“La filosofía oscila todo el tiempo entre la ciencia y el arte”

El conductor del programa Mentira la verdad, Darío Sztajnszrajber se presentó el jueves 30 de octubre, a las 21 horas, en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina, con la producción “Desencajados: filosofía + música”, junto a la cantante Lucrecia Pinto, Guillermo Martel en guitarra, Lucas Wilders en percusión y Juan Finger en bajo. En este diálogo con Alfilo asegura “la filosofía no tiene edad” y adelanta que el espectáculo “genera una bella angustia dulce”.

En Córdoba lo conocemos, sobre todo, por su novedoso rol dentro del programa televisivo Mentira la verdad, trasmitido por Canal Encuentro. Allí, de manera creativa y
con un discurso filosófico, Darío Sztajnszrajber rompe ciertas estructuras y hasta pone en tensión determinados supuestos relacionados con la historia, la belleza, el amor, la felicidad, la identidad, la política y hasta lo religioso. El programa encierra la virtud de haber cautivado el interés de una platea de televidentes con espíritu joven.

En el espectáculo “Desencajados: filosofía + música”, Sztajnszrajber se anima a todo eso pero vinculando esta vez la filosofía con la obra de grandes compositores de la música y viceversa. En esta producción, el público se cncuentra con la interpretación de canciones del flaco Spinetta, Charly García o Fito Páez en un cruce singular con pensamientos de Platón o Nietzsche, entre otros.

Al indagar cuáles son algunos de los filósofos contemporáneos que más lo han influenciado, Darío Sztajnszrajber menciona a  Jacques Derrida, Giorgio Agamben y Roberto Esposito. “Los tres me han inspirado en el descentramiento infinito, tanto desde la deconstrucción como desde la biopolítica”, asegura. “Entiendo que la deconstrucción hoy es quien mejor interpreta la izquierda filosófica. A la izquierda de Derrida, la pared… “

– ¿Existe algún límite entre filosofía y el arte?

– La filosofía oscila todo el tiempo entre la ciencia y el arte. Es un género literario y por ello comparte con todo arte el mismo propósito y muchas de sus categorías. Pero al haber surgido como «madre de todas las ciencias» pervive en el lenguaje filosófico mucho de construcción sistemática y fundacionalista. Descentrar a la filosofía es habitar ese «entre» que une y distancia a la ciencia del arte.

– Dentro la música, ¿hay poetas o compositores que han logrado cierta filosofía en su obra?

– Creo que hay búsquedas afines. Hay músicos del rock nacional, presentes en nuestro espectáculo, que dirigen su obra a una problematización existencial muy propia de la filosofía, como Spinetta, Charly o Fandermole. Por eso en Desencajados buscamos hacer dialogar a estos autores con los pensadores de la filosofía como Nietzsche, Platón o Derridá.

-Tu programa Mentira la verdad es disfrutado tanto por jóvenes como adultos. ¿Cuáles son los elementos que no pueden faltar para que esto suceda?
La filosofía no tiene edad. En cada momento existencial es posible replantearse todo de raíz.

– En tus intervenciones –como docente, televisivas y ahora también sobre un escenario- ¿sentís el humor y la ironía como aliados?

– Sócrates era un gran ironista. La filosofía con su interrupción del sentido utilitario de lo cotidiano no puede sino ser irónica. Pone entre paréntesis todo sentido productivo y por eso genera esa sensación de risa nerviosa donde todo se nos presenta en su potencialidad de derrumbe. Después depende de lo que uno pueda o quiera hacer…– ¿Por qué el nombre “Desencajados”? ¿Creés que para muchos, la filosofía sigue siendo una ciencia compleja de vincular con la vida cotidiana?

– Por dos motivos: por un lado, por el desencaje de géneros entre la música y la filosofía. Por otro lado, porque todos los temas que vamos planteando los vamos planteando «a martillazos», demoliendo nuestras concepciones instaladas del amor, la muerte, el tiempo, la felicidad, etc…

– Si tuvieras que sugerir este espectáculo a un amigo ¿cómo lo harías?  

Es un espectáculo que genera una bella angustia dulce.

Por Irina Morán

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