Dentro de las actividades desarrolladas en la Semana de la Memoria por el Programa de Derechos Humanos de la FFyH, Facundo Trotta, fiscal federal en el mega-juicio “La Perla”, se refirió a la trascendencia histórica y política que tienen los juicios por delitos de lesa humanidad. En este artículo explica el accionar del Terrorismo de Estado, como fenómeno caracterizado por utilizar el aparato de poder para la violación sistemática de los derechos humanos.
La mega causa “La Perla”, que se lleva a cabo en los Tribunales Federales de Córdoba, juzga hechos ocurridos entre los años 1975 a 1978 en nuestra provincia, por delitos de privaciones ilegítimas de la libertad agravada, torturas; torturas seguidas de muerte, homicidios calificados, violaciones y sustracción de menores, en los que tomaron participación las fuerzas de seguridad, cumpliendo órdenes y directivas del Comando del Tercer Cuerpo de Ejército y el Estado Mayor del área 311. Ahora bien, esta causa la conocemos como “mega causa la Perla”, pero que en realidad es “la causa” de la nefasta represión ilegal instaurada por el terrorismo de estado en Córdoba, en el período que va desde marzo del año 1975 hasta fines de 1978, como parte de la dictadura cívico militar que devastó al pueblo argentino. Esta aclaración la hago porque si bien la denominación “mega causa La Perla” obedece a que la mayoría del los hechos que estamos juzgando tuvieron como epicentro La Perla, que además fue el campo de concentración y exterminio más grande de nuestra provincia y uno de los más grandes del país, lo cierto es que la plataforma fáctica de la acusación contiene hechos acaecidos en otros campos de concentración como “El campo La Rivera”, el Departamento de Informaciones de la Policía de la provincia de Córdoba (D2); la Perla Chica o Malagueño, la Casa de Hidráulica y el Destacamento Pilar, vale decir, abarcamos los centros clandestinos de detención más importantes de nuestra provincia. Pero además, juzgamos hechos ocurridos fuera de esos campos, en distintos puntos de nuestra provincia, como son las torturas y los asesinato cometidos por el denominado Comando Libertadores de América (grupo paramilitar compuesto por personal militar y de la policía de la provincia de Córdoba), por el personal del Departamento de Informaciones de la policía de la provincia de Córdoba (fundamentalmente antes del golpe), personal del Destacamento de Inteligencia 141 (antes y después del golpe) y demás unidades dispuestas para la represión. Por eso es que digo que esta es “La Causa de la Represión ilegal en Córdoba en su totalidad”, porque abarca todo el arsenal dispuesto por el aparato represivo del estado para la violación masiva y sistemática de los derechos humanos en nuestra provincia.
Los hechos que estamos juzgando ocurrieron dentro de un mismo contexto, vale decir, en el contexto del “Terrorismo de Estado” o del “Estado Terrorista”, fenómeno caracterizado por la utilización de un aparato de poder organizado para la violación de los derechos humanos. Este terrorismo de estado presenta una particularidad que lo hace irracional: la adscripción a un plan sistemático de violación masiva de derechos delineado desde el estado, consistente en la utilización de atroces e inhumanos procedimientos de tortura como método para obtener delación y, por otro lado, el “aniquilamiento” de aquellos que eran considerados opositores al régimen que se pretendía instaurar, a quienes se les atribuyó el mote de “subversivos”, teniendo siempre como finalidad última lo que se catalogaba como la “Seguridad Nacional”.
Una política semejante sólo pudo imponerse a través de una violencia ilimitada: prohibiendo los partidos políticos, interviniendo los sindicatos y las facultades, amordazando la prensa e infundiendo temor en toda la sociedad.
El objetivo de la represión, camuflado bajo el pretexto de la lucha contra la “subversión”, fue despolitizar a la ciudadanía, con el propósito de “normalizar” un momento histórico percibido como “amenazante” para el orden social vigente, pero que en realidad era amenazante para el factor de poder vigente.
A esos fines se dispusieron diversos lugares para recluir a personas que siendo consideradas “enemigos”, eran secuestradas y mantenidas en condiciones infrahumanas, procediendo sistemáticamente a interrogarlas, valiéndose de diversos métodos de tortura, a los fines de obtener información y lograr así nuevas detenciones.
De los campos de concentración que existieron en nuestra provincia, “La Perla” se erige como el lugar en el que ocurrieron los hechos más atroces. Las personas allí alojadas permanecía acostadas en colchonetas de paja, con vendas en ojos y manos, sin posibilidad de contacto con los demás secuestrados, careciendo de la alimentación, higiene y atención médica adecuada, como así también de información fidedigna respecto al lugar y causas de detención, autoridades intervinientes, y destino que habría de imponérsele, escuchando constantemente gritos y lamentos de otras personas que eran allí torturadas, siendo interrogados mediante la aplicación de diversas torturas. Como consecuencias de esas torturas, fundamentalmente la combinación de picana eléctrica y golpes, muchas víctimas murieron.
Además, desde este campo de concentración fueron retiradas un número importante de personas que fueron fusiladas, ocultando sus restos, los que actualmente se encuentran desaparecidos. En otros casos, esos fusilamientos se disimularon presentándolos como supuestos enfrentamientos armados, entre las “fuerzas del orden” y “delincuentes subversivos”, convirtiéndose este mecanismo en un importante medio de manipulación de la opinión pública, pues, por un lado se infundía el temor en la sociedad respecto del obrar delictivo de la “subversión”, y por el otro, se presentaba el accionar de las “fuerzas de seguridad” como el instrumento necesaria para alcanzar la paz social.
Esto permite comprender que las víctimas del terrorismo de estado no sólo fueron aquellas que pasaron por un campo de concentración sino la sociedad toda, pues todo el pueblo fue destinatario del terror y la manipulación.
Acotando un poco más ese concepto, también fueron víctimas del terrorismo de estado los familiares de las víctimas directas, quienes soportaron un doble sufrimiento, por un lado, les arrancaron sin explicación alguna a su ser querido, ello acompañado de la negación sistemática acerca del destino, de donde se encontraba, cómo se encontraba. En este juicio hemos tenido innumerables testimonios de familiares que dan cuenta de cómo recurrían a la comisaría cercana a su domicilio, al D2, al III Cuerpo de ejército, a la iglesia, a la justicia y en todos los casos la repuesta era la misma, aquí no está, no sabemos nada, se habrá ido con otra/o, estará secuestrado por alguna organización guerrillera, etc. Estas respuestas eran terriblemente desgarradoras porque en muchos casos los familiares habían presenciado el secuestro, y había advertido que era personal del ejército o del D2 los que habían intervenido.
A esa situación de no saber qué había pasado con el familiar, como si se los hubiera tragado la tierra, se agregaba el señalamiento de gran parte de la sociedad civil. Muchos familiares han destacado el estigma que significaba ser hijo, padre, hermano de un desaparecido.
En definitiva, este juicio nos deja una reflexión: las diferencias que existen en una sociedad nunca más pueden ni deben resolverse recurriendo a la violación de los derechos humanos. Dicha reflexión adquiere especial significancia a la luz de los acontecimientos que han ocurrido en estas últimas semanas en nuestro país.
Por Facundo Trotta
Facundo Trotta es abogado, especialista en Derecho Penal. A partir del 2009 fue designado para casos complejos, interviniendo en causas por delitos de lesa humanidad y en la causa por las explosiones de Río Tercero. Más tarde se desempeñó como Fiscal Federal subrogante a cargo de la Fiscalía Federal de Villa María. Desde 2013 trabajó como Fiscal General subrogante a cargo de la mega causa por delitos de lesa humanidad «La Perla».De manera paralela, lleva adelante la investigación por la responsabilidad de ex funcionarios judiciales en la última dictadura cívico militar.
Conferencia del Dr. Facundo Trotta, en el marco de la Semana de la Memoria realizada por la FFyH.
Conferencia del Dr. Facundo Trotta from Área de Tecnología Educativa on Vimeo.
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