En el marco de la Semana de la Memoria 2018, se realizó la charla-debate sobre delitos sexuales cometidos durante la última dictadura cívico-militar, más la proyección del documental Lesa Humanidad. Participaron Nilda Jelenic, Dinora Gebennini, Alejandra Gómez y Marta Platía, bajo la coordinación de César Marchesino, director del Programa de Derechos Humanos de la FFyH.
Los delitos sexuales de lesa humanidad constituyen una materia pendiente dentro de la justicia argentina. Sobrevivir al horror, ser mujer y dar testimonio, resulta una tarea tan admirable como imprescindible para que los responsables de estos hechos aberrantes sean juzgados. Con esta convicción, el lunes 19 de marzo en el Auditorio Hugo Chávez del Pabellón Venezuela, se llevó a cabo el panel integrado por Nilda Jelenic, sobreviviente de la última dictadura cívico militar y una de las cuatro protagonistas del documental Lesa Humanidad, junto a Dinora Gebennini, militante social y política de los `70, ex presa política y exiliada, en compañía de Alejandra Gómez, coordinadora del Programa de Violencias de Genero en Contextos Represivos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia y la periodista Marta Platía. Bajo la coordinación de César Marchesino, director del Programa de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Humanidades, la actividad permitió abordar con respeto y altura un tema sensible, narrado por las propias mujeres que durante el Terrorismo de Estado padecieron todo tipo avasallamientos y abusos sobre su integridad emocional y física.
Previo a la proyección del documental, las panelistas tomaron la palabra y hablaron sobre su condición de mujeres sobrevivientes, militantes y comprometidas.
Alejandra Gómez explicó que el documental Lesa Humanidad, realizado por el Programa Violencias de Género en Contextos Represivos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Córdoba, fue concebido con el fin de visibilizar las particularidades de género que tuvo el Terrorismo de Estado, en la represión sobre las mujeres en Argentina. Un trabajo que se inició en el año 2009 y continúa hasta la actualidad, con proyecciones públicas, charlas y talleres de reflexión sobre la militancia femenina en la época, en sus variadas inserciones sociales y políticas.
En su intervención, Dinora Gebennini, remarcó la necesidad de entender que ellas son parte una generación convencida de que era posible transformar el mundo. “Se había producido la revolución rusa, la china, la cubana”, dijo. “Pertenecíamos a esa generación de mujeres donde apostábamos a una construcción colectiva en todos los órdenes. Pensábamos en familias ampliadas, en la maternidad compartida, en nuevas formas de concebir la sexualidad. Somos parte de ese movimiento feminista que hoy tiene cien años y en los ´70 éramos nosotras las protagonizábamos esas luchas y cambios”.
Al tomar la palabra, Nilda Jelenic también se ubicó como parte de una generación que luchaba por un proceso emancipador de liberación nacional. “Estábamos en contra del orden establecido. En contra de las guerras y a favor de la paz” expresó. “Nuestra generación quería transformar la realidad, las injusticias, no sólo en el país, también en el mundo. Pensábamos esos cambios en términos de humanismo e igualdad. Por eso, cuando declaramos en los juicios, nos ubicamos en la no victimización. Nos sentimos parte de un proyecto político que nos interpela y queremos modificar. Sabemos que los delitos sexuales de lesa humanidad no prescriben y es importante que sean condenados, no sólo por la justicia, sino por el conjunto de toda la sociedad”.
Al hablar de la actualidad, Dinora Gebennini señaló cómo a lo largo de la historia, las luchas de las mujeres se han constituido en verdaderos sujetos de cambio y actores políticos. “Todo lo sucedido en el último 8M nos muestra a un movimiento social amplio, diverso y muy vivo. El capitalismo actual trabaja sobre las subjetividades y es formador de conciencia. Es un sistema basado en mentiras y creo que nosotras debemos sumarnos a profundizar los debates de reflexión política”.
Por último, Marta Platía subrayó la valentía de todas las personas que han brindado testimonio a lo largo de los juicios por delitos de lesa humanidad. Y en el caso de las mujeres víctimas de abusos sexuales, «al volverlas a escuchar ahora, y en este documental, cada testimonio sigue golpeándonos y estremeciéndonos de manera muy fuerte», dijo.
En su rol de cronista de los juicios realizados en Córdoba, Platía recordó un momento bisagra en torno a la especificidad de denunciar los delitos sexuales cometidos durante la última dictadura. En este punto, rememoró el valiente testimonio de “Charo” (María del Rosario Miguel Muñoz), quien vivió durante mucho tiempo en Francia y regresó a Córdoba en noviembre de 2010 para declarar en el juicio de la Megacausa La Perla-Campo de La Ribera.
Con total entereza, Charo fue una de las primeras mujeres que se animó a brindar detalles sobre las violaciones y vejámenes que sufrió en cautiverio. En ese momento, el fiscal Carlos Gonella le preguntó si estaba dispuesta a denunciar los abusos sexuales que había padecido. Charo Muñoz no dudó en responder que sí, y al otro día se presentó ante el Juzgado de Instrucción para aportar su testimonio.
La periodista resaltó que “todas estas mujeres son admirables, y que el valor de sus testimonios es imprescindible para que los delitos sexuales de lesa humanidad sean juzgados”.
Una tarea judicial que involucra la acusación de más de cincuenta víctimas y sobrevivientes directos de la última dictadura cívico-militar.
Textos y Fotos: Irina Morán
El juicio que falta
“La Justicia Federal de Córdoba está investigando los crímenes sexuales de los represores durante la dictadura militar, tratados como ‘delitos sexuales de Lesa Humanidad’ y no como ‘tormentos’. Son violaciones y abuso sexuales de todo tipo, cometidos contra mujeres en su mayoría, aunque también contra varones, en centros clandestinos de detención, en cárceles bajo régimen militar o durante los secuestros y desapariciones.
Hay una causa en plena instrucción en el Juzgado Federal N° 3, a cargo de Miguel Hugo Vaca Narvaja, con 45 víctimas de abusos sexuales. Hay otras 12 denuncias acumuladas, por lo que las víctimas podrían llegar a 56. Son mujeres que estuvieron detenidas-desaparecidas en la D2 de la Policía, La Perla u otros centros de detención de la dictadura o la cárcel de San Martín, que ya testimoniaron en esas causas. El expediente por delitos sexuales está caratulado ‘Miguel Ángel Gómez’, por el represor de la D2 apodado ‘Gato’, un reconocido torturador ya condenado en otros juicios por delitos de Lesa Humanidad.
La fiscal federal N°3, Graciela López de Filoñuk, inició la acción penal y elevó el expediente al Juzgado, que procederá a tomar medidas de prueba y testimoniales y, eventualmente, ordenar procesamientos. Hay siete imputados además del ‘Gato’, pero no se descarta que se incluyan por la cadena de mandos. Si las violaciones sexuales forman parte del plan sistemático de la dictadura para desaparecer opositores, como considera la Fiscalía, no podrían ser delitos por mano propia. Tres víctimas son querellantes”.
Fuente:
Lesa Humanidad: 50 mujeres abusadas y violadas por los represores esperan “el juicio que falta”