Organizada por la Secretaría de Posgrado y el Programa Universitario en la Cárcel (PUC) de la FFyH, “La Educación en la Cárcel: una mirada desde Brasil» fue el título de la conferencia-debate a cargo de la Doctoranda Carolina Bessa Ferreira de Oliveira, de la Universidad de São Paulo (Brasil), quien realizó una estancia en el PUC, en el marco del Programa de Movilidad AUGM. La actividad se realizó el jueves 13 de noviembre en el Pabellón Residencial.
La abogada brasilera Carolina Bessa Ferreira de Oliveira es pionera en vivir la experiencia de haber realizado la breve pero intensa estancia de un mes en su especialización de doctorado, dentro del Programa Universitario en la Cárcel (PUC) de la FFyH.
Convencida del valor que adquiere el derecho y acceso a la educación para cualquier persona en el mundo, durante su conferencia aportó una perspectiva general sobre la situación actual del sistema carcelario en Brasil y, en particular, hizo foco sobre la importancia de la educación en contextos de encierro.
A lo largo de su exposición, brindó datos estadísticos que pueden contrastarse con las características vigentes del sistema penitenciario argentino. Y además, sumó el aporte y la visión de su director de tesis, Roberto da Silva, docente en la Universidad de São Paulo, quien intervino a través de una videoconferencia.
La investigación de Maestría de Carolina Bessa Ferreira de Oliveira versa sobre las diferentes representaciones de los detenidos respecto a la educación en la cárcel, siendo su actual proyecto de tesis doctoral una investigación cualitativa e interdisciplinaria acerca de la educación en las cárceles como política pública, contemplada desde una perspectiva de Derechos Humanos.
En este marco, la especialista expuso cuadros donde se pudo observar que Brasil tiene un promedio de 560.000 personas en la cárcel. Es decir, cada 100 mil brasileños, 358 están detenidos. Una cifra, aclaró, que no incluye a los mayores de edad, o aquellas personas que por razones de salud cumplen prisión domiciliaria. Bessa Ferreira de Oliveira indicó que la cifra resulta significativamente más alta que la de nuestro país, ya que según las últimas estadísticas del Servicio Penitenciario Argentino cada cien mil habitantes existen alrededor de 149 presos.
De cualquier manera, señaló, sólo se puede brindar un panorama de situación, ya que ambos países están regidos por una serie de características históricas, parámetros y hasta una legislación diferente en relación a los mecanismos y posibilidades que existen dentro de sus sistemas carcelarios o penitenciarios.
Una de las grandes diferencias, subrayó, es que en Argentina, además de tener un sistema de educación público en todos sus niveles, desde su recuperación democrática se viene juzgado y condenado a los responsables por delitos de lesa humanidad. “En Brasil, sin embrago, estos archivos aún continúan cerrados” dijo.
En relación a la población carcelaria de Brasil, la abogada señaló que en su mayoría, la composición de esta franja está integrada por hombres jóvenes (menores de 29 años), negros y mulatos, con enseñanza básica incompleta. Y de este total cerca de 9% de los detenidos en Brasil logran estudiar dentro de las cárceles y sólo alrededor del 20% accede a actividades laborales.
Como marco histórico, Bessa Ferreira de Oliveira expuso que la Enseñanza Básica en las cárceles de São Paulo, donde el porcentaje de personas detenidas resulta el más alto de todo Brasil (alrededor de 200 mil personas), se puede analizar teniendo en cuenta tres fases en el tiempo: Hasta 1979, el sistema dependió de la Secretaria de Estado de la Educación de São Paulo. Hasta el año 2010 estuvo a cargo de la FUNAP Fundación Prof. Dr. Manoel Pedro Pimentel; y desde el 2010 hasta la actualidad depende por normativa nacional de la Secretaria de Estado de la Educación.
En esta línea, la especialista comentó que la experiencia de la FUNAP – Fundación de Apoyo a los Presos de São Paulo–, entidad dependiente de la Secretaria de Administración Penitenciaria del Estado, se llevó adelante con muchas dificultades por no contar con el aporte financiero del Estado. Esto significó no poder contar con profesores o programas que dependieran directamente de la política de Educación del Estado. Teniendo en cuenta éstos antecedentes históricos, en la actualidad la Secretaria de Educación de Brasil es la responsable en promover y desarrollar acciones educativas en contextos de encierro. Sin embargo, dentro de las cárceles de su país, estos espacios aún siguen generando una relación muchas veces tensa con cada administración penitenciaria. Bajo este panorama, agregó, existen demasiadas dificultades conceptuales y de procedimiento para mejorar el acceso a derechos básicos de los internos. Pero sobre todo, predomina la falta de una política nacional institucionalizada que le permita a Brasil revertir la situación actual de la educación en sus cárceles.
La experiencia positiva del PUC
Con miras a profundizar los estudios sobre las experiencias más significativas que tiene América Latina en relación a este tema, para Bessa Ferreira de Oliveira resultó de sumo interés conocer personalmente los programas de educación en las cárceles que se han logrado implementar en Argentina.
Sobre todo, aquellos basados en las prácticas de Enseñanza de Educación Superior. En el caso de nuestra provincia, aparece la experiencia positiva que aporta el Programa Universitario en la Cárcel (PUC) de la FFyH: un espacio institucional creado en el año 1997 y que, desde entonces hasta la actualidad, ha logrado desarrollar distintas estrategias educativas que permiten a internos – procesados y condenados– alojados en el Servicio Penitenciario Córdoba (SPC) iniciar y/ o completar estudios universitarios. También realiza actividades de Extensión y de Investigación que aportan al conocimiento y a la intervención en la realidad carcelaria. Y finalmente, lleva adelante una serie de actividades – charlas, conferencias, debates, ciclos– que estimulan la reflexión sobre el rol de las instituciones involucradas con respecto al efecto de las prácticas educativas en la socialización con sentido democrático, y en una perspectiva de derechos humanos, como soporte para el ejercicio pleno de la ciudadanía. En estos últimos aspectos Bessa Ferreira de Oliveira resaltó como muy positivos el trabajo realizado desde el proyecto Rodando al Margen y la posibilidad de crear una cooperativa de trabajo para internos del Penal San Martín, que también se impulsa y desarrolla en el marco del PUC.
[important]Carolina Bessa Ferreira de Oliveira: es abogada, Magíster en Educación en las Cárceles, doctoranda sobre el mismo tema y funcionaria pública en la Secretaría de Educación del estado de São Paulo, Brasil.[/important]
Texto: Irina Morán
Fotos: Pablo Giordana
Muchas gracias por la asistencia prestada a Carolina Bessa en el Programa Universitario en la Cárcel (PUC) de la FFyH, especialmente a vicedecana Beatriz Bixio.