La afirmación pertenece Ernesto Treviño Ronzón y surgió como una de las conclusiones más inquietantes de su conferencia «La sociedad del conocimiento y los procesos de transformación de la educación superior: discursos, imaginarios y políticas», organizada en el marco de la Cátedra Libre Deodoro Roca. La actividad se desarrolló el jueves 26 de febrero en el Pabellón Residencial.
Ernesto Treviño Ronzón se desempeña como docente del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, de la Universidad Veracruzana, México. Pero sobre todo, es un reconocido investigador, cuyas líneas de trabajo abarcan temas como políticas públicas y procesos sociales; violencia, seguridad, vulnerabilidad y desarrollo social; políticas y procesos de reforma en la educación; y globalización, sociedad de conocimiento y políticas. Su participación dentro de la Cátedra Libre Deodoro Roca se basó precisamente en exponer su análisis sobre éste último tópico. Lo hizo a través de una minuciosa conferencia donde desarrolló los principales rasgos de la configuración discursiva y los parámetros conceptuales que componen la llamada “Sociedad del Conocimiento” a nivel mundial.
El investigador explicó algunos de sus elementos significantes y los efectos políticos que resultan de su diseminación y apropiación en el ámbito de la educación superior. “Se trata de un concepto de construcción compleja -que tuvo su auge en la década de los ´90-, pero que se encuentra en permanente construcción y genera, a su vez, diferentes disputas intelectuales y políticas”, precisó.
A nivel conceptual, hizo referencia a lo detallado por Stehr (1994), quien explica que la Sociedad del Conocimiento puede ser entendida “como una forma o estado de organización social en que el conocimiento científico, técnico, experto, especializado, –aunque ya no sólo éste– emerge como el principal insumo para el desarrollo social, económico y cultural, lo cual supone sujetos y estructuras adecuadas para interactuar con él”.
Según Treviño Monzón, se podría argumentar que el acceso a la “Sociedad del Conocimiento” genera entonces una mayor democracia, mayores niveles de justicia, y por ende más libertad en las sociedades modernas. Sin embargo, los intereses que graviten sobre esta “sociedad” y el conjunto de políticas que se implementan para orientar el desarrollo económico de cada país, con incidencia directa en los ámbitos educativos, terminan tensionando el acceso, mayor o menor, sobre estas mismas dimensiones.
Otro rasgo que señaló fue el alto grado de ambigüedad o simplificación con el que se enuncian estos conceptos. Un aspecto que se traduce, la mayoría de las veces, en generar escasas acciones y también políticas ambiguas.
Explicó además cómo la llamada Sociedad del Conocimiento incide sobre la circulación y construcción de discursos, de imaginarios y de los permanentes cambios socio-educativos que se producen a nivel global. En el campo de la educación superior, el concepto repercute en la formulación y aplicación de políticas específicas y concretas. Programas que pueden, o no, dar lugar a la producción de identidades sociales, de a cuerdo a cómo se desarrollen los procesos políticos de inclusión y/o exclusión, basados siempre en la producción del conocimiento y el desarrollo tecnológico.
Teniendo en cuenta las estructuras predominantes que rigen el funcionamiento interno de la educación superior, uno de los oyentes de la charla se pregunto si esta llamada Sociedad del Conocimiento no respondía o se afianzaba principalmente sobre las políticas económicas de corte neoliberal. Treviño Monzón respondió que “siempre hay la posibilidad de lucha ante discursos hegemónicos”. El investigador dijo que incluso en organismos internacionales como UNESCO se pretende que el concepto “Sociedad del Conocimiento” sea concebido de manera plural, que abarque las transformaciones sociales, culturales, políticas y económicas que favorezcan el desarrollo sustentable. “No todo se expande bajo la lógica de la economía de mercado”, añadió. “Y es también en la reapropiación de los conceptos que podemos generar su resistencia”.
Ernesto Treviño Ronzón: Doctor en Ciencias con Especialidad en Investigaciones Educativas por el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional e investigador de Tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana, donde es docente de la Maestría en Ciencias Sociales y del Doctorado en Historia y Estudios Regionales, y también es coordinador del Cuerpo Académico Estudios Sociopolíticos. Fue profesor visitante y Honorary Fellow en la Universidad de Wisconsin-Madison y ha sido profesor invitado en diversas instituciones de educación superior de México. A la fecha cuenta con 4 libros publicados en coordinación, 3 libros de autor, 14 capítulos en libros y más de 20 artículos, reseñas y memorias.
Por Irina Morán
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