“Empoderar a las compañeras con esta ley es el gran desafío”

Convocadas por el Área Trans, Travesti y No Binarie de la FFyH, cuatro referentas de distintas provincias, recorridos y experiencias analizan la reciente promulgación de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero, y comparten los desafíos para que las conquistas en el plano legal se traduzcan en acciones concretas que mejoren la situación de personas cuya expectativa de vida hoy es entre 35 y 40 años por la falta de oportunidades y acceso a derechos básicos.

La reciente promulgación de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero, después de décadas de exclusión, expulsión, violencia y vejaciones sistemáticas por parte del Estado y la sociedad, es un paso importantísimo, una conquista enorme de y para una comunidad que cada derecho o mejora ha implicado la superación de todos los obstáculos imaginables. Pasó con la ley de identidad de género y ahora con la que reconoce sus derechos laborales. “Es una conquista de la población travesti y trans de Argentina, un paso más en la construcción de ciudadanía y el acceso al trabajo formal es un eje fundamental”, sostiene, convencida, estoica, Ivanna Aguilera, responsable del Área Trans, Travesti y No Binarie de la FFyH, coordinadora del conversatorio que reunió a cuatro referentas de la comunidad de distintas provincias argentinas.

“Travesías de la ley de inclusión y cupo laboral trans. ¿Cómo seguir?” fue el disparador de la actividad, que sirvió para valorar el larguísimo camino recorrido hasta la sanción de la ley, pero sobre todo para pensar en el no menos complejo desafío de hacer que una herramienta legal se traduzca en acciones concretas que mejoren la calidad de vida de quienes han sido siempre lxs excluidxs de lxs excluidxs. “El acceso al trabajo implica poder proyectarse y embarcarse en un proyecto de vida, en igualdad de condiciones con cualquier ciudadanx. Esta es una ley por la que venimos peleando, militando y guerreando. Es una herramienta importantísima, pero es eso, una herramienta, y la pregunta ahora es cómo seguimos, porque ahora tenemos que trabajar para que se implemente y se cumpla”.

Uno de los puntos centrales que plantea la normativa es la incorporación de un mínimo del 1% de la población trans y travesti en organismos del Estado nacional, además de incentivos fiscales y crediticios para que el sector privado se sume también a la iniciativa. La inclusión en el Estado nacional no implica que automáticamente eso se traslade a las jurisdicciones provinciales. Al ser Argentina un país federal, cada provincia y municipio debe adherir a la ley nacional con legislaciones y ordenanzas propias, lo que implica tanto una posibilidad como un escollo más a sortear por parte de quienes aspiren al empleo público.

En principio, el mecanismo de incorporación a la órbita nacional es a través de un registro voluntario, en el cual se deben inscribir lxs interesadxs, que ya recibió más de cuatro mil postulantes. “Hoy lo que tenemos con la ley es el arado, ahora hay que sembrar para que lxs que vengan puedan cosechar, para que podamos salir de la calle y nuestra expectativa de vida no sea de 35 o 40 años, como lo es actualmente”, resalta Aguilera, anfitriona de un panel muy representativo: Casandra Sandoval, licenciada en comunicación social con experiencia comunitaria en Salta y Córdoba (actualmente vive en Punilla), Delfina Acosta, también comunicadora con inserción en comunidades indígenas de Salta, Ángeles Zúñiga, estudiante de abogacía e impulsora del cupo laboral trans en la provincia y la universidad de La Pampa y Victoria “Cuqui” Rodríguez, delegada del gremio de empleadxs de comercio de Rosario y primera representante sindical trans a nivel nacional. Flavia Dezzutto, decana de la Facultad, también acompañó la actividad.

La primera en tomar la palabra luego de las presentaciones fue Casandra, de larga trayectoria militante y mucho para aportar:

Casandra Sandoval: la ley es como una bisagra que sacude nuestras propias organizaciones. Lleva el nombre de nuestras traviarcas, Lohana Berkins y Diana Sacayán, y tiene toda la legitimidad, porque fue masticada, charlada y debatida de la manera más federal posible, todas las voces del colectivo LGTBIQ+, que creo va a cambiar profundamente las vidas de nosotres. Diana y Lohana tuvieron visiones profundas para desatar esos nudos y lograr la ley. Hay que dar una batalla con el Estado, interactuar con los estados, es una batalla cultural. Les activistas tenemos que saber leer esa realidad, hoy tenemos una herramienta, pero ahora viene la reglamentación, cómo cada provincia va a adherir a esta ley es un primer paso fundamental. Esperemos que desde el colectivo LGTBIQ+ no sean espectadorxs, tenemos que dar la disputa y saber ganar en cada localidad. Los datos del registro voluntario hablan de más de 4 mil interesadxs, pero podemos suponer que son más, me parece que nos estamos quedando un poco cortas, hay que revisar eso del 1% y ver cómo se van creando trabajos. Los organismos nacionales deben abrir el juego, pero no son los únicos, porque ¿cuántos están en todas las provincias? El decreto del año pasado no habilitó a muchxs como esperábamos, fue a cuentagotas. Y para cerrar este tema creo que hay que pensar qué hacemos con los municipios que han implementado el cupo. Hay una bibliografía que se construye con la práctica.

Delfina Acosta: yo me encuentro en una comunidad indígena y trabajo con jóvenes con consumos problemáticos, y en un merendero que cumple 4 años, que se sostiene en base a mujeres y la comunidad. Es desde este lugar que pienso mi trabajo con trans y travestis. Como Casandra, siempre me gustó pelearla y ella fue la que macheteó, quitó las espinas en este norte que es bastante golpeador. La cosecha es hacer que las compañeras puedan ingresar a los municipios. La cosecha es ahora, es hora de ir por lo que se sembró en el norte: trabajar de manera formal o poder darle estas herramientas a las compañeras y compañeros que viven en las comunidades muy alejadas de la ciudad. Creo que nos hemos dormido un poco estos años y hay que volver a pelear, volver a tejer con otras y otros, con lxs indígenas, con otras comunidades, otros espacios, instituciones, ir encontrando rastreos que nos puedan servir. En Salta hay municipios que han ido aprobando, es un camino interesante, en el norte nos hemos metido en los conejos deliberantes a reclamar nuestros derechos. Tenemos mucho para decir y escribir. En la Municipalidad de Orán entraron a trabajar compañeras, pero no se ha dado en el marco de este proyecto, hay que entender cada letra del proyecto, comunicarlo a los estados y a la sociedad. Los estados están vacíos de estos aprendizajes. Algunos intendentes se abrieron para que ingresemos, pero no se ha dado lo del registro voluntario. Una de las posibilidades que veo es que las provincias y los municipios tomen esto del registro como obligatorio, y que sea accesible, para poder saber qué se hace con esos datos.

Ivana Aguilera: hay que insertarse dentro del sistema, no podemos quedarnos por fuera del sistema, porque si nos quedamos por fuera nos quedamos siempre en la resistencia, pateando el blíndex. La única manera es desde adentro, para poder tener los derechos igualitarios. Queremos trabajar para tener un hogar, salud, jubilación, educación, para pensar en tener hijes.

Angeles Zúñiga: en La Pampa se logró un concurso por la ordenanza de la ley laboral trans, por el cumplimiento del 1%. Pero todavía hay un estado que nos mira con desidia, un Estado que nos mira con mucho recelo, todavía cuesta, acá estamos de una provincia que es muy conservadora o muy pacata, pero la batalla se la vamos a dar igual, con la diferencia que ahora se la vamos a dar con la ley en la mano, vamos a patear puertas con esta herramienta, con un marco normativo que nos permite decirles “ustedes están obligados a generar empleo para nuestro colectivo”, así que creo que el desafío es ese repensarnos y también apropiarnos de esto, no solamente las travestis, la sociedad en general, porque todos, todas y todes tenemos que velar para que este derecho se cumpla, ejercitar esto de decir yo necesito un empleo, necesito repensarme como sujetx de derecho y que el estado cumpla, por eso hay que mantenernos vigilantes para que no se burocratice como decía la compañera Delfina, que el derecho llegue a quien le corresponde. En La Pampa estamos esperando la reglamentación, y en la universidad nacional se hizo efectiva con una compañera que está pisando los 40 y no lo podía creer. Se les plantó y les dijo “no quiero estar en una esquina, necesito un empleo y una oportunidad”, y ahora la van a capacitar, así que estamos cosechando estos frutos, de a poquito, pero hay que ir por todo, el momento es ahora, reclamar lo que nos corresponde por derecho.

IA: el primer trabajo es que lxs compañerxs se apropien de esto, porque hay quienes no conocen la ley, hay que hacer trabajo fuerte con nuestra población, porque es algo nuestro, porque si no reclamamos nosotrxs, no lo hace nadie. Empoderar a las compañeras con esta ley es el gran desafío.

Victoria «Cuqui» Rodríguez: con 25 años soy la primera delegada trans elegida por voto popular a nivel nacional y nosotras, las juventudes trans y travestis, tenemos derecho gracias a las compañeras de la primera generación, que abrieron camino para que nosotrxs sigamos. El colectivo trans y travesti no tiene laburo formal, yo soy parte del 10% que tiene laburo, pero el 90% de mis compañeras no tienen laburo formal, no tienen posibilidad de trabajo, la expectativa de vida es de 35 a 40 años y se debe a la falta de posibilidad de trabajo. Sabemos que más del 75 por ciento no terminan sus estudios porque las identidades trans y travestis, cuando somos adolescentes, manifestamos nuestra identidad a nuestra familia y automáticamente la gran mayoría, más 90 por ciento somos expulsadas de nuestros hogares. Al ser expulsadxs de nuestros hogares somos expulsadxs del ámbito educativo y automáticamente también somos expulsadxs de lo que es la mitad de la salud y automáticamente también somos expulsadxs del derecho a la vivienda…, así que frente a todo este efecto que atravesamos como identidad trans, es súper necesaria esta ley recientemente sancionada. Y es necesario decir que esto se logró frente a la lucha colectiva de todo el colectivo de travestis-trans de hace más de seis años, como comentaba Casandra, pero también tener en cuenta que se logró con un gobierno popular y nacional, arrancando este derecho en el 2010 con el ley del matrimonio igualitario gracias a Néstor, seguido gracias a Cristina en el 2012 con la ley de identidad de género, y actualmente gracias a Alberto por esta ley de cupo travesti- trans, cuando hace ya nueve meses lanzó el decreto para otras. Parece un dato menor pero no lo es. En cuatro años de gobierno neoliberal lo único que pudimos hacer es resistir. La ampliación de derechos no es casualidad que surja en un gobierno nacional y popular. El Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad es parte de esto, y Santa Fe es la tercera provincia que tiene su ministerio propio.

Flavia Dezzutto: estoy en este conversatorio como Decana pero también como militante. Como comunidad política y educativa hemos intentado llevar esto a la universidad haciendo eje en dos cosas: la primera es que la voz la tengan las personas involucradas en la problemática, Ivanna en el Área, y un compañero que es consiliario. La centralidad de quién lleve la voz me parece capital, porque son los que saben, los que viven y cómo quieren vivir.

El otro aspecto es cómo, si uno tomara como caso testigo, la UNC tiene un margen de autonomía más que otras áreas del Estado para generar soluciones y que marquen como un mapa. Lo que se señala de cómo seguir, una ley es un marco central, para bien y para mal, hay leyes que son potencialmente de mucho bien y claramente estas que son benéficas lo son cuando son concretizadas por los estados pero asumidas colectivamente. Ahí me parece que la comunidad trans y travesti y quienes somos asociadxs, cómplices en el mejor de los sentidos políticos para plantear ese registro colectivo, tanto para espacios institucionales como la instalación del tema en los lugares que estén a nuestro alcance, para aguijonear como un tábano el lomo de las instituciones y ablandar lo que es muy peligroso: no sólo el conservadurismo, los roles asignados y “personas recomendables”, lo peor de todo es mi propia experiencia es la inercia de las instituciones. Y ahí abro la cancha, la inercia es el conservadurismo tácito, por el cual o bien las cosas son puestas en el cajón y nunca ejecutadas, o lo hacen de una manera tibia, dando apariencia de que se ha hecho. Creo que tanto la dimensión colectiva como politizar las cuestiones es un punto de partida, no de llegada y eso puede ser útil para tramar las estrategias políticas y las afinidades.

Desafíos urgentes

Del dicho al hecho, o de la ley a la práctica concreta hay un trecho. Y más para quienes la reman desde abajo, como es la comunidad trans y travesti. Sin lucha política, callejera, mediática, será difícil transformar las estructuras estatales e institucionales. Y para lograrlo será decisivo el aporte de cada experiencia, de cada trayectoria militante, que si bien es política, no debe confundirse con la partidaria a la hora de reclamar y ejercer un derecho.

Sobre este punto coincidieron todas las participantes del conversatorio:

CS: otro hecho es quiénes deciden el ingreso de compañerxs en los organismos del Estado. Hay un diálogo político entre las organizaciones y el Estado, es sano el registro voluntario, pero en el fondo que no sea solo un dibujo, debe ser una herramienta que brinde datos, pero me pregunto quién decide el ingreso y en qué circunstancia.

IA: los registros tienen que ser claros, públicos, para que no sean marcados a dedo por organizaciones, por partidos políticos, todxs tenemos que poder tener las mismas posibilidades, es continua la lucha, ese es el motor que nos mantiene en carrera. Acá en Córdoba hay organizaciones que están digitadas por el gobierno provincial, si no te pones la camiseta te sacan el plan social o el acceso a un bolsón, es complicado el tema.

DA: hay que discutir políticas públicas reales y concretas para que los puestos de trabajo no sean digitados por organizaciones ni por militantes ni por partidos políticos. Reclamar un derecho es lo que buscamos, tener las mismas posibilidades.

Un mundo nuevo

El acceso a un trabajo formal para quienes siempre fueron obligadxs a moverse en la clandestinidad, fuera de la ley, es una conquista por sí misma. Sin embargo, subir ese escalón implica estar preparado para eso. En este sentido, Rodríguez tiene una experiencia personal para compartir: “Siendo delegada gremial lo primero que se me viene a la cabeza es un acompañamiento a la inserción laboral frente a la compañera o compañero, es el primer laburo, lo que significa tener una responsabilidad de eso, el convenio colectivo, las licencias que nos corresponden por vacaciones, enfermedades, días de estudio, que puedan entender las leyes laborales, la relación laboral, manejar una tarjeta, lo que es una ART, la representación sindical, las paritarias, son un abanico de cosas y tenemos que exigir que esta inserción vaya con acompañamiento y capacitación. Que yo haya entrado a donde estoy es parte de la lucha de nuestras organizaciones, por eso muy agradecida por el espacio que me dan todos los compañerxs, y por sobre todo por el amor”.

Otro de los puntos nodales de la ley, sobre todo pensando en el ámbito privado, refiere a los fatídicos y arbitrarios antecedentes penales, que persiguen como un karma a lxs trans y travestis. Sin embargo, como remarcan las participantes del conversatorio, “no es requisito haber terminado nuestros estudios para poder ingresar, ni el hecho de tener antecedentes penales, porque es algo de lo cual su sufrimos desde los 14 años, cuando descubrimos y nosotros nos percibimos travestis y trans”.

CS: me sorprende cómo nos cuesta a las organizaciones LGTBIQ+ autoorganizarnos. Estamos alejadas de la participación y las acciones. La palabra trans sigue siendo ninguneada en Córdoba. Por eso insisto en discutir en qué condiciones nos vamos a sumar a trabajar. Muchas lo hacemos en condiciones de precariedad, como es mi caso: trabajo con un contrato del Ministerio de Agricultura que se renueva a año a año, es un hecho terrible, los sindicatos lo denuncian todo lo que pueden, pero hace 15 años que vivo así y no puedo acceder a planta permanente.

IA: Córdoba es complicado porque seguimos sin voz, nos cuesta mucho, se apuesta mucho a la precarización laboral, el gobierno provincial lo hace desde años, con los PPP, los planes sociales para las compañeras trans y travestis, que están manejados por organizaciones o partidos políticos, las compañeras están siendo tuteladas por intereses propios, no para que las compañeras se puedan empoderar y ser ciudadanas de primera.

Conquistado lo legal, la batalla es cultural y el papel de los medios de comunicación es clave. Por experiencia profesional, Casandra lo sabe y padece en carne propia: “No hay ley de paridad de género en los medios y creo que somos tremendamente necesarias en los medios, tenemos que estar en la radio, en la tele, en los diarios, construir nuestros propios mensajes. Si no nos metemos en los medios muy probablemente los que son hetero cis van a seguir insultándonos, tenemos que poder decir nuestra voz en los medios.

DA: El desafío es repensarnos desde la cosmovisión trans y travestis, porque este mundo está agotado, cansado, hay otro mundo.

AZ: el conservadurismo está enquistado en nuestras estructuras, porque es un sistema que se pensó sin nosotras. Como decía Ivanna, tenemos que meternos dentro de las estructuras, porque si no vamos a seguir por décadas ninguneadas por el mismo estado. Ya lo remarcó Lohana: “la sociedad no ha mejorado, nosotrxs hemos mejorado, nos hemos superado, y hay que cumplir nuestro rol ahí adentro”.

Por Camilo Ratti


Una vida militante

  • Casandra Sandoval estudió comunicación social en la Universidad Nacional de Salta, pero ejerce el periodismo desde los 18 años. Trabajó desde 1995 en experiencias de radio y acompañó con su trabajo a mujeres de diferentes pueblos originarios. Participó de la creación y puesta al aire de la radio comunitaria La Voz Indígena, desde donde coordinó los talleres de los comunicadores de pueblos originarios. Fue presidenta de Adistar (Asociación de Diversidad Sexual Tartagal). Tras 15 años de trabajo en la Secretaría de Agricultura Familiar, en 2018 fue despedida junto a docenas de trabajadoras y trabajadores por el ex ministro Etchevehere y luchó y pidió la reincorporación en Córdoba, donde actualmente vive, e integra Radio VillaNos de Carlos Paz. Escribe para la Agencia Sudaca Travestis Lesbianas Gay Bisexuales e Inter, y es columnista en Radio Nacional Córdoba. También integra la Red Par por una comunicación no sexista y es corresponsal de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias)
  • Delfina Acosta es licenciada en comunicación social, recibida de la Universidad Nacional de Salta regional Tartagal. Forma parte de un equipo de investigación y es adscripta docente en la misma universidad. Es diplomada en formación de acompañantes comunitarias contra la violencia de género, y becada por el Programa de Movilidad de Estudiante de la Red Frisco para realizar un intercambio de investigación en la Universidad Nacional de Chimborazo, Riobamba, Ecuador. Integró la consultoría que realizó el estudio exploratorio sobre vulneración y promoción de derechos de población LGBTIQ+, y es militante por los derechos humanos, referentes en la lucha por los derechos de las personas trans-travestis y participante de organizaciones sociales comunitarias y feministas del departamento San Martín y Orán. Premiada en dos oportunidades: 2018 por su labor en la acción social y mujer destacada en 2021. En la actualidad trabaja en la casa y atención y acompañamiento comunitario dependiente de Sedronar, dentro de la misión San Francisco de Pichanal, encargada de prensa de la Secretaría de Servicios Públicos del municipio y primera candidata a concejal de Salta.
  • Angeles Zúñiga es activista travesti, originaria trans, travesti, impulsora del cupo laboral trans en la provincia de La Pampa y en el municipio. Estudiante de abogacía, impulsó el cupo laboral trans en la Universidad Nacional de La Pampa y es columnista en Kermes radio digital. También es integrante de la Convocatoria Federal Trans y Travesti de la República Argentina.
  •  Victoria «Cuqui» Rodríguez es delegada gremial del sindicato de empleados de comercio de Rosario, activista y militante trans, primera delegada trans de Argentina elegida en asamblea.