Son presencia, vida, acciones, afectos, palabras, canciones, poesías, calles, historias cotidianas de hij@s, madres, padres, niet@s, herman@s. Las fotografías de los compañeros desaparecidos no los ubican en el tiempo pasado, los proyectan al futuro porque son para siempre los hombres y las mujeres nuev@s, los mejores, los que lo dieron todo por nada a cambio, sólo la certeza de que un mundo mejor es posible, es necesario y será realidad porque sus luchas y su sangre están sembrándolo.
No es posible contemplar sus rostros sin que nos alcancen la pena y la tristeza de pensar en los sufrimientos, sacrificios, dolores y muerte que vivieron.
Marzo nos conmueve y los sentimos caminar a nuestro lado, viviendo de nuevo la historia junto a los que conocimos y a los que no, distinción inexistente porque los 30.000 son un solo PRESENTE.
Nos renovamos con la memoria viva, con los juicios que juzgan y condenan a los genocidas y tenemos un mandato inexorable: seguir luchando por la causa que sus miradas, gestos, manos y sonrisas nos indican y nos comprometen para el NUNCA MAS y el mundo que representan sean realidad.
Por Ilda Bustos
Secretaria general – Unión Obrera Gráfica Cordobesa
Secretaria de Derechos Humanos – CGT Regional Córdoba
Exdetenida en el Centro Clandestino Campo de la Ribera