Andrea Giomi es titular de la cátedra de Preservación y Conservación de Documentos de la carrera de Archivología y coordina un proyecto de Extensión de la FFyH que trabaja en la recuperación, conservación y digitalización del diario La Idea, de Cruz del Eje, que todavía imprime su tapa y contratapa con linotipos móviles de plomo. “Casi todo nuestro patrimonio documental está en papel”, dice la profesora.
El 9 de junio se celebra el Día Internacional de los Archivos. En ese marco, Andrea Giomi, profesora titular de la cátedra de Preservación y Conservación de Documentos de la carrera de Archivología de la FFyH, cuenta el avance de un proyecto que involucra a esta Facultad, el diario La Idea de Cruz del Eje, y a la Asociación Civil Amigos de La Idea, el único periódico que edita parte de su material con linotipos móviles de plomo.
Aunque el trabajo extensionista se pensó en 2016 y se puso en marcha en 2017 con el objetivo de rescatar el diario fundado en 1923, Giomi explica que “es importante recuperar no sólo los diarios, sino otros documentos de La idea, como registros, fotografías, cartas, incluso documentación contable, porque ahí está su memoria institucional”.
Por eso, el equipo que coordina la profesora no sólo se aboca a los primeros ejemplares de La Idea, sino también a otras dos publicaciones previas del mismo editor: La Tribuna y La Tribuna de Cruz del Eje, que empezaron a editarse en 1915. “Cuando desde la Asociación de Amigos rescataron los periódicos, encontraron unos 45 ejemplares desde 1916, del primer año no hay números, por eso es importante conocer los documentos institucionales”, advierte Giomi.
Actualmente, La Idea sigue editando su tapa y contratapa con tipos móviles de plomo, y el resto de sus páginas con formato offset. “La identidad es que se sigue haciendo con tipos móviles, es esa forma de editar. Si eso dejara de hacerse, sería un diario más, independientemente de que sea un medio local, con información del lugar con la mirada de quienes viven ahí, lo que le aporta el sentimiento a las noticias”.
En estos dos años y medio de trabajo, el equipo avanzó en la organización del material y en la restauración de los ejemplares. Cuando esté culminada esta etapa, que se realiza tanto con Cruz del Eje como en el Archivo Histórico Provincial en el caso de los documentos más dañados, el paso siguiente es la digitalización, que según Giomi “el material debe estar trabajado adecuadamente para este proceso”. «Es lo que venimos haciendo con el grupo de voluntarios que participan del proyecto: estabilizarlo mediante limpieza, reparaciones y la descripción de cada página para que la información sea accesible desde cualquier punto que se quiera buscarlo”.
“El aporte de los integrantes la Asociación Amigos de La Idea es muy importante, porque ellos nos aportan información muy valiosa de gente que aparece en el diario y que sólo es conocida por habitantes de la zona”, señala Giomi, que cuenta que siguen viajando a Cruz del Eje tanto para dar los cursos de formación continua en esa ciudad, como para trabajar en la carga de datos y estabilización y reparaciones en los diarios antiguos, además, parte del equipo de voluntarios trabajan también en Córdoba, procedentes de las Escuelas de Archivología y de Bibliotecología de la FFyH y también de la Carrera de Encuadernación de la Universidad Provincial de Córdoba. “Somos un grupo de 12 personas de aquí y otras 8 o 9 en Cruz del Eje, pero siempre se va sumando gente, el equipo se renueva. Nuestro trabajo es acompañar a los integrantes de La Idea a que puedan concretar este proyecto, que no habían dimensionado lo que implicaba el trabajo”.
¿Qué implica digitalizar?
Para que un documento histórico pueda ser utilizado como tal, no basta una simple foto. “La imagen tiene que tener una buena calidad, no solo para ser legible ahora, sino que pueda servir para múltiples propósitos. Los archivos necesitan buena calidad y ser guardados en formatos accesibles a través del tiempo, sobre todo por los constantes cambios tecnológicos que vivimos en la actualidad y para que los documentos sean de acceso público”, remarca la profesora, quien destaca el rol de los archiveros: “Somos custodios de la información”.
Como paso previo a la digitalización, Giomi explica que primero se realiza un proceso de limpieza, de descontaminación, reparación de desgarros y armado de los fragmentos de diarios que han sido muy castigados por la falta de una adecuada conservación. “Esto es clave para que la imagen a digitalizar sea lo más completa posible, porque en el caso de La Idea hay hojas que están en un cuarto de su tamaño original, en el Archivo buscamos reconstruir los ejemplares que están en el peor estado. Al resto le hacemos limpieza de todo, controlamos el PH -porque el diario papel se va deteriorando, se va acidificando (ácido) por eso se amarillea, se pone frágil-. En toda esta tarea hemos capacitado a los voluntarios”.
Todo este proceso de desacificación -sacarle la acidez al papel-, o el control del PH es clave para que el papel perdure más tiempo, ya que la acidez lo degrada hasta convertirlo en polvo. “Nada de lo que es orgánico vive eternamente, por eso el proceso químico para neutralizar la acidez y darle mayor expectativa a un material que perece con el paso del tiempo”, explica la especialista.
La función de lxs archiverxs
“Es tarea de los archiveros conservar el material, porque la gran mayoría de nuestro acervo documental está en papel, casi todo nuestro patrimonio es papel. De ahí la necesidad de buscar las mejores condiciones medio ambientales para que ese papel pueda pervivir por mucho tiempo, en condiciones favorables”, resalta Giomi.
Para la titular de la cátedra de Preservación y Conservación de Documentos de Archivología, otra clave es “conservar la memoria institucional, cualquier sea, porque esto nos ayuda a reconstruir cómo han sido los procedimientos, las vicisitudes del pasado. En este caso del diario La Idea no es tan difícil de hacerlo porque es historia reciente, y hay protagonistas vivos de esa historia, pero en archivos históricos como los que conserva el Archivo Histórico Provincial, que tiene desde 1574, no hay quienes brinden testimonio oral sobre sucesos de esa época”.
En este sentido, agrega que “nadie puede hablar de la historia colonial, pero sí un investigador puede revisarla a través de los documentos, y no solo de los oficiales, sino de otros documentos, para tener otras perspectivas, para acceder a la otra parte de la verdad, lo que no ha sido contado”.
En la semana en que lxs archiverxs celebran su día, la docente destaca que el lema de este año sea la transparencia para la memoria: “La clave de la transparencia y la memoria está en los archivos. Por eso el cuidado de los documentos debe estar en manos de los archiveros, porque en los documentos está el nudo de la cuestión”.
Texto y fotos: Camilo Ratti
Imágenes: Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba