Con la idea de dar a conocer los distintos espacios de participación estudiantil que brinda la UNC y principalmente la Facultad de Filosofía y Humanidades, el 31 de marzo de este año, la Plaza Seca fue el escenario propicio para compartir una jornada al aire libre llena información, color y música. Organizada por la Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la FFyH, la primera edición de Afilate contó con la participación especial de la murga La Tunga Tunga y el grupo Rimando Entreversos. La vicedecana Alejandra Castro y la secretaria de Extensión, Liliana Pereyra escriben aquí sobre el sentido de la participación, la diversidad y la inclusión social que deben primar en la formación integral que brinda la universidad pública.
Democratizar la educación superior
Afilate se lanza por primera vez este año 2016. El principal objetivo de esta feria fue acercar a los estudiantes, tanto a los ingresantes como a los que ya cursan las licenciaturas, tecnicaturas y profesorados en nuestra Facultad, las diversas propuestas que Filosofía y Humanidades tiene para ellos. Los stands que se montaron durante la tarde del 31 de marzo en la Plaza Seca de nuestra Facultad correspondían a las Secretarías, programas y proyectos que están desarrollando acciones y actividades destinadas específicamente a los estudiantes.
Son muchas las reflexiones que pueden hacerse sobre esta primera experiencia de Afilate. En esta oportunidad me interesa destacar dos ideas vinculadas a la misma.
Una de ellas es que Afilate posibilitó a los estudiantes tener una idea integrada de la Facultad de Filosofía y Humanidades y especialmente de las acciones que están pensadas y destinadas a ellos. A veces la dispersión geográfica de nuestros pabellones dificulta el conocimiento por parte de los estudiantes de lo que se hace en cada uno de ellos y dificulta una idea integral de Facultad. En ese sentido la muestra fue un dispositivo que reunió en un mismo lugar todos los programas y acciones destinados a los estudiantes y los dispuso de forma accesible. Los organizadores trabajaron esta propuesta bajo la consigna de que es necesario salir a ofrecer información, salir de las oficinas y tener una actitud institucional activa en términos de acercar la información a los destinatarios y alentar también activamente la participación de los estudiantes en las mismas.
La otra cuestión a destacar de esta experiencia está vinculada a una determinada idea de propuesta académica que desde hace tiempo venimos construyendo en nuestra Facultad. En este sentido, estamos convencidos de que una propuesta académica para los estudiantes no se limita sólo a una buena y sólida formación disciplinar en historia, geografía, filosofía, pedagogía, archivología, bibliotecología, antropología y letras sino que incluye además otras experiencias formativas que la universidad pone a disposición de los estudiantes y los convoca para pensar y desarrollarlas de forma conjunta.
Afilate es parte y a vez expresa esa idea ampliada de formación académica porque pone a disposición del conjunto de estudiantes diversas acciones y propuestas alentando la incorporación y participación de los estudiantes.
Es así que en la plaza de Afilate estuvieron presentes el Programa Universitario en la Cárcel (PUC), el programa de Solidaridad Estudiantil, el programa Estudiantes por el Derecho a la Educación, los programas de la Secretaría de Extensión, el Área de Tecnología Educativa, el Centro de Estudiantes, entre otros, con sus propuestas que implican diversas posibilidades de explorar y experimentar espacios de participación académica, política y cultural, a través del encuentro y el trabajo entre universitarios y el diálogo y la cooperación con otros actores de la sociedad.
La idea de propuesta académica ampliada a la que apostamos y venimos construyendo en la FFyH se articula con la idea de democratización de la educación superior que implica un sostenido compromiso de la universidad pública en la creación de condiciones para el ingreso, la permanencia y el egreso de los estudiantes. Afilate es una de esas acciones, entre otras que la FFyH realiza para garantizar el derecho a la educación superior de la población, especialmente de los sectores menos favorecidos de la sociedad, porque abre, pone a disposición un conjunto heterogéneo de espacios que, sin duda, enriquecen la participación, mejoran las condiciones para el ejercicio de los derechos, posibilitan el ejercicio de la ciudadanía para quienes los transitan y ayudan a construir un sentido de pertenencia institucional a partir de percibirse bienvenidos e incluidos en la Facultad.
El compromiso y el desafío de la FFyH es continuar y profundizar en este camino.
Por Alejandra Castro
Vicedecana de la FFyH de la UNC
Las tres
La Universidad, nuestra Universidad, ha definido como funciones que le son constitutivas a la enseñanza, la investigación y la extensión. Las tres hacen a la Universidad. No dos. No una. Las tres.
La función docente y la función de investigación aparecen suficientemente definidas y considerablemente transparentes en sus alcances, mientras que lo contenido en la función extensionista resulta bastante más difuso y podríamos decir “opaco”. Desde luego es complejo definir “la” extensión (que nunca es una), pero sí podemos acercarnos a lo que institucional e históricamente nuestra Facultad ha reconocido, construido y profundizado como función extensionista; esta es la función en la que suele recostarse el vínculo de “la universidad” con “la sociedad” y aparece así como la responsable de cumplir con el compromiso social de la universidad con la comunidad que la sostiene.
Del mismo modo que debemos modificar el hecho que las tres funciones constitutivas de la vida universitaria se despliegan y desarrollan por vías separadas y propender a su integración, deberemos revisar la decisión de que sea sólo una de las funciones la que asuma el rol de vinculación con la comunidad, pero mientras eso no suceda es la función extensionista la que opera como superficie de contacto, como la piel de la universidad en relación a su entorno.
El modo en que la FFyH entiende y politiza esta relación supone el diálogo de saberes, la co-construcción de los problemas de intervención como así también de la metodología y dispositivos puestos en juego en dicho proceso. Requiere asimismo de miradas interdisciplinarias que permitan abordajes enriquecedores y reflexivos que pongan el acento en los procesos de ampliación de derechos y reconozcan en el encuentro entre los distintxs sujetos de la intervención la singularidad de los sujetxs que sólo llegan a constituirse en la interdependencia con otrxs.
Por Liliana Pereyra
Licenciada en Historia. Secretaria de Extensión de la FFyH
Fotografías: Irina Morán – Magdalena Brocca
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