En julio de 2009, en el número 27 de la revista Alfilo, publicábamos una nota sobre el trabajo de Licenciatura en Historia de Franco Reyna, titulado “El surgimiento y la difusión de los clubes de fútbol en Córdoba y su dimensión asociativa en el proceso de modernización (1900 – 1920)”, que revelaba, además de su aparición, el rol que cumplían los clubes en la vida social de principios del siglo 20 y cómo los medios de comunicación de la época criticaban la popularización de este deporte.
“El fútbol es una de las prácticas sociales que más gente moviliza de todos los sectores socioculturales, pero académicamente todavía no fue estudiado como fenómeno social porque se lo considera un tema trivial o anecdótico”, decía Reyna en ese momento.
También señalaba que en Córdoba sólo se habían desarrollado muchos trabajos periodísticos, pero no había investigaciones “que aborden la problemática desde una perspectiva histórica”. Actualmente, Franco está realizando el Doctorado en Historia y sigue con su línea de investigación ligada al deporte más popular del país. “Me interesa ver el rol del fútbol en la conformación de la vida social urbana, lo que supone desentrañar el proceso de apropiación de la práctica por parte de los distintos sectores. Este deporte es un espacio de manifestación y recreación de conflictos sociales, que permite explorar las diferentes dimensiones de la vida en sociedad”, aclaraba en la entrevista.
A pesar de ser un fenómeno popular extendido a casi todos los sectores sociales, sólo un par de académicos e intelectuales se dedican a estudiarlo y entenderlo, entre los que se destaca el sociólogo Pablo Alabarces, cuya investigación se enfoca principalmente en la influencia del fútbol a la hora de la conformación de la identidad nacional colectiva. Pero la mayoría reniega de este deporte. Como escribe Mariano Barbieri, director de la revista Deodoro, en su editorial de mayo de 2014: “Jorge Luis Borges dijo –o dicen que dijo– lo siguiente: el fútbol es popular porque la estupidez es popular. Probablemente sea una de las frases más citadas de uno de los escritores más prolíficos de la historia de la literatura. El mismo que escribió, estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo, y pudo haber sido un trapo en un estadio de Temperley, Desamparados o Chaco For Ever. Cierto o no, es irrelevante. La estupidez en boca de gente inteligente permanece estúpida”.
En su espacio dedicado a la fotografía, Alfilo se suma a la difusión de la muestra “Once”, que inaugura el miércoles 11 de junio, a las 19:30hs, en el Café del Alba (9 de Julio 482, Córdoba Capital).
Se trata de una muestra colectiva que hace foco en el espíritu del fútbol como deporte popular. Son once imágenes tomadas en distintas latitudes de América Latina, que pretenden recuperar esos relatos anónimos y cotidianos que por lo general quedan fuera de las transmisiones en HD. Sus autores son Matías Fogliacco, Ivana Maritano, Gretel Martínez, Irina Morán, Sol Pérez, Natalia Roca y Soledad Soler.
“La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí”, dice Eduardo Galeano en su texto “El fútbol a sol y sombra”. En sintonía con este concepto, los autores de “Once” han producido cada una de las imágenes motivados por el sentido más genuino de este juego que despierta la pasión desde la infancia. Un deporte colectivo de resonancia mundial, que se practica en distintos rincones de nuestro continente, sin distinción de clases, géneros, edad, credos o cultos.
“Once”, dicen sus autores, es una muestra que nació como un picadito espontáneo y se mantendrá expuesta en el Café del Alba desde el 11 de junio y hasta que finalice el mundial.
En Cuba, donde se respira béisbol en cada rincón, ahora mismo el fútbol ha inunddo la Isla y la gente anda dividida en sus pasiones: los niños de mi barrio han asumido nuevas identidades y se llaman entre sí Messi, Cristiano y Neymar, patean una bola en plena calle y gritan gooooool a todo pulmón. Sí, es una locura universal