El miércoles 17 de junio el “Seminario de procesos comunitarios e intervenciones pedagógicas” de la carrera de Ciencias de la Educación de la FFyH visitó por última vez el centro comunitario “El vagón” de barrio Villa Cornú, en el marco de la práctica sociocomunitaria que se desarrolló allí durante el primer semestre de este año. Del trabajo conjunto entre este espacio de formación y la institución, resultará la publicación de un libro que sistematice y objetive los diecinueve años de trayectoria de “El vagón” en el barrio.
A la altura del nueve mil, a pocas cuadras de la avenida Donato Álvarez, precisamente en Villa Cornú, hay un vagón que en la plenitud noventista viró su destino. No se sabe a ciencia cierta porqué lo estacionaron allí, pero en el año 1996 un grupo de personas decidió convertirlo en guardería para los niños y niñas del barrio.
Cecilia Gaitán estuvo desde el comienzo. Ella nació, creció y eligió trabajar con los niños y niñas de Villa Cornú. En el centro comunitario “El vagón”, junto con otras personas, comenzó a hacerse cargo del cuidado de los chicos y chicas y el trabajo diario generó nuevos desafíos. La guardería se convirtió en jardín maternal y pre-jardín, y el vagón se amplió. De a poco construyeron más salas y se anexó un comedor, una merienda reforzada y la Escuela de Deportes de la que participan los chicos y chicas del barrio y alrededores hasta los catorce años.
Además del trabajo cotidiano, una de las principales fortalezas de las organizaciones sociales es la capacidad de generar lazos que refuercen y profundicen la labor comunitaria. En este sentido, la gente de “El vagón” se vinculó con el “Seminario de procesos comunitarios e intervenciones pedagógicas” de la Escuela de Ciencias de la Educación de la FFyH y, del trabajo conjunto, surgió la idea de elaborar un libro que sistematice casi veinte años de trayectoria.
“Está muy bueno lo del libro porque vemos en papel qué piensan, sobre cómo trabajamos, las personas externas a nuestra institución. Está buena esa mirada porque seguro tenemos algunas falencias y esto nos ayuda a hacer las cosas mejor”, expresa Cecilia y recuerda que después de un primer encuentro en el que se conocieron con las docentes y los estudiantes del Seminario, empezaron a trabajar en la elaboración del escrito: “Lo más importante para mí es que el libro salga a la comunidad y que los padres vean el trabajo que se hace acá. El objetivo es que ellos también se sientan parte, que se apropien del vagón más allá de dejar a sus hijos. Los niños lo hacen naturalmente porque vienen a jugar y a la Escuela de Deportes. Para ellos ésta es su casa”, afirma la docente.
En concreto
Con el objetivo de generar instancias de formación que permitan acciones en territorio, el “Seminario de procesos comunitarios e intervenciones pedagógicas” inició este año su primera práctica sociocomunitaria en el marco de la FFyH. A través de un vínculo que ya existía entre el centro comunitario “El vagón” y el equipo docente, se llevó a cabo un trabajo concreto en la institución que consistió en una serie de encuentros de los que surgió la idea del libro. “La intención de esta experiencia fue que las protagonistas fueran ellas, las docentes del jardín. Y que todo su trabajo de años se viera plasmado en un libro nos pareció una buena idea”, dice Marina Yazyi, miembro del equipo docente del Seminario y vínculo principal entre ambas instituciones. En relación a esto, Silvia Ávila, profesora titular del Seminario, señala la importancia de los egresados en la construcción de lazos con los actores no universitarios y los describe como “el puente necesario”. “Ellos tienen muy frescos los procesos de formación en la Facultad y se vinculan a ella como un lugar querido, al que se quiere volver con la experiencia y, por otro lado, tienen trayectorias muy significativas en otros espacios”, explica.
En esta experiencia en particular, el trabajo de los universitarios consistió en sistematizar los relatos del equipo de “El vagón” y hacer un registro fotográfico. Precisamente en este último encuentro socializaron el borrador y las fotografías seleccionadas para que las docentes de la ONG intervinieran y modificaran según sus criterios.
La universidad en el territorio
Con respecto a la práctica sociocomunitaria como experiencia educativa, Ávila explica que fundamentalmente generó nuevos interrogantes en los estudiantes y en el equipo docente: “Creo que este tipo de prácticas y ésta concretamente les ha abierto a los estudiantes preguntas en relación a cómo se construye este proceso y cuáles son las interpelaciones que tenemos que asumir desde nuestro lugar de universitarios”, dice, y agrega que como equipo docente las movilizó mucho tener que dar esas respuestas. “Lo interesante de estos procesos es pensar cómo se construye con el conocimiento disponible en la universidad”, reflexiona, y explica que este tipo de acciones conllevan a repensar la intervención pedagógica, los procesos colectivos, el trabajo de las organizaciones y, fundamentalmente en este caso, la cuestión de la niñez. En la misma línea se expresa Fresia, una de las estudiantes que participó de la experiencia, cuando dice: “Este tipo de aprendizajes acorta mucho el camino entre la teoría y la práctica y lo más valioso para nosotros es que el trabajo de esta gente trascienda en un libro”.
Dice Silvia Ávila que hubo dos aspectos que los “han atravesado significativamente como equipo”. Por un lado, el trabajo conjunto entre la Secretaría de Extensión y las cátedras de grado, que posibilita la reflexión en torno a la función extensionista no sólo de manera conceptual, sino también en términos de cómo llevarla a cabo. Por otro, la temática de los derechos humanos desde la voz de las docentes del centro comunitario: “Si bien es una cuestión que nosotros incluimos como tema del Seminario, nunca había tomado el peso y la significación que adquirió cuando ellas nos hablaron del niño como sujeto de derecho y nos contaron cómo se plasma en la práctica cotidiana”, manifiesta, y destaca la importancia del trabajo con actores no universitarios para formar estudiantes involucrados en el bienestar social: “Aspiramos a una universidad en donde se aprenda a comprometerse y eso se lo logra a través de gente que trabaja desde el compromiso con el otro, y las docentes de “El vagón” nos enseñaron que eso puede hacerse diariamente”.
Por Georgina Ricardi
Comunicación / Secretaría de Extensión de la FFyH
Nota publicada originalmente en www.ffyh.unc.edu.ar/extension
Excelente experiencia. Muestra una de las tantas maneras de producir conocimiento colectivo entre diversas organizaciones e instituciones educativas.
Muy bueno difundir estos procesos.
Felicitaciones