Lxs historiadorxs Denise Reyna Berrotarán, de la Universidad Nacional de Córdoba, y Héctor Daniel Guzmán Alcaraz, de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, analizan la correspondencia entre el periodista y político santiagueño Andrés Figueroa y el sacerdote historiador Monseñor Pablo Cabrera. Esto quedó plasmado en un libro digital de descarga gratuita, editado por el Área de Publicaciones de Facultad de Filosofía y Humanidades, la Biblioteca Sarmiento y la UNSE.
«La noción de red resulta útil para reconstruir las relaciones de intelectuales como Figueroa y Cabrera con políticos, pares de otras provincias y organizaciones que no se focalizaban en la investigación histórica sino de otra índole. Las cartas, los viajes, las revistas y los diarios crearon y le dieron forma a la red americanista en los años veinte y treinta», escriben lxs historiadorxs Denise Reyna Berrotarán, de la Universidad Nacional de Córdoba y Héctor Daniel Guzmán Alcaraz, de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, en la introducción del libro digital Redes Intelectuales entre provincias argentinas: Selección de correspondencia de Andrés Figueroa (Santiago del Estero) y Monseñor Pablo Cabrera (Córdoba).
“La propuesta que hacemos es buscar a través de correspondencia que está alojada en distintos espacios, el vínculo entre intelectuales y ver cómo se van construyendo esas redes a nivel nacional en una cierta época, en este caso entre 1920 y 1930. Particularmente, me interesaba que estuviera en nuestra Editorial porque la correspondencia que utilicé está en nuestra Biblioteca y esto es importante porque esa documentación finalmente va a poder ser difundida”, explica Denise a Alfilo.
Esta publicación se enmarca en los proyectos de investigación «Usos del pasado en la Argentina Contemporánea: Territorios de la Historia, la política y la memoria», dirigido por la Dra. Marta Philp y codirigido por el Dr. Eduardo Escudero, radicado en el Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, y el proyecto «Historia de las Ideas en el Noroeste Argentino», dirigido por el Dr. Gustavo Carreras, en la Universidad Nacional de Santiago del Estero. «Lograr un trabajo de esta envergadura implicó la participación de múltiples personas, lecturas y perspectivas que fueron enriqueciendo este primer acercamiento a vínculos entre provincias y la formación de redes intelectuales», agregan lxs autorxs.
«¿Qué encontrará un/a lector/a en estas huellas documentales? ¿Qué preguntas guiaron esta selección de correspondencia?», se pregunta Marta Philp en el prólogo. «Estos interrogantes nos remiten a momentos claves en la construcción del conocimiento histórico, al punto de partida de toda investigación. Tanto Daniel Guzmán Alcaraz como Denise Reyna Berrotarán formularon interrogantes que intentaban responder a través de estos documentos».
Para eso, Guzmán se focalizó en la figura de Andrés Figueroa y Reyna Berrotarán en los documentos del Monseñor Pablo Cabrera, que se encuentran en la sección de Estudios Americanistas de la Biblioteca Elma Kholmeyer de Estrabou de la FFyH. “Figueroa se nutre de distintas inquietudes: el estudio de las redes intelectuales y las miradas y representaciones del país desde Santiago del Estero, en un contexto de una centralización creciente que permanece, con distintos matices, hasta el presente. Por su parte, Denise llegó a los documentos a partir de sus indagaciones sobre monseñor Pablo Cabrera y el lugar de la iglesia católica en un orden social en construcción, en un largo siglo, desde finales del XIX hasta mediados del siglo XX. Ambos protagonistas, Figueroa y Cabrera, intervenían sobre su presente desde determinadas lecturas del pasado”, señala Philp sobre las personalidades abordadas en el libro.
En el caso de Figueroa, la selección de cartas tuvo como criterio ubicar cuáles de sus referentes externos estuvieron en Santiago del Estero y qué tipo de relación fue construyendo con otros intelectuales.
Nacido en 1867 en Villa Quebrachos, en la Provincia de Santiago del Estero, Figueroa realizó sus estudios secundarios y universitarios en Córdoba sin culminar su carrera. En 1886 se dedicó a la política, en Buenos Aires y Córdoba, por donde pasó por varios cargos administrativos. Su vuelta a Santiago del Estero lo ubicó en la prensa dirigiendo el diario La Banda en 1889. También fu diputado y en 1901, Jefe General de la Policía. En 1916 asumió como director del Archivo General de su provincia y, al año siguiente, comienza su producción historiográfica en el diario El Liberal. “Figueroa se insertó en el estado y desde allí colaboró en una visión oficial de un pasado que debía ser recuperado. En este libro buscaremos indagar el rol de Figueroa en la constitución de una imaginería republicana que entraba en colisión con otras visiones que se querían imponer como legítimas, en el combate por la memoria en una provincia periférica”, afirman lxs autorxs.
Por otro lado, Monseñor Pablo Cabrera fue un sacerdote-historiador nacido en 1857. Sus obras historiográficas se vieron atravesadas por su vínculo con la Iglesia y su interés por reencontrarse con las raíces del pasado colonial de Córdoba y alrededores. En 1924 creó la Junta de Estudios Históricos de Córdoba y en 1928 se fundó la primera filial de la Junta de Historia y Numismática de Córdoba que tuvo como sede Córdoba y como presidente a Cabrera. También en 1928, la Universidad Nacional de Córdoba le otorgó el título de Doctor Honoris Causa. Se realizó un homenaje por sus bodas de oro sacerdotales en 1933 y se reeditaron sus obras completas. Luego de su muerte y en su honor se formó el Instituto de Estudios Americanistas en 1936, que luego formó parte de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Por ese motivo, la correspondencia se encuentra en la Biblioteca de la FFyH. “Un sacerdote abocado a la historia intentaba encontrar un reconocimiento en estas redes intelectuales que se articulaban con el plano de Buenos Aires. Su afán por el reconocimiento de su trabajo historiográfico promovió vínculos con distintos historiadores, etnólogos, etnógrafos y argentinos de las más diversas provincias”, señalan sobre Cabrera.
“Proponemos la construcción de un mapa de los usos del pasado que dé cuenta tanto de la historia de la historiografía, entendida como el conjunto de lecturas realizadas por quienes oficiaban como historiadores desde mediados del siglo XX, como de las operaciones de memoria basadas en las distintas lecturas de la historia en el presente, desplegadas en diferentes escenarios”, concluyen Reyna Berrotarán y Guzmán.
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