Jaqueline Vassallo, Noelia García, Mariela Contreras, Sofía Brunero y Graciela Costilla son las autoras del libro “De memoria y ceniza. El archivo personal de la poeta Malvina Rosa Quiroga”, que se encarga de recuperar y visibilizar documentos relacionados con una de las primeras egresadas de la Facultad de Filosofía y Humanidades. La publicación, editada recientemente por la Red de Archiveros Graduados de Córdoba, se realizó en el marco de un proyecto de investigación que trabaja desde 2012 en la línea de Género y Documentación.
“De memoria y ceniza. El archivo personal de la poeta Malvina Rosa Quiroga”, es un libro que recoge el trabajo que comenzó a desarrollar desde 2012 un equipo interdisciplinario de la Facultad de Filosofía y Humanidades y da cuenta del complejo proceso que atravesó este grupo, en el que se entrecruzaron diálogos provenientes de la archivología, la historia, los estudios de género y la literatura. “Este grupo se fue ampliando y convocando a otras personas, y empezamos a trabajar la línea de investigación ‘Género y Documentación’, que tenía que ver con el rescate de documentos o archivos vinculados a la genealogía femenina o feministas de la Universidad Nacional de Córdoba”, cuenta Jaqueline Vassallo, quien junto a Noelia García, Graciela Costilla, Mariela Contreras y Sofía Brunero, son las autoras del libro editado en 2019 por la Red de Archiveros Graduados de Córdoba.
Inicialmente, las investigadoras se propusieron realizar un relevamiento y análisis de la bibliografía referida a los recursos metodológicos surgidos en el campo de la archivología y las estrategias de conservación y difusión de fuentes impulsadas por investigadoras y feministas norteamericanas, europeas y latinoamericanas, que se hicieron eco de estas innovaciones a principios del siglo XXI. “En esa primera instancia, se elaboró un índice de las primeras egresadas de la UNC, desde el siglo XIX hasta mediados del XX, e hicimos estudios teóricos en relación a esto, Después nos abocamos a rescatar el archivo personal de Malvina Rosa Quiroga, una de las primeras egresadas de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Esto tiene que ver con la recuperación de memorias femeninas y de mujeres que transitaron la Universidad Nacional de Córdoba, haciéndolo fundamentalmente desde la archivología”, continúa Vasallo.
El archivo de Malvina Rosa Quiroga, quien también fue una poeta y maestra que gozó de reconocimiento social en la Córdoba de la segunda mitad del siglo XX, hoy se encuentra en la Biblioteca Elma K. de Estrabou de la Facultad de Filosofía y Humanidades, que brindó al equipo un espacio de trabajo, como también el escáner para digitalizar los documentos.
- ¿Cómo llegan al archivo de Malvina Rosa Quiroga?
Jaqueline Vasallo: Llegamos por la reedición de una de sus obras que hizo la Biblioteca Córdoba en el marco del Bicentenario, “Música y humo”. También una docente Erica Krenn, escribió un ensayo sobre ella en el libro Las Nuestras, entonces nos ponemos en contacto con las sobrinas de Malvina Rosa, quienes fueron las que habían resguardado y cuidado varios documentos.
- ¿Qué se quiere reconstruir con la recuperación de este archivo?
Jaqueline Vasallo: Es su tránsito como egresada de la Universidad, como docente de la Facultad de Filosofía y Humanidades, ya que fue docente de Estética en la Escuela de Filosofía. Hemos visto el legajo de concursos de ella e hicimos una reconstrucción por diversos archivos de la UNC, entre ellos el de la FFyH y la Hemeroteca del Cabildo. A varios libros de poemas de ella los publica la editorial de la UNC, o sea que hay un trayecto que hace como docente y como poeta que se ve reflejado a nivel institucional en la UNC. Es una de las pocas mujeres que participa del primer congreso de filosofía que se hace en Mendoza en 1949. Dos mujeres participan por Córdoba y ella es una, que lleva una ponencia sobre estética y que también es publicada en el marco de ese congreso.
Sofía Brunero: También es trascendente que haya pocos archivos de mujeres y eso fue lo que nos impulsó a rescatar archivos personales de mujeres. Por lo general son escasos, fragmentados y de poco volumen. Entonces tener acceso a un archivo personal de una mujer importante en la Facultad de Filosofía para nuestra disciplina fue muy importante. De hecho, participamos en congresos y jornadas donde los archivos personales son abordados por especialistas de la disciplina en que se destacó la persona. Este es un archivo de una profesora y poeta, pero organizado por un equipo interdisciplinario integrado por poetas, archiveras, historiadores, semiólogas y creo que esa es una novedad a nivel metodológico.
Jaqueline Vasallo: Eso es clave. Nosotros hemos transitado por diferentes congresos nacionales e internacionales donde se está hablando de archivos personales, pero justamente quienes están interesados en trabajar un determinado autor van por sus documentos y organizan esos archivos pero desde la perspectiva de su propia disciplina, fundamentalmente en el caso de la literatura, que es lo que podría haber pasado acá. La organización del archivo está vinculada a sus propios intereses y a las lógicas de su propia disciplina. Lo que nosotros hicimos no fue estudiar a Malvina Rosa en su profundidad, sino rescatar su archivo personal, organizarlo siguiendo los principios de la archivología para que vengan especialistas de otras disciplinas y estudien la producción de Malvina que transitó por esta institución desde distintos roles. Eso es lo que nosotras estamos propiciando. En los congresos también tratamos de propiciar que estos autores, que vienen de otras disciplinas y que abordan archivos personales, lo hagan acompañados de archiveros y archiveras, porque eso es fundamental. Si no después organizan un archivo desde su propia necesidad teórica y no puede ser consultado por otros. Por eso hablamos de una archivología hecha desde una perspectiva de género e incluso esbozamos algunas ideas sobre si es posible pensar en una archivología feminista, aunque Malvina Rosa no lo haya sido.
- ¿Cuál es el propósito del libro?
Sofía Brunero: El libro refleja un proceso de ocho años de trabajo e incluye una biografía de Malvina, una contextualización metodológica de archivos de mujeres y cómo abordarlos archivísticamente, cuadros de clasificación y descripciones. Contiene también parte de la obra de Malvina y reproducciones de sus poemas. Así, quien accede al libro puede ver tanto el proceso que hicimos como equipo como también conocer a Malvina y su obra, porque todo está entrelazado.
Noelia García: Además es el primer archivo de una mujer que está en la Universidad Nacional de Córdoba. Queríamos revelar una trayectoria vital de una persona en particular que nos parecía significativa y representativa de una época, de un proceso de la Facultad como historia colectiva al margen de Malvina y de un tipo de mujer que se desarrolló y que entró en estos espacios académicos, que publicó y que tuvo reconocimientos. Va a ser la primera mujer que tiene su archivo alojado en la UNC.
- ¿Cómo fue la reconstrucción de ese archivo?
Jaqueline Vasallo: Fue una construcción nuestra y de la familia. Mientras nosotros transitábamos el proyecto, la familia transitaba el propio. Fue un proceso colectivo de las integrantes del proyecto y también de esta familia a la hora de reunir el material. Las sobrinas viven en diferentes partes del país y se juntaron en la casa de una de ellas. Agruparon diversos objetos, como los anteojos o la máquina de coser donde se hacia sus propios vestidos, y trajeron sus documentos para reunir ese archivo personal. Cabe destacar que la mayoría de las sobrinas son perseguidas políticas de los años 70 que vivieron en el exilio o la cárcel y que cuando salen o vuelven al país la tía ya falleció, de esta manera van reconstruyendo lo que tienen o le fueron dejando no sólo como recuerdo personal.
Noelia García: En eso nos parecía un caso testigo, porque es típico en los archivos de mujeres: quedan en el ámbito doméstico, familiar, reunidos por razones afectivas, no trascienden a los sistemas públicos de consulta y es la memoria que se guarda en la cajita de zapatos, en un placar, por eso queríamos publicarlo y que el patrimonio de mujeres circule de otra forma, que salga de lo privado, y de lo académico, porque la literatura llega un poco más que su obra que es mucho más específica.
- ¿Qué encontraron en este archivo?
Sofía Brunero: Tenemos por un lado el fondo documental, que lo clasificamos en lo que es la documentación de vida privada, la actividad académica y la actividad literaria. Otra característica que es valiosa de este archivo es que Malvina tuvo una vida longeva, entonces tenemos pocos documentos pero en una amplitud en el tiempo que es muy valioso. Y una documentación póstuma que tiene que ver con homenajes que se hicieron después de fallecida, que tenían las sobrinas. Una serie facticia, que denominamos archivísticamente, que son las fotografías, que fueron reunidas por las sobrinas. También se hace un poco de historia oral con las entrevistas a los familiares que tienen los documentos y completa la génesis documental de ese archivo.
- A la hora de recuperar ese material y dividir entre lo que ella quizás quería hacer público y otras cosas que no, ¿cómo se traduce esto en la publicación?
Jaqueline Vasallo: Todo el material queda en el archivo y después vendrá el especialista y lo interpretará. No hacemos ese trabajo. Nosotros ofrecemos un archivo organizado desde una perspectiva archivística.
Sofía Brunero: El desafío era ver qué pasa en una disciplina como la archivología cuando la cruzamos con un archivo personal, ya que está más orientada a los archivos institucionales, con criterios basados en personerías jurídicas y no físicas
Noelia García: Era un desafío para nuestra formación y derriba todo lo que habíamos visto teóricamente en la carrera. No se parece en nada. Y el equipo tenía que ser interdisciplinar sí o sí, porque si no abordarlo iba a ser muy complicado. Y tuvimos que salirnos de lo aprendido, de lo estricto.
Jaqueline Vasallo: Nuestro interés es contribuir en la visibilización de documentos vinculados a las mujeres que transitaron la Universidad Nacional de Córdoba, como sujetos históricos, cuya historia también fue escrita en clave androcéntrica. En definitiva, intentamos aportar en la creación y preservación de memorias, pero tratando a los documentos según las pautas técnicas de la Archivología, para que los posibles consultantes puedan abordarlos desde distintas disciplinas y no a la inversa.
Por Pablo Giordana
Fotos: P.G y gentileza de las autoras.
Malvina Rosa Quiroga
La biografía de Malvina Rosa Quiroga (Villa Dolores, 1900- Córdoba, 1983) apareció publicada en el Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas de Lily Sosa de Newton en 1986, editada por Plus Ultra, a tres años de su muerte. Sosa de Newton la definió como “escritora y profesora universitaria”, así como la primera mujer egresada de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba. Señaló su paso por la docencia primaria, secundaria y universitaria, y un trabajo sostenido en el mundo de la cultura de Córdoba: un cargo de crítica literaria en órganos periodísticos, dictado de conferencias e integración de jurados, la publicación de varios libros de poesía y la obtención del premio de literatura por la Municipalidad de Córdoba, en 1978. Asimismo, dio cuenta de la participación de Malvina en el Primer Congreso Nacional de Filosofía, celebrado en Mendoza en 1949.
Gracias a los aportes de su familia y del rastreo documental y bibliográfico que realizó el equipo de investigación de Jaqueline Vasallo, Noelia García, Graciela Costilla, Mariela Contreras y Sofía Brunero, se puede señalar que Malvina fue huérfana a muy temprana edad y desde los 13 años fue criada por su abuelo materno, de origen suizo, dedicado a la construcción de capillas y escuelas en la zona. Educada en las primeras letras con maestras particulares, continúo su formación en instituciones religiosas, primero en la “Escuela Graduada Francisco Torres” de Villa Dolores, donde fue alumna del sacerdote e historiador Pedro Grenón y posteriormente en el internado de las “Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús”, en Villa Cura Brochero. Cursó los estudios de segundo nivel en la “Escuela Normal Mixta” de Villa Dolores.
En el año 1922 egresó con el título de Maestra Normal Nacional de la Escuela Normal “Dalmacio Vélez Sarsfield”, de su ciudad natal. Ejerció la docencia primaria desde el año 1923 hasta que se jubiló y fue profesora de Castellano en la Escuela Terminal “Mariano Fragueiro”, institución experimental escolanovista.
Paralelamente a la docencia, la poesía fue uno de los ejes principales de su vida. Su actividad literaria comienza formalmente en 1925 con la publicación del libro Mis rosas pálidas y fue, hasta a su muerte, una de las poetas con mayor producción del interior del país.
Malvina se transformó en maestra normal, como tantas mujeres que cursaron estudios en la escuela normal, que había creado para las hijas de la pequeña burguesía urbana, “una verdadera carrera de mejoramiento intelectual, social y económico”.
Malvina Rosa fue una de las primeras mujeres egresadas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, donde estudió Filosofía, obteniendo título de grado y de Doctora. Asimismo realizó estudios de idiomas y pedagogía del lenguaje, egresando, en 1947, como traductora de italiano e idónea en portugués y alemán.
Cuando llegó a la Universidad Nacional de Córdoba, ingresó a un espacio institucional de educación superior que llevaba apenas unas décadas abierto a las mujeres. A ella le habían precedido las primeras parteras, parteras, médicas, farmacéuticas, odontólogas, abogadas y notarias. Estudió en los años 40, cuando las humanidades estaban divididas en una serie de institutos de investigación dependientes de rectorado, que habían comenzado a insinuarse a mediados de los años 30, hasta que en 1946, se fundó la Facultad de Filosofía y Humanidades. Entre ellos, se hallaban el Instituto de Filosofía (1934), que luego pasó a ser Instituto de Humanidades (1940); el Instituto de Estudios Americanistas (1936) y el de Lingüística, Etnología y Folclore (1941).
Luego, siguió cursando varios idiomas en la Escuela de Lenguas, de donde a partir del 37 habían egresado las primeras profesoras y traductoras de italiano, y durante la década siguiente, del idioma alemán.
En la Facultad de Filosofía ejerció la docencia en las cátedras de Estética, Literatura Hispanoamericana, Historia Americana de la época de la Conquista” e Historia del Arte. Debido a sus amplios intereses y formación, tuvo una fructífera producción científico-cultural, pedagógica y literaria. Entre 1925 y 1982 publicó Rosas pálidas (1925), Horas tuyas (1929), “Silenciosamente” (1931), Flor de Ceniza (1948), Estrella y Soledad (1949), Música y Humo (1951), Arcángeles ciegos” (1965), Recuerdo y ausencias (1978) y Fervor (1982).
En 1966 integró el jurado que seleccionó, por primera vez, los premios municipales a la producción intelectual en la ciudad de Córdoba sobre Poesía, Novela, Historia y Filosofía.
En su rol docente, Malvina publicó numerosos trabajos pedagógicos en diarios y revistas didácticas sobre la enseñanza del castellano. Entre ellas, La intuición artística (1949) y la Pedagogía del lenguaje (1952). Integró la redacción de las Revistas del Consejo de Educación de la Provincia y formó parte de las Comisiones de Reformas de Programas en el Consejo General de Educación y del Centro de Estudios Pedagógicos de la Escuela Normal “Alejandro Carbó”.
También participó en el primer Congreso Nacional de Filosofía celebrado en Mendoza 1949, con una ponencia titulada “La intuición estética”. Se trató de un evento que tuvo lugar durante la presidencia de Perón, y en el marco de la disputa por la hegemonía ideológica del peronismo, en un momento en que se avecinaba la Reforma de la Constitución, cuyos tintes laicos suscitaban el encono del catolicismo tradicional.
Malvina falleció en la ciudad de Córdoba, en 1983. Durante su vida, y de manera póstuma, recibió numerosos homenajes relacionados principalmente a su actividad literaria. Su libro Recuerdos y ausencias fue premiado por la Municipalidad de Córdoba en 1978. Un Jardín de Infantes radicado en el Barrio Residencial América lleva su nombre, como también el IPEM 301 y la Plazoleta Malvina Rosa Quiroga (Barrio Poeta Lugones), todos situados en la ciudad de Córdoba. También se le ha dedicado uno de los aros que conforman el Paseo del Bicentenario y se le dedicó un capítulo en el libro Las nuestras. Mujeres que hicieron historia en Córdoba (2011).
Finalmente, en Villa Dolores, su ciudad natal y en cuyo cementerio descansan sus restos, existe una calle con su nombre.