Los académicos Iván Rodríguez e Imanol Ordorika llegaron desde Perú y México para participar de CRES 2018 realizada en Córdoba. En estas entrevistas aseguran que la educación superior debe ser un derecho humano que alcance a toda la sociedad. Rescatan, además, la vigencia de la Reforma Universitaria de 1918 y plantean los desafíos que enfrenta la educación pública frente al avance del mercado sobre este bien social.
“La influencia de Córdoba fue detonante, porque en el Perú se acogió su esencia reivindicativa, no sólo en el movimiento estudiantil, sino en su proyección en la sociedad”, afirma a Alfilo Iván Rodríguez, actual presidente de la Asociación de Universidades del Perú, sobre el impacto de la Reforma Universitaria de 1918 en el continente americano.
Rodríguez participó en un conversatorio sobre la continentalización de la Reforma Universitaria, con motivo de la visita a Córdoba de la delegación de la Asociación de Universidades del Perú (ASUP) a la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES-2018)
Doctor en Educación, profesor de literatura y escritor, recordó que Víctor Raúl Haya de la Torre era el líder de la Federación de Estudiantes del Perú, y que los hechos de Córdoba no sólo impulsaron una reforma académica importante en ese país, sino que promovió la “unión con los obreros, quienes tomaron esas ideas en sus reivindicaciones sociales”.
«La Reforma fue una hoguera que agitó a la sociedad”, sostuvo el rector de la Universidad Ricardo Palma, quien abordó los actuales desafíos de la educación superior: “La universidad es la conciencia de la sociedad, y en una época de universalización de la educación, es un derecho fundamental de las personas acceder a la educación superior”.
En un contexto de mercantilización de la educación, Rodríguez advirtió que “la mayor amenaza son los centros de gran poder, que no quieren educar tanto a la población, porque mientras menos educados seamos, mucho mejor para la manipulación que ellos impulsan”.
“La universidad debe repolitizarse”
Imanol Ordorika es doctor en Ciencias Sociales y actualmente profesor e investigador de la Universidad Autónoma de México. Pero en los 60 y 70 fue un destacado líder estudiantil en un país que protagonizó masivas protestas en aquellos años. De visita en Córdoba como disertantes en la CRES 2018, dialogó con esta revista sobre la herencia reformista y los desafíos del presente: “La declaración de Cartagena de que la educación superior es un derecho humano, un bien social y responsabilidad de los Estados está vigente, más allá de su aplicación efectiva en todos los países del continente, y ha servido para coordinar la resistencia frente al avance de los proyectos economicistas, mercantilistas y de privatización”.
“El movimiento reformista de Córdoba marcó una tradición de las universidades latinoamericanas, una identidad que se puede sintetizar con el compromiso del desarrollo y democratización de los pueblos, con la independencia y soberanía nacionales frente a los Estados Unidos y el imperialismo, con la autonomía y democracia hacia el interior de las universidades”, sostuvo sobre la influencia de aquellos hechos revolucionarios que cumplieron cien años.
De cara a lo que viene, Ordorika apuntó a “desmitificar el mercado como fin último del trabajo universitario, como elemento regulador o directivo de la políticas de educación superior en América Latina”. Quien ayudó a fundar el Partido de la Revolución Democrática en México, reconoció que el mercado existe, que “no lo vamos a borrar de un plumazo”, pero sí que “no podemos reducir a las universidades a la dinámica del mercado, ni al objetivo de participar con viene intercambiables en el mercado”.
Frente a este escenario de mercantilización, el mexicano convocó a repolitizar la universidad: “Asumir como propia la tarea de crear opinión, plantear los temas centrales de debate de nuestras sociedades, como la justicia social, la desigualdad, la pobreza, la democracia, para proponer y asumir un liderazgo intelectual y moral”.
Por último, consciente del nuevo tiempo marcado por las organizaciones feministas que luchan por la equidad, Ordorika planteó el reto “lograr que las profesoras, las mujeres académicas, tengan igualdad de condiciones laborales, de posibilidad de avances en sus trayectorias y de acceso a los espacios de liderazgo y toma de decisiones en las universidades”.