trabajo doméstico, y creo que ha sido intencional, no tiene otra raíz que una cuestión machista y de triple discriminación, por el hecho de ser mujer, esclava y afro. La famosa “portación de rostro” que hoy se escucha tanto, y que está tan cargado de contenido.

  • ¿El libro forma parte de un tipo de reivindicación hacia la mujer?

Sí, totalmente. Sin la presencia de las afrodescendientes en los hogares de los cordobeses de esa época, las personas hubieran colapsado prácticamente. Era una cuestión de estatus también: cuantos más esclavos tenías, mayor estatus. El sistema esclavista no era un sistema que producía ganancias, como el de plantación por ejemplo, era solamente cuestión de mantener el nivel y un prestigio. Más del 60% de la población en Córdoba estaba compuesta por personas afrodescendientes.

  • ¿Cómo era la esclavitud en la Córdoba colonial?

Hay un punto que me interesa tocar, que es llamativo porque cuando hablamos de esclavitud lo primero que pensamos es en las plantaciones de las películas de Estados Unidos o de Brasil, donde había cinco personas de raza blanca que tenían que controlar a miles de esclavos, y donde la metodología de control era a través de golpes que les impedían estudiar, aprender a leer y escribir. En Córdoba no era así, y ello ha llevado a pensar que en Argentina la esclavitud era una esclavitud benévola y no lo era… ¡En absoluto!

«La vendedora de tortas», litografía de Hipólito Bacle

 

  • ¿Qué aporta este libro a la historia local?

Principalmente a la visibilización, tiene que ver con mecanismos que se utilizaron en el pasado que hoy siguen en vigencia: la inclinación de la justicia hacia los sectores más pudientes es algo que también se percibe claramente. Creo que era necesario publicarlo para que se empiece a conocer. Actualmente estamos trabajando también sobre los niños afro cordobeses, investigaremos y empezaremos a difundir.

Como reflexión este trabajo que aporta datos novedosos a la historia de Córdoba, Salvatierra propone “que la temática se difunda más, que se dé a conocer. Es una pena que lo afro no se haya incorporado de forma efectiva en los sistemas educativos, en la currícula. Me parece importante que aquellos que están en capacidad de investigar lo hagan, que utilicen esta herramienta importantísima que es el Archivo Histórico, el segundo archivo histórico más importante del país. Veo poca gente trabajando sobre este tema, y Córdoba tiene una cantidad de profesionales que están en condiciones de investigar”.

Por María Eugenia Lunad Rocha
Adscripta del Área de Comunicación – Museo de Antropología

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