El Consejo Directivo de la FFyH aprobó una declaración del Departamento de Geografía que cuestiona varios puntos del proyecto de autovía de montaña que la Provincia construye en Punilla. Advierten del riesgo ambiental, arqueológico, turístico y cultural que implica una obra de esta magnitud. Opinan Beatriz Ensabella, Paola Seminaria, Andres Izeta y Miriam Abate Daga.
Como en otros temas de fuerte impacto social, la Facultad de Filosofía y Humanidades alza su voz e interviene en el debate público con una postura institucional. En esta ocasión, votando por unanimidad en el Consejo Directivo una declaración del departamento de Geografía en la que se advierte de los graves riesgos ambientales, arqueológicos, turísticos y culturales que implica la autovía de montaña que la Provincia construye en el Valle de Punilla.
El posicionamiento del Consejo se sustenta en la mirada y el abordaje social que Geografía entiende sobre esta problemática, además de que incorpora un estudio de impacto arqueológico realizado por tres docentes de las cátedras de Arqueología de la Facultad, que detalla la riqueza de una zona que se vería afectada por la traza de la ruta.
Además de poner en riesgo los sitios y el paisaje arqueológico, el proyecto de la Provincia, que cosechó un 80% de opinión negativa en las audiencias públicas que se realizaron en mayo pasado, arrasa una parte importante de bosque nativo de categoría roja (máxima protección legal) y atraviesa por el mayor yacimiento de uranio de Córdoba, lo que implica un altísimo riesgo sanitario si ese terreno es removido por una obra de gran magnitud.
Beatriz Ensabella es la directora del Departamento de Geografía y explica porqué presentaron la declaración que fue aprobada por unanimidad por el Consejo Directivo de la FFyH: “Cuando se va a hacer una intervención de semejante magnitud, en una zona tan poblada, lo mínimo que tiene que hacer es presentar un proyecto que genere la participación de la ciudadanía, porque así lo marca la ley”.
La geógrafa hizo énfasis en que la autovía, tal como está trazada, va a destruir el principal recurso que tiene esa zona, que es el recurso paisajístico. “En general, si viéramos todo desde un drone, sobrevolando desde arriba, lo que hacen todos esos puentes y rutas que están en el proyecto es abrir a toda la ciudad de Córdoba, al centro del país, una región de inmemorables paisajes turísticos a la urbanización y el avance inmobiliario”.
Entre varios puntos cuestionables, Ensabella destacó el peligro de seguir arrasando bosque nativo: “Una parte de la traza se construye sobre un alto porcentaje de bosque categoría roja, que no se puede tocar, que hay que tratar de conservarlo de todas las maneras posibles”.
La intervención de la Facultad en un tema que generó un conflicto con una parte importante de la población que vive en Punilla, fue rescatada por Paola Seminaria, docente en Geografía y consejera: “El consejo traza un puente entre la Facultad y la conflictividad social, se hace eco y se posiciona en favor de lo que peticionan las organizaciones sociales de la zona”. Seminara valora una declaración que “tanto en términos ambientales, antropológicos, sociales, arqueológicos entiende que esta autovía no es la mejor opción para quienes viven ahí”.
Andrés Izeta es arqueólogo, profesor en la carrera de Antropología y uno de los autores del informe arqueológico que sirvió de sustento académico y científico en la declaración aprobada en el Consejo Directivo: “En 2013 hicimos un relevamiento en toda la Provincia, y surgieron 2 mil sitios, muchos de los cuales coincidían con el área de amortiguamiento del proyecto de autovía. Por eso nos parece que antes de aprobarlo se debería hacer un estudio de impacto arqueológico en terreno, porque además de los sitios está el paisaje arqueológico, el bosque nativo, que es importante conservar para saber cómo era la configuración de las sierras hace 2 mil, 3 mil o 10 mil años”.
Por último, Miriam Abate Daga, directora dela carrera de Antropología, no solo destacó el trabajo de los arqueólogos, sino que como profesora de antropología social también señaló la importancia de escuchar a las poblaciones de la zona para saber cómo afecta la autovía en la vida de la gente. “La idea de progreso que se quiere implementar con este trazado no necesariamente tiene que ver con el bienestar de los pueblos”.
En este sentido, Abate Daga valoró el aporte de la antropología social y la declaración del Consejo ya que “nuestra carrera es sensible al punto de vista de los sujetos y tenemos mucho para decir sobre el tema”.
RES_259_2018 (2)Texto: Camilo Ratti
Fotografías: Ecos Córdoba y Pablo Sigismondi