En Mina Clavero, desde hace dos años, el respeto por los nacimientos es una política cotidiana dentro del Hospital provincial Dr. Luis María Bellodi. Basados en el programa Maternidad Segura y Centrada en la Familia los derechos de la ley 25.929 están garantizados por un equipo de profesionales que comprende lo vital que resulta contemplar la individualidad de cada embarazo. Sin intervenciones médicas innecesarias, cada parto se desarrolla aquí en un entorno cálido, seguro y respetuoso.

Ubicado a 139 km de Córdoba Capital, tras cruzar el imponente paisaje que nos regala el camino de las Altas Cumbres, la localidad de Mina Clavero se ha convertido en uno de los principales puntos de referencia del valle de Traslasierras. Allí, el Hospital público Dr. Luis María Bellodi – ubicado en las calles  Rosell  y Alta Gracia–  desde hace poco más de dos años se ha convertido en el centro asistencial de referencia  para los 45.000 habitantes de las nueve comunas y municipios del Departamento San Alberto, al noreste de nuestra provincia.

Leonardo López es médico generalista y está al frente de la dirección de este Hospital público desde el año 2012. Junto a su colega Laura Padovani, actual Secretaria de Salud de la Municipalidad de Mina Clavero y un equipo de profesionales de la salud comprometidos con la realidad social del lugar, han logrado garantizar los derechos de las embazadas y los recién nacidos contemplados en la Ley 25.929 de Parto Respetado.“Desde hace dos años, asesorados también por la doctora Celsa Bruenner de la Dirección de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de  la Provincia de Córdoba,  decidimos implementar las practicas sugeridas por programa Maternidad Segura y Centrada en la Familia que promueve UNICEF Argentina junto al Ministerio de Salud  de la Nación” explica López, mientras nos invita de manera cordial a recorrer cada una de las instalaciones del Hospital  Dr. Luis María Bellodi.

“Cuando se terminó de construir el hospital, en diciembre de 2011, y el doctor Leonardo López  asumió la nueva dirección en junio de 2012, comenzamos a trabajar bajo estas líneas de manera articulada con las Áreas de Salud de Mina Clavero” añade Padovani, quien además de funcionaria municipal, es madre de dos varones y  sigue trabajando como médica generalista dentro del Hospital, garantizando las guardias de los días jueves. “Además, –continúa la doctora–, desde la Secretaria de Salud de la Municipalidad hemos integrado el trabajo que desde hace años desarrolla  el grupo Mamá Quilla, brindando acompañamiento para la Maternidad,  en toda la zona”.

Carmen Vega es psicóloga y trabaja dentro de Mamá Quillá. Especializada en las problemáticas de género, está convencida que se debe eliminar todo tipo de violencia obstétrica y garantizar el cumplimiento de la Ley de Parto Respetado como un derecho, dentro del sistema de salud pública. “Aquí en Mina Clavero, la experiencia es muy positiva” explica con entusiasmo. “Se tuvo la inteligencia de integrar todo: los servicios médicos del hospital provincial Bellodi y la Municipalidad, desde su Área de Salud, sumó al grupo Mamá Quilla, que se caracteriza por contener y brindar un acompañamiento a las embarazadas de manera integral, tanto en el Hospital, como en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de Mina Clavero”.

La salud como un derecho

Laura Padovani tiene la virtud de escuchar cuando se le habla y trasmitir con claridad cada acción que lleva adelante. “Yo soy médica y ahora me toca ocupar un lugar dentro de la función pública” me dice mientras recorremos el Hospital Bellodi. “Pero principalmente soy mujer y cuando estamos embarazadas lo único que queremos es que se nos trate con respeto para que todo salga bien”. El Hospital de Mina Clavero tiene una infraestructura nueva, sus paredes están pintadas con colores cálidos y en cualquiera de sus ventanas se disfruta la belleza natural que caracteriza el valle de traslasierras. Sin embrago, la cualidad más significativa  que se respira dentro de este lugar es el trato cercano, respetuoso y comprometido de sus profesionales con su comunidad.

Las  mujeres que llegan a este Hospital y no disponen de una obra social, se les ofrece el Plan Nacer (que es justamente un programa nacional destinado a embarazadas y puérperas hasta 45 días, y niños hasta los 6 años). “Con este plan, cada embarazada cuenta con una cobertura del 100% en todos los controles prenatales, –servicio de laboratorio y ecografías–, parto, puerperio y controles posnatales del recién nacido y puérpera”, explica Padovani. Además, en Mina Clavero se le suma todo el acompañamiento que realiza el equipo interdisciplinario de Mamá Quilla, durante el embarazo, parto y puerperio. “Son servicios gratuitos que, en parte, económicamente los asume la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Mina Clavero”, añade la doctora. “De esta manera se garantizan los derechos de la embarazada y su familia, de acuerdo la Ley de Parto Respetado, a las prácticas aconsejadas  por la Organización Mundial de la Salud y al programa nacional Maternidad Segura y Centrada en la Familia”.

Las madres eligen

Los vidrios de las ventanas del consultorio de Ginecología y de Pediatría – ubicados en el mismo pasillo y uno frente al otro – están pintados con dibujos coloridos realizados por los mismos profesionales que atienden a cada mujer que llega para hacerse un control. Allí, se les hace un carné  perinatal de seguimiento y, en el momento del parto, se respetan los tiempos biológicos que presenta cada embarazada.

–¿Cómo es el protocolo de rutina en el momento de los nacimientos? ¿Canalizan a las mujeres con oxitocina artificial?

– “Aquí las madres elijen”– me responde con naturalidad y voz pausada Lorena Musicarelli, partera y obstétrica del Hospital. “En el momento que se quedan internadas para que se desarrolle el parto, a las mujeres no se las canaliza. No usamos oxitocina artificial de rutina. Las mujeres se visten con sus ropas, pueden moverse, pueden comer y beber, pueden estar con su pareja, una doula o con  los familiares que decidan para estar acompañadas, durante las horas que demanda el trabajo previo del parto.  Tampoco se las rasura o se les aplican enemas. Aquí respetamos las necesidades de cada mujer”.
Mientras recorremos las instalaciones del Hospital, el equipo de profesionales va narrando cada una de las prácticas que implica asistir a una mujer el momento de tener a sus hijos.
La habitación para embarazadas cuenta con tres camas, es grande, luminosa y está pintada de blanco, combinado con un tono color durazno pastel. “Las mujeres pueden caminar por los pasillos, algunas escuchan música desde sus celulares. La idea es que se sientan seguras hasta que llega el momento de dar a luz”, añade Ana María Ruiz, una de las parteras más queridas y con mayor experiencia dentro del Hospital.

“Un cambio de actitud”

La sala de parto está ubicada en el mismo pasillo y a escasos metros donde se encuentra la habitación para embarazadas, en trabajo de parto. “Por lo general ingresan a la sala de partos acompañadas por su pareja o quien ellas elijan para ese momento, junto a los especialistas del Hospital”, explica la partera Ana María Ruiz. El lugar es muy silencioso y se ilumina apenas con luz tenue.  La idea es generar un ambiente de intimidad. Cuenta con un sillón tradicional de parto y otro banco de parto más pequeño y de madrea, garantizando así la oportunidad de que cada mujer pueda elegir la posición más cómoda para parir. También se les ofrece una pelota inflable, bastante grande, donde las embazadas suelen buscar posiciones agradables a su propia fisionomía.

– ¿Realizan episiotomías?
“No realizamos episiotomías de rutina. Intervenimos únicamente si es estrictamente necesario. Es una práctica que tiene sus indicaciones precisas .Está demostrado que la episiotomía no garantiza evitar los desgarros que eventualmente pudieran ocurrir”,  explica Ana María Ruiz que siente la especialidad de partera como un verdadero servicio de asistencia a cada madre. 

–¿Cuál es el requisito más importante para que este tipo de prácticas respetuosas se implementen en todos los hospitales públicos?
– “Un cambio de actitud«, me responde Ana María Ruiz luego de un breve y sentido silencio. “Sólo es necesario eso. Cada profesional debe entender a los nacimientos como un proceso saludable, e incorporar el respeto en todas sus prácticas”.

Respeto a los recién nacidos

Otro de los servicios distintivos que garantiza el Hospital de Mina Clavero, es que pocos metros del sillón o banquito de parto, dentro de la sala de parto, se encuentra una pequeña habitación calefaccionada y vidriada para asistir a los recién nacidos. Es decir, una vez que el bebé nace y luego de cortado el cordón umbilical, cuando éste deja de latir, sus madres nunca pierden el contacto visual con sus hijos. “Mientras la madre se recuperan del parto, y bajo el consentimiento previo de ambos padres, a los recién nacidos sólo se los pesa, se les aplica la vacuna contra la Hepatitis B, se les da vitamina K y se les aplica unas gotas oftalmológica para prevenir infecciones”, detalla Padovani. Todos estos controles se realizan a la vista de los padres y además se respeta el tiempo de reconocimiento necesario de un bebé con su madre.

Luego del recorrido minucioso por todo el Hospital Bellodi y constatar que los partos respetados son aquí, además de un derecho, una realidad tangible dentro del sistema de salud público, se espera que el ejemplo irradie hacia todos los hospitales públicos del país. Al menos,  en este rincón  de las sierras donde arden las estrellas, son muchos los profesionales de la salud que asumen el respeto como una norma, convencidos que, como dice el médico francés Michel Odent, “para cambiar el mundo hay que cambiar la forma de nacer”.  

Por Irina Morán

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A favor de la implementación de la Ley de Parto Respetado

Bajo el lema “Respetemos ese primer encuentro”, entre el 26 y el 31 de Mayo de este año, la localidad de Mina Clavero celebró la Semana del Nacimiento Respetado con múltiples actividades, que incluyeron talleres, jornadas, charlas y debates. La actividad estuvo organizada de manera conjunta por El grupo Mamá Quilla, la Municipalidad de Mina Clavero y el Hospital Luis María Bellodi. Participaron la partera Raquel Schallman, el pediatra Jorge Pronsato y la doctora Celsa Bruenner, la fotógrafa Natalia Roca con su muestra “Dar a Luz”, representantes de la FFyH de la UNC, entre otros profesionales y artistas de la zona.

Cabe destacar que la Secretaría de Extensión de la FFyH junto a la Secretaría de Extensión de la Escuela de Trabajo Social de la UNC, tras su participación en la organización de la Semana Mundial del Parto Respetado en Córdoba han establecido los primeros contactos con áreas de obstetricia de la medicina pública provincial y se está avanzando en la actualidad en un programa de trabajo junto al Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología de Córdoba Capital, orientado a la aplicación plena de los postulados de la Ley 25.929 y al acceso a la información relativa a Parto Respetado en esta institución, prestigiosa y referente para la región en materia ginecológica, obstétrica y neonatal.

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