El 14 de abril se cumplieron 25 años de la creación de H.I.J.O.S y, en marzo, María Paula Puttini se graduó de licenciada en Historia con una investigación que reconstruye las especificidades de la conformación de la regional Córdoba y las acciones en el espacio público que durante la segunda mitad de la década de los 90 renovaron y resignificaron la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia en medio de la impunidad menemista.
El 11 de marzo, apenas unos pocos días antes de que comenzara la cuarentena en Argentina para enfrentar al Covid-19, María Paula Puttini defendía el trabajo final de Licenciatura en Historia (1) con una investigación que bucea en la conformación de la regional Córdoba de H.I.J.O.S, una organización que nació para renovar y resignificar la lucha por los derechos humanos en un momento del país en el que reinaba la apatía política y la impunidad jurídica de los responsables del Terrorismo de Estado, a raíz del pacto de Menem con las cúpulas militares y la complicidad del poder judicial.
El nombre de la flamante organización lo decía todo: H.I.J.O.S por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio, y la regional Córdoba jugaría un rol protagónico en su conformación y desarrollo a nivel nacional, no sólo en el vínculo con los organismos ya existentes, sino como construcción de un nuevo espacio de participación política juvenil.
Las especificidades de esa historia que el 14 de abril cumplió 25 años, es la que reconstruye para Alfilo María Paula Puttini en un proyecto que comenzó en 2015 con la dirección de la doctora en Historia, Ana Carol Solís, y el apoyo de la primera beca de iniciación a la investigación del Programa de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
Para realizarlo, la autora recopiló voces de muchxs que prestaron sus palabras, sus folletos, sus afiches y sus historias de vida. Además, la agrupación HIJOS y los Espacios de Memoria que se crearon durante el kirchnerismo se mostraron “entusiasmadxs y solidarixs con el proyecto” según Puttini.
Escarbando en los archivos
La investigación fue motivada porque desde mediados de la década de 1990 la conformación de H.I.J.O.S. Córdoba resultó paradigmática por todo lo que actualizó y resignificó las demandas históricas del Movimiento de DDHH, articuló la participación política de lxs jóvenes por fuera de los partidos y la militancia universitaria en un contexto de crisis y reformulación de la participación política y juvenil. Formada entre mediados y fines del año 1995 y principios de 1996, esta agrupación definió inicialmente su membresía en relación a hijxs de represaliadxs del terror de Estado de los años setenta. Ellxs intentaron tener voz propia frente a la impunidad que institucionalmente había obstaculizado la resolución de demandas históricas de memoria, verdad y justicia. En tal sentido, resultó igualmente novedosa la manera en que construyeron instancias organizativas que lxs vincularon tempranamente con otrxs colectivxs. Esto permitió la conformación en 1998 de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba y la Mesa de Escrache Popular, en los primeros dosmiles.
El objetivo general de esta investigación fue reconstruir las especificidades de la conformación de la agrupación H.I.J.O.S. Córdoba y sus acciones en el espacio público durante la segunda mitad de la década de 1990. Una característica de la historia reciente corresponde al uso de fuentes no oficiales y diversas. Por eso se buscaron las voces de lxs protagonistas en primera persona en las entrevistas propias y en otros registros: trabajos de otras investigadoras (2), prensa escrita, programas radiales, la colección Hijos de detenidos y desaparecidos del Archivo Provincial de la Memoria de la Provincia y la base de datos de Acción Colectiva (3) que realizó el equipo de investigación de la historiadora Mónica Gordillo. Y, en cuanto a las fuentes escritas, se revisaron revistas y folletos de la agrupación, del Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba y la Mesa de Escrache Popular y noticias del diario La Voz del Interior. También trabajamos audiovisuales realizados por la propia agrupación y canal Encuentro.
Cuando lxs H.I.J.O.S. eran hijxs
Para comenzar esta historia necesitamos conocer un poco acerca del Taller Julio Cortázar. El mismo fue un antecedente directo de la conformación de H.I.J.O.S. Córdoba. Fue una experiencia original y colectiva que comenzó a transitarse contemporáneamente a la salida democrática. Organizado y coordinado por algunxs miembrxs de las organizaciones de DD.HH de Córdoba (4), transitaron por él más de 500 niñas, niños y adolescentes. Allí participaron de encuentros, talleres y juegos hasta el año 1992. Esta experiencia culminaría años más tarde con la realización del emblemático campamento de San Miguel, que dará origen a la organización H.I.J.O.S. Córdoba y será el inicio de la red nacional de H.I.J.O.S.
No era fácil ser “hijx de” en los ochenta. Era muy difícil para estos niñxs hablar de lo que les pasaba. Incluso algunxs no conocían su historia. En los ’80 se constituye un escenario donde la cuestión de los DD.HH aparece en agenda de diversas maneras. Por una parte el gobierno nacional a través de la conformación de la CONADEP, que tiene su réplica en Córdoba, con el juicio a las Juntas Militares, y luego con el retroceso que implicaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Por otro lado, los organismos lograron visibilizar sus demandas de Memoria, Verdad y Justicia desde el trabajo en conjunto, legitimando la lucha, denunciando y creando arcos de solidaridades.
Si bien el Taller fue una experiencia cordobesa, podemos citar otros espacios parecidos que funcionaron en distintos puntos del país. No podemos afirmar que fueran los únicos, pero tenemos conocimiento de que funcionó el taller “Inti Hausi” en Santiago del Estero, otro en Capital Federal, en el barrio de Floresta, uno en la ciudad de Rosario y el “Taller de la Amistad” en la ciudad de La Plata. La importancia del taller reside no sólo en la posibilidad de transitar el duelo de una manera posible por parte de sus participantes, sino también en enseñarles a organizarse, a trabajar sus historias y autogestionarse.
Y, un día, se organizaron
El nacimiento de H.I.J.O.S. y de H.I.J.O.S. Córdoba intentó romper con el silencio y la impunidad impuestos en la sociedad. A principios del año 1995 las declaraciones de Scilingo sobre “los vuelos de la muerte” habían instalado la cuestión del terror de Estado en la escena pública nuevamente. Asimismo, seguía primando como discurso hegemónico la teoría de los dos demonios que igualaba las responsabilidades de “ambos bandos” y desresponsabilizaba a la sociedad civil. Urgía la necesidad de mostrarse al mundo. Entender cómo el dolor de cada unx es el dolor de una sociedad. Apareció la necesidad de organizarse y de mostrarse frente a lxs otrxs para contar la propia historia que era, también, la historia del terror de Estado.
En el campamento de San Miguel empezó a tomar forma esta historia: “Un nombre que se nos ocurrió es una sigla que es H.I.J.O.S. Que significa hijos por la identidad, la justicia, contra el olvido y el silencio. Ese es un nombre que salió eh… es H.I.J.O.S. Claro, la H es hijos, la I es identidad, la J es justicia, la O es olvido y la S de silencio. Pensamos que este es un núcleo de hijos, de donde surge esta propuesta de no dejar tranquila a esta sociedad o a parte de esta sociedad. No dejarla tranquila con el tema de la memoria, bueno un poco por eso y otro poco porque de alguna manera esta sociedad es hija de eso: el silencio y del terror”, señala Agustín Di Toffino, uno de los fundadores. (5)
En esta cita podemos ver cómo la impunidad y el horror fueron parte del surgimiento de la agrupación. Pensar en revisar la historia, proponer otras miradas sobre el pasado reciente, entender que no sólo tenían que estar ahí por sus historias personales sino también porque hay una sociedad que olvidó, que no quiere saber.
El 31 de agosto hicieron su primera aparición pública en el auditorio del teatro del Sindicato de Luz y Fuerza. Los acompañaron Norma Morandini, Guillermo Mariani y Mempo Giardinelli. Ese día se proyectaron los videos H.I.J.O.S. y Razón de la Memoria, que fueron financiados por el Taller Cortázar y la ONU. Al final del video Razón de la Memoria, Carolina Llorens leyó la carta escrita alrededor de sus compañeros. Entre sus líneas decía:
“Durante años estos niños crecieron tratando de reconstruir sus vidas, mediante preguntas, recibiendo respuestas a medias, con muchas lágrimas, dolor. Como un rompecabezas al que le faltaban muchas piezas. Esa historia es nuestra historia. Nosotros somos esos hijos, hemos crecido, hoy estamos juntos. No sólo para preguntar, sino también para hablar y exigir. Esta sociedad es hija del silencio y del terror. Se pretende tender un manto de olvido sobre la historia de nuestro país. No somos partícipes de este muro de silencio. Queremos derrumbarlo.” (6)
Si miramos hacia atrás y pensamos en los 25 años que ya tiene esta organización, la llegada de la agrupación al Movimiento de Derechos Humanos fue disruptiva, movilizó la memoria social sobre la última dictadura militar. Ellos se encargaron de romper el silencio a través de los escraches, de la participación en los juicios, de la militancia en las escuelas, en los barrios y en los sindicatos.
Las sierras tienen ese no sé qué
La experiencia del taller Cortázar concluyó con un campamento en San Miguel, cercano a Río Ceballos, en la provincia de Córdoba. Era el año 1995. “Se les ocurrió convocar no solamente a los que habían pasado o participado de algún taller Cortázar, sino a otros hijos tanto de desaparecidos como de ex presos políticos, de asesinados, exiliados. Y bueno, esa experiencia fue en semana santa del 95´”, cuenta Silvia Di Toffino. (7)
Allí, aquellos niños, niñas y adolescentes, que ahora eran jóvenes, se juntaron a recordar esas experiencias de los años 80´ y sumaron a otrxs tantxs que por primera vez compartieron el espacio.
“Me cambió la vida el sólo hecho de estar con otros y saber que no soy la única. Sabía que no era así, lo de la única, pero creía que la mía era la peor historia del mundo. Me di cuenta de que hay historias mucho peores”, recuerda Paula. (8)
Este acontecimiento hay que enmarcarlo en la coyuntura del neoliberalismo y sus consecuencias socioeconómicas, las leyes de impunidad y los indultos. Ante este contexto lxs futurxs H.I.J.O.S. siguieron buscando respuestas ante las injusticias pasadas y las presentes. Algunxs se conocían del Taller Cortázar, otrxs se estaban encontrando. Lxs unía ese “ser hijx de” y un montón de preguntas sin respuestas que estaban dispuestos a tratar de responder. Este espacio fue reconocido como un hito fundacional en la agrupación, y ahora los objetivos se redefinieron en otros: acompañar a cada unx de “los compañerxs” en los diferentes estadios en relación a la historia de sus padres y enunciar un reclamo a la sociedad, “que abra los ojos”, que recuerde, que tome conciencia (LIPONETZKY, 2011, pág. 132). Lxs hijxs sintieron la necesidad de andar, de no quedarse de brazos cruzados ante la realidad que les tocó vivir y ante el contexto sociopolítico de los años 90´.
Si bien al campamento de San Miguel asistieron chicxs de otros lugares del país -aunque la mayoría eran cordobeses- en octubre de ese mismo año se realizó un campamento en Cabalango donde participaron muchas más personas. Estuvieron presentes las regionales de H.I.J.O.S. Mar del Plata, Chaco, La Plata, Buenos Aires, Salta, Jujuy, Santa Fe, Rosario, Santiago del Estero, Córdoba y Tucumán. Esto permitió la organización en red: cada una de las regionales, siguiendo los principios y los objetivos fijados, tenía una autonomía de trabajo que les permitió ligar los lineamientos de H.I.J.O.S. con la realidad particular de su propia ciudad o región.
Se hace camino al andar
La organización del campamento de Cabalango coincidió con la asunción del General Bussi como gobernador electo de Tucumán. En una sociedad donde primaba la impunidad era posible algo así. Fiel a sus objetivos, la organización, una vez terminado el campamento, se dirigió al centro de la ciudad de Córdoba para manifestarse en contra de esta medida. Se emitió un comunicado en el diario invitando a la sociedad cordobesa a “expresar el repudio ante la amnesia de un sector de la sociedad, y por la impunidad reinante que permite que un genocida asuma como gobernador” (9). Emiliano Fessia, (10) hoy, a la distancia, piensa ese día como un anticipo a lo que luego fueron los escraches: “Ya veníamos con la idea de “día de la vergüenza nacional” el 29 de octubre, cuando asume Bussi […] con ese contexto acá en Córdoba dijimos bueno, hay que escracharlo a Menéndez”. (11)
H.I.J.O.S. también va a ser novedad por volver a hablar de la lucha setentista de sus padres y madres. Se intentará mostrar que la represión de la última dictadura cívica militar fue dirigida a un grupo específico de personas por sus ideales y acciones económicas, sociales y políticas. Son sujetxs políticxs. A su vez, denunciaron continuidades represivas y económicas que tuvieron lugar en los años ’90 durante los gobiernos de Menem, Mestre y De la Sota. Desde la agrupación se pensaba la cuestión de los DD.HH de manera amplia, y se realizaban acciones en conjunto con otros sectores en lucha en contra de la pobreza, el neoliberalismo y los casos de gatillo fácil.
Una de las acciones más recordadas fue una campaña de pegatinas de afiches contra Luciano Benjamín Menéndez. En él se utilizó un lenguaje jurídico –que luego será replicado en los escraches- para referirse a las acciones cometidas por el militar mientras estaba a cargo del Tercer Cuerpo de Ejército que dejaba en evidencia su impunidad. “Fue una campaña de afiches con la foto grandísima de Menéndez en primer plano y más abajo la foto chiquita de cuando saca el puñal de paracaidistas saliendo de Canal 13. Y lo veía y ahí ya hay un lenguaje que denuncia también con un lenguaje jurídico: acusado de delitos, ti, ti, ti”, completa Fessia.
Cabe señalar que esta visibilización pública va de la mano de múltiples acciones que realizaba el Movimiento de DD.HH en la justicia. Desde el momento en que se produjo el decreto 1002/89 por el cual se indulta a todos los jefes militares procesados que no habían sido beneficiados por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, intentarán reabrir la causa que regía contra Luciano Benjamín Menéndez.
“A donde vayan los iremos a buscar”
“La justicia sólo se dará con la condena social, con medios alternativos como el escrache por ejemplo, donde la sociedad eleve la pluralidad de voces y cuerpos en lucha de la que está constituida exigiendo, nada más ni nada menos, que el acceso real a esa democracia que sólo será sentida como verdadera cuando desaparezca la desigualdad material, es decir la pobreza y las discriminaciones.” (12) (H.I.J.O.S., 1998, pág. 5)
Reconocedores y deudores de la lucha del Movimiento de DD.HH y de la centralidad de las generaciones que los precedieron, H.I.J.O.S. se embanderó en el pedido de justicia institucional y de condena social. El escrache fue la manera que encontró la agrupación para reclamar justicia y promover la condena social en el marco de la impunidad de los años 90´. “El escrache, porque me parece que el tema es, frente a la cultura de impunidad que se vivía, el escrache fue una herramienta liberadora, que pudimos laburarla con los vecinos, en el territorio. (…) y poder compartir con la sociedad lo que en realidad estaba pasando. Acá no había juicio y castigo”, recuerda Silvia Di Toffino. (13)
La organización logró, a través de la búsqueda de información para realizar el “prontuario”, pasar de una lista de 30 represores a más de 300 en poco tiempo. Al principio iban de lo particular a lo general, es decir que se focalizaban en un represor y trataban de averiguar todo de él y, a partir de allí, qué vínculos tenía. Luego decidieron trabajar al revés, relevando todo tipo de fuente y cruzando la información en una base de datos. Se comenzó a sistematizar la información que estaba disponible en diversos ámbitos. Esto, sumado a los Juicios de la Verdad Histórica –que comenzaron en 1998-, fue el puntapié inicial para poder ser querellantes en causas futuras una vez que se reabrieron los juicios.
“Se releva toda la fuente que tengamos, se leen todos los libros, todos los testimonios y vamos poniendo en una base de datos todo lo que surja de cada tipo, esto nos llevó de contar 30 represores a 300. Así surgieron muchas preguntas sobre cómo funcionaban las patotas. El escrache anteriormente tenía un anclaje muy fuerte en lo que el represor era, el título “asesino, torturador del CCD La Perla, lo vieron muchos sobrevivientes, ahora vive en el barrio”. Esta nueva forma de encarar la investigación, de pensar el escrache, de pensar el terrorismo de Estado, nos llevó a preguntar sobre el adentro del campo, que rol cumplían cada uno adentro del campo”, destaca Fessia. (14)
Podríamos plantear que el escrache no sólo sirvió para señalar con el dedo a un represor y mostrárselo a la sociedad, sino que fue clave en la búsqueda de información, del armado de redes, de reconocimiento de torturadores y genocidas.
Pensar en H.I.J.O.S. es pensar en los escraches y en intentar reconstruir la memoria colectiva a través de ellos. Incluso, en pleno funcionamiento del sistema judicial, los escraches se siguieron realizando. Por ejemplo, durante el 2018 se realizaron escraches hacia aquellxs genocidas que no están cumpliendo con su prisión domiciliaria en el marco de la Semana de la Memoria. (15) Más allá del reclamo de justicia, para la agrupación era importante la condena social y la visibilización pública de la cuestión de los DD.HH. Esto no quiere decir que hayan renunciado al pedido de justicia; más bien, por el contrario, el escrache resultó una de las acciones por las cuales, a partir de la presión del Movimiento de DD.HH y sus aliados, el Estado fue retrocediendo en las políticas de impunidad. En este sentido, Emiliano Fessia, nos decía: “Y una señora nos pregunta: “Ustedes que luchan por el juicio y castigo, y ¿qué pasa si no se da nunca el juicio y castigo?” Yo te digo que fue tan fuerte la pregunta, el impacto de la pregunta que dije yo…. y ahí sale esa respuesta no pensada, y bueno, este, en el camino de la lucha yo ya cambié y punto. Si no se llega, ojalá que sí se llegue. De todos modos se iba a llegar […] con mucha intensidad, momentos muy tristes”. (16)
La historia continúa
Emiliano es uno de los tantos ejemplos de cómo H.I.J.O.S. fue disputando terreno en las luchas colectivas y en la cuestión de los DDHH. Ya lo decía Sonia Torres (17) hacia finales de los ’90:
-
“¿Y quién las va a reemplazar cuando pase el tiempo?
-
ST: Hay nuevos; se suman tíos, hijos, nietos a la lucha. Ahora está la organización Hijos, quien es la más politizada porque está integrada por jóvenes, pero es la que va a llevar la bandera.” (18)
Es imposible hablar o enseñar acerca de los últimos años de la historia argentina sin pensar en H.I.J.O.S. y en la influencia de Córdoba. En cómo incidieron en la realización y puesta en escena de los juicios de Lesa Humanidad y en las políticas de Estado de Memoria, Verdad y Justicia. Emiliano Fessia, Martín Fresneda, Mariana Tello, María Cristina son algunos de los nombres propios que tiene la organización y que fueron o son funcionarixs públicxs. En ellxs se enmarcan centenares de jóvenes y no tan jóvenes, que a lo largo de los años se sumaron a esta causa. Personas que fueron represaliadxs o familiares directxs del terror de Estado o que simplemente veían la necesidad de militar la cuestión de los DD.HH. Cuando le preguntamos a Julieta ¿por qué militó en H.I.J.O.S.?, nos respondía: “Me quedé ahí durante varios años porque era un espacio horizontal, donde me sentí cómoda pese a no tener ninguna experiencia política previa. Pude crecer, me dieron lugar […] Fue un lugar donde crecer políticamente, donde la causa de los derechos humanos de alguna manera se me hizo carne, no sé, pienso que es eso: que H.I.J.O.S. me dio una identidad de militante política.” (19)
Esta investigación intenta ser un pequeño aporte en esta historia. Una suerte de homenaje a aquellxs que se embanderaron desde hace más de 40 años en las consignas de Memoria, Verdad y Justicia. A lxs que sostuvieron la lucha cuando nadie la sostenía. Pedían y reclamaban justicia cuando era sólo una utopía. Y siguieron sosteniendo las banderas cuando los DD.HH se convirtieron en política de Estado y cuando dejaron de serlo, también. Porque, como gritamos el año pasado en la última marcha del 24 de marzo:
“La memoria reconstruye la patria que soñamos.”
Foto de portada: Folleto de presentación de la agrupación: https://www.instagram.com/p/B_DH5eSgZdY/?utm_source=ig_web_copy_link
Notas al pie
- Hijos e hijas por la identidad y la justicia contra el olvido y el silencio, regional Córdoba. Resignificación de las demandas de memoria, verdad y justicia durante la segunda mitad de la década del 90´.
- (PIOTTI, 2004) y (MAGRIN, 2009)
- Recopila diferentes acciones colectivas registradas en el diario La Voz del Interior de las décadas del 80´ y 90´.
- El taller estuvo enmarcado en una serie de acciones llevadas a cabo por los familiares de los detenidos desaparecidos hacia finales del periodo dictatorial. Cuando se conformó la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos – Desaparecidos, en 1981, se priorizó realizar algunos proyectos que tenían que ver con la contención de los represaliados y sus allegados y con la difusión de las demandas (OVIEDO & SOLIS, 2006, pág. 156)
- Agustín Di Toffino (relato), en: Occidente Producciones Hijos de una misma historia – Capítulo 1: Hijos e hijas (1 de 2) Serie en línea: https://www.youtube.com/watch?v=zKKp71cKI2Q Buenos Aires, 2015 [Consultado el 25 de julio de 2017]
- Taller Julio Cortázar. Razón de la Memoria, video en línea: http://vimeo.com/8001553 Dirección: Muycas Lorens, Dimas Games, Córdoba, 1995
- Silvia Di Toffino, 20 de abril de 2014, entrevistado por Dante Leguizamón y Miguel Planells. Música para Camaleones, Nuestra Radio. En: https://soundcloud.com/somos-camaleones/m-sica-para-camaleones. Transcripta por María Paula Puttini
- Paula en: (GELMAN & LA MADRID, 1997, pág. 137)
- LVI, 30/10/1995 6A
- Secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba
- Emiliano Fessia, entrevista realizada por María Paula Puttini. 02/03/2018, Espacio de Memoria CCDTyE La Perla, Malagueño, Córdoba.
- Ibidem
- Destacado en el original.
- Silvia Di Toffino, op. Cit.
- Emiliano, entrevista realizada por Natalia Soledad Magrin en: (MAGRIN, 2009, pág. 117)
- LVI, 22/03/2018 http://www.lavoz.com.ar/opinion/por-que-hijos-volvio-los-escraches
- Emiliano Fessia, 23 de junio de 2014, 23 de junio de 2014, entrevistado por Enrique Hansen. Archivo Provincial de la Memoria de la Provincia de Córdoba – Historia Oral, colección: Hijos de detenidos y desaparecidos.
- Titular de Abuelas de Plaza de Mayo-Córdoba
- LVI, 21-03-1999 15A
- Julieta Legeren (2020), ex militante de H.I.J.O.S., actual trabajadora del Espacio para la Memoria La Perla.
Bibliografía citada
- H.I.J.O.S. (1998). Por la justicia. HIJOS(3 – 4).
- LIPONETZKY, T. (2011). Prácticas comunicativas de la agrupación HIJOS, política, resistencia y memoria. En A. B. Ammann, & E. Da Porta, Jóvenes y Mediatización. Prácticas de comunicación y resistencia. Córdoba: Ferreyra Editor.
- OVIEDO, S., & SOLIS, A. C. (2006). Violencia institucionalizada y formas de resistencia social: los organismos de Derechos Humanos en Córdoba durante la dictadura. Trabajo Final para acceder a la Licenciatura en Historia. Inédito.