“Necesitamos poner a prueba y socializar nuestras prácticas de investigación en otras academias e instituciones del mundo”

Katia Viera Hernández es Doctora en Letras, recibida en la Facultad de Filosofía y Humanidades en 2023, y obtuvo la mención honoraria en el Premio a la Mejor Tesis de Doctorado en Estudios Cubanos que otorga la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), por su tesis “La Habana en escrituras recientes producidas en Cuba. Dazra Novak, Ahmel Echevarría y Jorge Enrique Lage”.

El 13 de marzo de 2024, la Sección Cuba de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (Latin American Studies Association-LASA) dio a conocer los premios a la mejor tesis de doctorado en Estudios Cubanos, cuyo jurado estuvo constituido por Jorge Fornet, Myrna García-Calderón y Guillermo Grenier.

La Asociación de Estudios Latinoamericanos es la asociación profesional más grande del mundo para personas e instituciones dedicadas al estudio de América Latina. Con más de 13.000 miembros, más del 60% de los cuales residen fuera de los Estados Unidos, LASA es la única asociación que reúne a expertos en América Latina de todas las disciplinas y diversas ocupaciones en todo el mundo. Su misión es fomentar el debate intelectual, la investigación y la enseñanza sobre América Latina, el Caribe y su gente en todo el continente americano, promover los intereses de sus diversos miembros y fomentar la participación cívica a través de la construcción de redes y el debate público.

Si bien el ganador fue Daniel J. Fernández Guevara, por su trabajo “Comrades and Internationalists: Forging Identity and Cuban Solidarity with the other Spain, 1902-1961”, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC estuvo muy bien representada porque la tesis de Doctorado en Letras de Katia Viera Hernández, titulada “La Habana en escrituras recientes producidas en Cuba. Dazra Novak, Ahmel Echevarría y Jorge Enrique Lage”, obtuvo la mención honoraria.

“Esta aguda reflexión sobre las propuestas literarias de algunos de los más notables escritores jóvenes de Cuba, permite a su autora pensar conflictos de la sociedad cubana de hoy. Su proyecto ausculta y difunde la labor de un grupo que ofrece miradas múltiples y alternativas al cuerpo escriturario de las décadas más recientes. De manera muy eficaz, Viera los estudia a contrapelo de lecturas más chatas. Ha pensado su proyecto desde presupuestos teóricos que también reflejan el impacto de los Estudios Culturales. Su lectura rompe con axiomas personales espaciales (aquí/allá, dentro y fuera, fronteras reales e imaginarias)”, señaló el jurado en su dictamen.

“Jamás me he sentido una extraña”

Katia nació en La Habana y es licenciada en Letras por la Universidad de la capital cubana. Llegó a Córdoba en el año 2016 becada por CONICET para llevar adelante esta investigación que mereció un reconocimiento internacional. “Mi interés por Cuba históricamente ha sido también el interés por asumir con responsabilidad el destino cultural de esa nación, del Caribe y de cómo estas áreas geoculturales entran en contacto con América Latina. En ese sentido, Casa de las Américas es quizás -además de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana- la institución que generó en mí ese acercamiento, entusiasmo y seducción constantes por América Latina y el Caribe. Pienso que ese lugar de nacimiento y también de enunciación/formación es indicial en la elección del tema que investigué y también desde donde lo hice”, cuenta a Alfilo.

Actualmente, además de participar del equipo de investigación de Nancy Calomarde, quien dirigió su tesis de Doctorado, en el Centro de Investigaciones de la FFyH, es becaria posdoctoral del Centro de Investigaciones y Transferencia de CONICET en la Universidad Nacional de Villa María. Allí, además de participar de equipos de investigación, lleva adelante su investigación posdoctoral que se pregunta por los protocolos de la crítica literaria cuando se acerca a la literatura cubana reciente.

“Al trasladarme a Córdoba y poder dialogar con mis compañeras y compañeros de equipo de investigación y de cátedra estos intereses fueron creciendo y expandiéndose aún más. Desde que llegué a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC siempre he dicho que jamás me he sentido una extranjera/una extraña. Creo que eso se debe en gran medida a la profunda solidaridad y el hondo respeto por la cultura de Cuba y también de América Latina y el Caribe que sostenemos con mis compañeros/compañeras del Equipo y del Programa de Investigación que han liderado las Dras. Nancy Calomarde, Roxana Patiño, Luciana Sastre y María José Sabo y con quienes hemos sido, incansablemente, adscriptas/os y ayudantes alumnas/os en las Cátedras de Literatura Latinoamericana I y Literatura Latinoamericana II de la UNC. Luego, me sumé al equipo de Cátedra de Teoría y Metodología de la Investigación Literaria II, también de la UNC, con la Dra. Susana Gómez (Suny) y la Dra. Alicia Vaggione y la sensación es la misma”, relata Katia.

  • A pesar de vivir en Argentina desde hace bastante tiempo, de alguna manera tu trabajo de investigación sigue ligado a tus orígenes.

Todas estas instancias de trabajo, investigación y docencia en instituciones argentinas han posibilitado que observe desde otras maneras de leer y desde otras prácticas de investigación el campo cultural cubano y esas miradas sin dudas han enriquecido las perspectivas con las que he cargado (esa “isla en peso”, de la que nos hablara Virgilio Piñera) durante todos estos años. Ese lugar de enunciación y ese “objeto” que se me acerca y se me aleja (La Habana, las escrituras sobre La Habana, los y las escritoras/es en La Habana, la crítica literaria que se produce en Cuba y fuera de sus fronteras, las escrituras del Caribe y de América Latina) están siempre en constante debate desde estas instituciones en las que he podido consolidar mi recorrido de investigación y docencia.

  • ¿De qué se trata la tesis que obtuvo el reconocimiento de la Asociación de Estudios Latinoamericanos?

Mi tesis doctoral se titula “La Habana en escrituras recientes producidas en Cuba: Dazra Novak, Ahmel Echevarría y Jorge Enrique Lage”. Fue presentada en el marco del Doctorado en Letras de la Universidad Nacional de Córdoba en noviembre de 2022 y defendida en junio de 2023.

La investigación que dio origen a la tesis doctoral surgió de la curiosidad por indagar las configuraciones de La Habana en las escrituras de autores/autoras cubanos/cubanas—que actualmente no sobrepasan los 50 años de edad— y que no participaron de la construcción del proyecto de sociedad que en Cuba entró en crisis a fines de los ´80 y principios de los ´90. Para ellos, la disolución de la utopía se presentaba como un hecho consumado, que otros, de alguna manera, contribuyeron a materializar. En este marco, me preguntaba por cómo conectaba la experiencia estética de los narradores cubanos que siguen signados por la insularidad (de siempre), por el aislamiento y al mismo tiempo la conexión alternativa (de siempre) con la configuración literaria de una ciudad en la que muchos de ellos nacieron y en la que aún viven. Me preguntaba, asimismo, de qué maneras estos autores se acercaban a una ciudad que ha sido epicentro de los debates político-culturales de la nación y que ha sido además largamente fundada en la literatura y el arte. ¿Cuál era el devenir de la ciudad en la que estos/as escritores/as vivían (o vivieron) y cómo estos/as la colocan en diálogo con otras intensidades y emociones, alejados de “una utopía agotada”? ¿Cómo La Habana en estas escrituras recientes era habitada, anulada y reiventada?

Paralelamente a lo anterior, notaba que la ficción literaria, como expresión y reconstrucción artística de contextos culturales, se había venido acercando de manera sostenida a los espacios urbanos, en pos de lograr muchas veces un entendimiento y explicación sobre ellos y nosotros mismos como sujetos contemporáneos. Han sido muchos los textos que de diversas maneras han tomado nota de la atracción que las ciudades provocan en quienes las estructuran, imaginan, inventan y fundan. En el caso particular de Cuba, la ciudad habanera no ha sido solo un fenómeno físico de interés arquitectónico y social, sino también aquella que insistentemente ha sido recreada por la literatura (y otras formas del arte) que han posibilitado entenderla, con el tiempo, desde un perfil mítico y simbólico. Aquella ha estado históricamente construida a partir de una red de significados que se desprenden de los cuantiosos textos artísticos producidos en ese lugar convulso, contradictorio, ruinoso, utópico, ideal, y que es a un tiempo casa, exilio, jardín invisible. De este modo, el propósito principal de mi investigación —comenzada en La Habana, y desplazada luego hacia Córdoba, en un gesto en sí mismo transcitadino— se convertiría en un intento por contribuir al conocimiento de los modos en que La Habana aparece configurada en las escrituras recientes producidas en Cuba.

Por todo lo anterior, en la tesis me interesó generar un acercamiento teórico y crítico que interpelara la consolidación de un cierto consenso en los modos de leer por parte de la crítica una zona de esta literatura reciente. Por ello, a partir de metáforas teóricas tales como “entre-lugar” (Bhabha), “extranjería” (García Canclini), “radicante” (Bourriaud) y “sociedad sin relato” (García Canclini) construí una argumentación en torno a aquellas escrituras y observé que, por lo general, ellas intentan encontrar en otros discursos, por fuera de los conceptos de Patria, Nación y Revolución, formas alternativas de pertenencia, inscripción y desmarque. Asimismo, observé que muchos de estos textos, constructores de territorialidades diversas, delineaban modos inestables de figurar el espacio de La Habana y sus ciudadanos/as en un intento por deconstruir y desnaturalizar un perfil único para la urbe, y al propio tiempo producir nuevos modos de imaginar un espacio cultural en contacto con escenarios fuertemente glocales. También, me interesaba ofrecer una explicación sobre los modos en los que los textos allí analizados problematizaban los estatutos genéricos del “realismo”, las “escrituras del yo” y la “fantasía”, lo cual permitiría abrir una discusión en torno al corrimiento de las fronteras genéricas en las escrituras recientes producidas en Cuba.

  • ¿Por qué presentaste la tesis a este premio?

La idea de presentar la tesis al Premio a la mejor Tesis Doctoral en Estudios Cubanos, que otorga la Latin American Studies Association (LASA), surge sobre todo del interés por encontrar otros/as lectores/as. Como reza en su propia página web, la Asociación de Estudios Latinoamericanos es “la asociación profesional más grande del mundo que reúne a individuos e instituciones dedicados al estudio de Latinoamérica”. Ser leída/evaluada/reconocida por miembros de esta asociación es sin dudas un enorme privilegio.

Por otro lado, siempre tengo la sensación de que necesitamos poner a prueba y socializar nuestras prácticas de investigación en otras academias e instituciones de investigación del mundo. El Premio a la Mejor Tesis Doctoral en Estudios Cubanos me parecía un espacio propicio para realizar este ejercicio en el que suelen reunirse intelectuales que han dedicado la mayor parte de su vida a investigar y comprender en su más amplio sentido la cultura de Cuba (la de dentro y la de fuera de sus fronteras geofísicas). Era un gran desafío ser leída en ese contexto, claro, porque suelen presentarse tesis doctorales de todos los ámbitos de la cultura. Podían coincidir con mi trabajo investigaciones sobre economía, seguridad social, ciencia política, agricultura, medicina, estudios artísticos, estudios históricos, sociales, antropológicos, etc. pero esto que implicaba un gran desafío lo veía también como una oportunidad de ser incorporada al amplio campo de comprensiones de la cultura de Cuba. Me entusiasmaba la idea de poder entrar en contacto con otros trabajos investigativos que estuvieran asediando e intentando comprender fenómenos de esa cultura en un intento por expandir también esa conversación que a veces tenemos en solitario con nuestros “objetos de investigación”, las caminatas por las ciudades, los libros, las computadoras y con los/las compañeros/as de equipo de trabajo.

Sin dudas, ser leída con ese rigor y en contacto con excelentes investigaciones, es un honor muy grande.

  • Más allá de ser un logro personal muy importante, este tipo de premios también es un reconocimiento a la formación que recibís en la Universidad Pública. ¿Cómo lo viviste?

De ninguna manera este es un logro individual. A la Educación Pública, gratuita y de calidad le debo TODO. Primero en Cuba, donde me formé desde el preescolar hasta los estudios universitarios. Allí me hice Licenciada en Letras y comencé muy joven a ser profesora de literatura de la Universidad de La Habana. Luego, aquí en Argentina, un país que me ha brindado mucho más que amor, mucho más que formación intelectual y humana, encontré Universidades Públicas que hacen el diario vivir un espacio para el contacto con otros/otras y en las que he visto incansablemente a profesores/as y no docentes apostar por la democratización del pensamiento y del conocimiento. Esta es quizás la más grande de todas las enseñanzas que me dejan las universidades públicas argentinas y quienes las sostienen. Es un poco el sentido de ver en la distancia por qué y para qué y para quiénes investigamos y enseñamos (y nos enseñan). Este premio es, sin dudas, un premio que se da gracias a esta existencia.

Por último, no quiero dejar de mencionar la importancia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) que es, sin lugar a dudas, un organismo científico de la más alta calidad, de muchísima exigencia intelectual y humana, reconocido a nivel mundial y muy especialmente en el ámbito latinoamericano y caribeño. Sin las becas y la gran apuesta por sostener investigaciones que nos hagan mejores y más atentos ciudadanos/as, mi investigación quizás no hubiera podido terminarse y este premio no hubiera sido posible.

Por Pablo Giordana