Los cuerpos nos están hablando

En un encuentro realizado el 2 de octubre en el Aula D del Pabellón Residencial, la FFyH compartió con familiares querellantes y Espacios de Memoria un proyecto de búsqueda de personas desaparecidas, con el objetivo de colaborar con la investigación que la Justicia Federal lleva adelante en La Perla, donde a fines de septiembre se encontraron restos óseos humanos. En este marco, la Decana de la Facultad, Alejandra Castro, anunció la participación de tres estudiantes avanzadxs de la carrera de antropología que ya trabajan junto al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Programa Universitario de Búsqueda Activa (PUBA), es la denominación sugerida por la Facultad de Filosofía y Humanidades para nombrar al equipo interdisciplinario de investigación y apoyo de búsqueda de personas desaparecidas en Córdoba, que el jueves 2 de octubre fue presentado al Colectivo de Familiares que interviene en calidad de querellante en la causa “enterramientos clandestinos”, que investiga el Juzgado Federal Nº3 de Córdoba, a cargo del juez Miguel Vaca Narvaja.

Del encuentro participaron la Decana de la FFyH, Alejandra Castro, la Secretaria y Subsecretaria de Extensión, Liliana Pereyra y Carla Pedrazzani, el Secretario de Asuntos Estudiantiles, Ezequiel Rogna, la Coordinadora del Programa de Derechos Humanos, Ludmila Da Silva Catela, lxs integrantes del Núcleo de Antropología de la Vida y la Muerte del IDACOR, Gaspar Laguens, Emilia Torres, Diego Carro, Melisa Rodríguez y María Bracaccini, quienes redactaron el proyecto, la docente e Investigadora del Museo de Antropologías/IDACOR, Melisa Paiaro, directorxs y trabajadorxs del Archivo Provincial de la Memoria, el Espacio para la Memoria La Perla, en tanto que de manera virtual participaron integrantes del Colectivo de Querellantes, de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos y del Refugio Libertad, de José de la Quintana.

Independientemente del nombre y la forma que finalmente obtenga el proyecto, el objetivo del encuentro fue poner en común una iniciativa que como lo expresa en sus fundamentos intenta “contribuir de manera activa, científica y humana al proceso de búsqueda de personas desaparecidas en la provincia de Córdoba, mediante la articulación entre el conocimiento académico interdisciplinario, el trabajo en territorio y la colaboración con instituciones, organismos de derechos humanos, y familiares”.

El documento compartido en el aula D del Pabellón Residencial destaca que “la universidad pública, y en particular la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC), cuenta con una tradición en investigación, extensión y compromiso social que la posiciona como un actor clave para la articulación de saberes. La conformación de un equipo interdisciplinario permitirá integrar conocimientos de la antropología, la historia, la archivología, la arqueología, la geografía y otras disciplinas, al servicio de una causa común: la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas del terrorismo de Estado y sus familias”.

Como lo señalaron quienes lo escribieron y reclama el Colectivo de Querellantes, el proyecto que Laguens recorrió en sus puntos principales, “busca convertirse en un programa estable y permanente, que trascienda coyunturas y ofrezca continuidad en el tiempo. Lo que estamos presentando desde la Facultad es una propuesta abierta, consultiva y de trabajo colectivo, un puntapié inicial para comenzar el diálogo e intercambio en esta primera reunión de trabajo”.

En este sentido, y previo a esta lectura compartida al grupo, Castro puso en valor el conocimiento y las experiencias que la Facultad tiene para aportar a esta primera instancia de trabajo, “saberes que atraviesan todo el proyecto político-institucional en materia de derechos humanos y que construimos de manera conjunta con los espacios de memoria de Córdoba”.

Saberes que en esta campaña anunciada por el Juzgado Federal el viernes 26 de septiembre en conferencia de prensa, se materializan en la participación de tres estudiantes avanzados de la carrera de Antropología de la FFyH, convocados desde el Juzgado para colaborar en la elaboración de un informe sobre esta etapa de trabajo en el predio de La Perla.

Según contó la Decana, el Juez de la causa solicitó al Rector de la UNC, John Boretto, la incorporación de recursos humanos formados en esta universidad pública, y específicamente en esta Facultad, para integrarse al EAAF. De ahí que Lucas Estrada, Itatí Perdaza y Chiara Mazzuco fueran seleccionadxs para participar de esta campaña de 70 días en la zona denominada Loma del Torito.

Sus nombres fueron propuestos por el Servicio de Antropología Forense de Córdoba, ya que vienen realizando concurrencias junto a Anahí Ginarte desde hace ocho meses, como parte del Programa de Entrenamiento del Instituto de Medicina Forense del Poder Judicial de la Provincia, una instancia de formación teórica-práctica que  implica ir al campo y desempeñarse en casos y situaciones específicas, como sería el trabajo en La Perla.

“Destaco la importancia de sumar estudiantes al equipo que colaborará con el juzgado y el EAAF, porque es también una expresión del diálogo intergeneracional que estamos buscando en un tema que involucra e interpela a toda la sociedad”, resaltó Castro.

Permanente y a largo plazo

Antropóloga cultural de muchísima experiencia y formación en temáticas de memoria y antropología forense, la Coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la FFyH, Ludmila Da Silva Catela, también destacó el compromiso institucional con las políticas y organizaciones que trabajan con la memoria, y señaló que lo que se busca con el proyecto es un “trabajo a largo plazo”, a partir de un equipo de escala universitaria: “Agradezco a los espacios de memoria que hoy nos acompañan en esta presentación, a lxs estudiantes e investigadorxs comprometidxs con el tema hoy aquí, y sobre todo a lxs familiares querellantes que hoy participan de esta conversación, porque creo que esto es el inicio de algo muy potente”.

En representación de los Sitios y Espacios de Memoria estuvieron María Cristina, del Archivo Provincial de la Memoria, en tanto que por La Perla lo hicieron María Noel Tabera y Guadalupe Samoluk, y Adrián Camerano por el Refugio Libertad, de José de la Quintana, quienes celebraron la iniciativa y anticiparon una reunión de la Mesa de Trabajo para el 18 de octubre próximo en el ex campo de concentración, que entre otros temas buscará abordar el proyecto en cuestión y seguir “construyendo un mapa de situación, con el objetivo de organizar un gran encuentro para fines de noviembre”.

Del otro lado de la pantalla escuchaban Graciela Geuna y Soledad García, dos de las impulsoras de que lxs familiares de personas desaparecidas se hayan constituido como querellantes en la causa en abril pasado, Agustín y Tomás Di Toffino,  Mercedes Aguilar, Alba Camargo y Emiliano Salguero, coordinador de la Mesa de Trabajo por los derechos humanos de Córdoba. Todxs  destacaron la iniciativa de Filo porque “si se siguen encontrando cuerpos, como esperamos que ocurra, el EAAF va a necesitar el apoyo de más personas que trabajen en el lugar”.

“Los cuerpos nos están hablando, los huesos empiezan a decir cosas, por eso tenemos que dejar de preguntarnos dónde están e ir a buscarlos”, soltó un emocionado Emi Salguero, condensando el espíritu de la reunión, que a través de los diferentes aportes y experiencias fueron pidiendo que “la búsqueda sea permanente y no espasmódica”, que “el objetivo debe ser sumar a la sociedad toda, tejer redes para que esto abrace a más gente que se sintió esperanzada con los hallazgos”, “revitalizar las luchas que venimos transitando desde hace décadas”, “Buscar y convocar a más testimonios”, “trabajar con la comunidad”, “poner en marcha campañas provinciales y nacionales”, “conformar un equipo con mucha participación ciudadana, como pasa en Colombia, que tiene mucho para aportarnos”, “aprender de otras experiencias de búsqueda en Argentina, como el de Pozo de Vargas, en Tucumán”, “trabajar la dimensión jurídica y política para disputar el discurso negacionista del gobierno nacional”, “seguir luchando por la verdad histórica”, “activar la comparación genética” y “sumar la pata documental con nuevos relevamientos”.

El puntapié inicial

Si bien todxs destacaron que “esto recién empieza”, el proyecto de Filo propone, en diferentes etapas, varios pasos concretos: “Relevar, preservar y sistematizar testimonios, documentos y evidencias materiales vinculadas a la desaparición forzada de personas en Córdoba; generar cartografías y bases de datos que integren información de juicios, sitios de memoria, prensa, tesis y archivos; crear un repositorio digital de acceso abierto que concentre información para el uso académico, judicial y social; formar y capacitar recursos humanos locales, promoviendo la transferencia de conocimientos interdisciplinarios, y acompañar de manera integral en los procesos de búsqueda y recolección de datos genéticos”.

La metodología de trabajo está abierta y dependerá de la dinámica que logre efectivizarse si el grupo de trabajo se integra y se consolida. El objetivo de este primer encuentro fue poner sobre la mesa los saberes y las herramientas de una Facultad que construye su identidad desde y por los derechos humanos, porque es ése faro el que ilumina este camino colectivo.

Texto y fotos: Camilo Ratti