Repensar un tiempo de encrucijada desde miradas críticas y colectivas

“Escrivid 2020. Reflexiones en torno a pandemia(s)y aislamiento(s) es un e-book editado por el Área de Publicaciones, que reúne más de 30 ensayos de docentes, investigadores, estudiantes de grado y posgrado y graduadxs de la Facultad. Candelaria de Olmos, Guadalupe Reinoso y Alicia Vaggione cuentan sobre este trabajo que aborda el impacto presente y futuro en la sociedad del Covid-19.

Presentado el 14 de junio de manera virtual, el libro es el resultado de una convocatoria realizada en mayo de 2020 por el Área de Publicaciones en conjunto con de diferentes áreas y dependencias de la Facultad de Filosofía y Humanidades: el Área de Publicaciones, el Área de Cultura, la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y la Oficina de Graduadxs. Guadalupe Reinoso y Alicia Vaggione, compiladoras, y Candelaria de Olmos, coordinadora de Publicaciones de la FFyH, comparten sus miradas sobre este trabajo colectivo. “La idea era invitar a los y las docentes de la Facultad, investigadores, graduades y estudiantes a reflexionar sobre la pandemia y las pandemias (pensando en otras anteriores), y la situación de aislamiento, en textos que fueran más bien de corte ensayístico, alejados del tono académico al que estamos habituados y que tuvieran un carácter más exploratorio y de divulgación. El resultado fue que recibimos una treintena de textos que Guadalupe Reinoso y Alicia Vaggione, convocadas por el Área Publicaciones, se encargaron de leer, reunir y clasificar para poder armar este volumen que tiene 500 páginas”, señaló Candelaria de Olmos al Canal U de los SRT.

Consultadas por Alfilo, Reinoso y Vaggione desarrollan y amplían el surgimiento y contenido de un trabajo elaborado de manera colaborativa:

Guadalupe Reinoso: la iniciativa busca promocionar diferentes voces, no sólo las de les docentes. A partir de la promoción del género de escritura ensayística (que deja más posibilidades del registro de las experiencias personales sin la rígida estructura de los escritos académicos) el alcance de la convocatoria se amplió.

Alicia Vaggione: con Guadalupe fuimos convocadas una vez que se recibieron una cantidad importante de colaboraciones. Nuestra principal función fue la de ejercer la tarea de la lectura y recepción de los escritos. Un primer momento de trabajo tuvo que ver con la discusión en torno a cómo agruparlos (parte de ese diálogo se deja leer en el prólogo que escribimos). Subrayo esto porque me permite decir algo respecto de lo que contienen las tres grandes partes, cajas o boxes en que se distribuyen las colaboraciones.

No voy a referir a cada una de las contribuciones, pero sí establecer un punteo para marcar algunas cuestiones que son interesantes para delimitar, por ejemplo, la especificidad de la pandemia en curso con otros diálogos que también suscitaron otras enfermedades del pasado cuando adquieren dimensiones colectivas. En este sentido, el estudio sobre la epidemia del cólera (1886-1887) en la ciudad de Córdoba permite leer, en vínculo con el presente, el problema de la sepultura de los cuerpos, que es un problema que remite a las pérdidas y al ejercicio del duelo y que no termina de ser, me parece, lo suficientemente discutido en nuestros días. También hay colaboraciones que en sede antropológica y remitiendo a un estudio de largo plazo (otra vez la conexión con otras epidemias), se detienen en el virus/los virus, en los posibles vectores o transmisores de la enfermedad enfatizando el impacto actual de lo humano sobre el ecosistema.

Así como reflexiones que, desde ese presente que registra el libro bajo las coordenadas del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) dan cuenta de lo acontecido esa primera parte del año en torno a la conmemoración del 24 de marzo. El artículo -que se elabora de modo colectivo- ofrece a lxs lectores una reflexión sobre el archivo fotográfico en torno a esa conmemoración, que combinó lo realizado en el espacio virtual con la intervención de los frentes de las casas en un momento en que les ciudadanes debían mantenerse distantes. Por último, y en otro giro ligado a la contingencia, una serie de artículos registran la urgencia y la necesidad de generar políticas públicas para las mujeres que sufren violencia puertas adentro en contexto de aislamiento. Las cifras de femicidios que formulan los trabajos se leen en equivalencia con las muertes de la pandemia.

La segunda agrupación se organiza en torno a un decir que adquiere, por decirlo de algún modo, un tono más íntimo. Allí se reúnen artículos que registran el primer impacto de la experiencia de la pandemia en el espacio privado y que revelan o ponen de manifiesto la fuerte mutación que sufren los espacios domésticos. En conexión con lo que sucede en el espacio, hay un trabajo, también elaborado entre muches investigadores, que considera el impacto que tiene el aislamiento en relación a las prácticas de trabajo que antes se llevaban a cabo en espacios compartidos que favorecían el encuentro y el diálogo cara a cara.

La tercera agrupación de trabajos se centra en el ámbito educativo y registra tanto el trastocamiento de un pacto educativo que hubo que replantear como el pasaje abrupto a la enseñanza virtual. Aquí, los artículos no solo plantean los límites que supone enseñar y aprender por fuera de los espacios físicos tradicionales, sino que también ensayan y proponen aperturas posibles para considerar lo que supone encontrarse en el espacio virtual para llevar adelante un trabajo compartido. En este punto, me parece que son interesantes las colaboraciones de algunes egresades de la Facultad, que dan cuenta de las apuestas que se llevan adelante en torno a una práctica docente que excede el espacio universitario para diagramarse y adquirir especificidad en otros niveles del ámbito educativo, en otros contextos y en conexión con una serie desafiante de problemas.

  • El libro juega con la idea que atraviesa a la novela de Valeria Luiselli “Desierto sonoro” ¿Qué efecto sonoro dejó o provocó el desierto pandémico en la FFyH?

GR: La metáfora de las voces es importante en relación a las diferentes etapas de la pandemia. Un primer momento más signado por el detenimiento y el silencio de las ciudades, la etapa de las opiniones de todo tipo sobre la novedad, sobre los miedos, la etapa de las voces silenciadas por los respiradores y que en soledad no pudieron ganar la batalla contra el virus, las voces opacadas por duelos hechos con distancia social, las voces supersticiosas, las voces afinadas y precisas en sus intervenciones, las voces que buscan fuentes confiables para compartir información, las voces que propagan la desinformación. El libro nos invita a repensar, entre otras cosas, de qué modo las humanidades pueden hacer eco y amplificar voces prudentes que permitan la reflexión crítica colectiva.

  • Hablan de “instantáneas, fotos, polaroids” sobre lo vivido en 2020, ¿Esas miradas pueden servir para afrontar esta nueva etapa de la pandemia?

GR: creo que el título del texto que da inicio al libro, “Vestigios Polaroid”, indica que por un lado son postales diferentes que ya quedan desfasadas de la realidad actual, de ahí que sean vestigios. Pero al mismo tiempo, los modos de enfrentar esta situación demandan reflexión, conversaciones, conocer las experiencias, contraponer los momentos, y en ese sentido ese registro si bien ya es un conjunto de rastros pasados nos permiten dar, por contraste, una nueva luz a la situación que estamos atravesando.

Así como la invención de las polaroids cambió la experiencia del tiempo de revelado —anticipando el mundo digital—, la pandemia nos expuso a una modificación de nuestra percepción y relación con el tiempo. Esta recopilación de trabajos puede ser vista como un pequeño álbum de polaroids que registran diferentes momentos de la experiencia cambiante de la pandemia en el período comprendido entre mayo y septiembre de 2020.

AV: apenas comenzamos a trabajar surgió la idea de pensar estas contribuciones como imágenes que permitían, de algún modo, captar el aquí y el ahora de un presente que se volvía cada vez más incierto. En ese sentido, me parece que el libro -apreciado conjuntamente- da cuenta fundamentalmente de ese tiempo de irrupción de la pandemia y de los múltiples efectos que produjo. Nos llamó la atención cuando comenzamos nuestro trabajo la cantidad de contribuciones. Tal vez la convocatoria registró eso, cierta necesidad de lxs diversxs integrantes de la Facultad por ensayar escrituras que permitieran generar interrogantes, esbozar formas, diagramar posibles respuestas.

  • Estamos transitando el 2021 y ya hay una experiencia vivida en torno al Covid-19, ¿Cómo aportan las humanidades en procesos como éstos, que nos sigue desafiando como sociedad?

GR: tu pregunta se vincula con mi respuesta anterior, las humanidades nos permiten conversar de modo cuidado, reflexionar críticamente, construir de modo colectivo una mirada crítica sobre lo que nos acontece. Y ese trabajo de las humanidades en gran medida se da a través de la lectura y la escritura. De ahí la importancia de contar con este libro tan primorosamente editado por un equipo excepcional de colaboradores: Manuel Coll en las imágenes y diseños de tapa; María Bella en el diseño interior y booktrailer; Florencia Colombetti y Lucía Bima en las cuidadas correcciones de estilo de cada uno de los trabajos publicados. En el libro habitan diferentes voces que en su conjunto, como en un coro, buscan que “afinemos” de forma cooperativa los modos diversos de enfrentar este nuevo desafío.

AV: coincido con lo que señala Guadalupe, las humanidades en procesos como éstos adquieren relevancia al ofrecer una mirada específica y crítica. Los trabajos presentados elaboran construcciones a partir de disciplinas específicas (la historia, la literatura, la antropología, entre otras) y en muchos casos superan o desbordan las fronteras disciplinares. Creo que es una mirada que se suma, que aporta desde un decir con gran tradición crítica, al gran concierto de saberes implicados en torno a un tiempo que cada vez más parece tomar la forma de una encrucijada.

Por Camilo Ratti