La intervención teatral «Parir en el hospital», protagonizada por el grupo Mujeres Unidas por los Barrios, junto a la mesa debate: «Experiencias y Desafíos en el acceso al derecho a un parto respetado» pusieron en evidencia la violencia obstétrica que todavía sufren las mujeres en el momento de parir. La actividad se desarrolló el 31 de mayo en el Pabellón Venezuela de la FFyH como parte de las acciones que le dieron cierre a la Semana del Parto Respetado en Córdoba 2016.
El derecho a un parto respetado en Argentina es una ley nacional desde el año 2004 pero el sistema de salud público sigue sin garantizarlo ni cumplirlo en la mayoría de sus maternidades y hospitales. Desde 2013, la Facultad de Filosofía y Humanidades, junto a la Escuela de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC y el Colectivo de Mujeres por un Parto Respetado Córdoba vienen desarrollando distintas acciones y campañas para informar sobre la necesidad de garantizar los derechos contemplados en la Ley de Parto Humanizado 25.929 . Sin embargo, la violencia obstétrica sigue siendo una postal cotidiana, y hasta naturalizada, en gran parte de las clínicas privadas y en casi todas las maternidades públicas, donde acceden las familias sin cobertura social o con menos recursos económicos.
La falta de información y de intimidad, el trato despersonalizado, el maltrato verbal, la imposibilidad de elegir la posición más cómoda para dar a luz, la inducción y aceleración de los partos, la episiotomía de rutina, las cesáreas innecesarias, no permitir estar acompañadas y una serie intervenciones invasivas sobre el recién nacido, fueron algunas de las tantas situaciones de violencia obstétrica que se vieron reflejadas con humor en la intervención teatral “Parir en el Hospital”. Una obra que surgió como resultado de distintos relatos de madres que habían parido en hospitales y maternidades de Córdoba. Su interpretación fue realizada por el grupo Mujeres Unidas por los Barrios del Bº Coronel Olmedo, junto a tesistas de la carrera de Trabajo Social y estudiantes de la Cátedra de Estrategias de Intervención Comunitaria de la Facultad de Psicología de la UNC.
Así se venció el silencio en el Auditorio Hugo Chávez del Pabellón Venezuela para visibilizar, una vez más, otra de las tantas violencias de género que se padecen en Argentina. Colmado de un público diverso –en su mayoría mujeres de barrios y estudiantes universitarios–, tras observar la obra teatral, algunas de ellas aportaron opiniones y distintas estrategias para revertir estas situaciones adversas. Muchas advirtieron que conocer los derechos que garantiza la ley 25.929 y exigir que se cumplan, ya es un paso importante.
Y si bien cada vez existe más información sobre los beneficios de trabajar con los programas de Maternidad Segura y Centrada en la Familia, donde se garantizan los derechos a un parto respetado – como lo hace Hospital Misericordia o el Dr. Luis María Bellodi de Mina Clavero–, en la mayoría de los protocolos de las salas de parto aún prevalecen prácticas invasivas que no sólo hoy constituyen violencia obstétrica, sino que desde hace años se encuentran desaconsejadas por la propia Organización Mundial de la Salud. Son prácticas impuestas desde un modelo médico hegemónico donde, por lo general, aún se concibe a los embarazos como una patología o enfermedad que debe ser intervenida y no como un acontecimiento natural donde la madre y su bebé son los verdaderos protagonistas.
Nacer en ámbitos de respeto y contención
Susana Andrada –Secretaria de Extensión de Trabajo Social – habló sobre la necesidad de cumplir con la ley de parto Respetado, principalmente en los centros de salud públicos, para que el acceso a este derecho no tenga ninguna barrera social y económica. Es importante “nacer en ámbitos de respeto y contención”, subrayó. De esta manera, cedió la palabra a los panelistas de la charla, que este año fueron el doctor Miguel Couly, obstetra Jefe del Servicio de Tocoginecología del Hospital Misericordia de la Provincia de Córdoba; la obstetra y partera Diana Rosenmeyer, la doula Josefina Agüero y la psicóloga Flavia Roso, del colectivo de Mujeres por un Parto Respetado Córdoba.
En su intervención, Flavia Roso recordó las distintas acciones de sensibilización y difusión que desde el 2013 vienen realizando como grupo. Y si bien reconoció como un paso importante la reglamentación de la ley en el año 2015, subrayó que “aún seguimos trabajando y exigiendo que se cumpla”. En su exposición expresó que “Las mujeres queremos ser tratadas con amor, respeto y dignidad. Queremos que nuestros hijos nazcan en ambientes de calidez humana, no en espacios de asepsia afectiva. Queremos permanecer con nuestros bebés recién nacidos piel a piel, sin ser interrumpidas y manipuladas. Queremos que nuestros hijos nazcan en el amor y no en el terror absoluto de la separación inmediata para la que sus cuerpos no están preparados. Queremos que nuestros pechos rebocen de alimento y no tengan que esperar tiempos de otros para cumplir su función de contacto, apego, nutrición emocional y física. Queremos que la tecnología esté al servicio de las usuarias, no al revés. Queremos profesionales formados para acompañar y recibir desde el respeto absoluto y la empatía, queremos instituciones públicas y privadas donde se cumplan nuestros derechos”.
“¿Qué no pasó como Humanidad?”, fue la pregunta que lanzó Diana Rosenmeyer como quién enciende una luz roja ante tantas situaciones de violencia que aún prevalecen en las salas de parto. Y recordó que “el acto de nacer es totalmente sagrado”. Por su parte, Josefina Agüero, en su rol de doula, habló de la contención amorosa que debe recibir toda mujer embarazada en el momento de dar a luz.
El doctor Coully expresó su admiración ante la cantidad de mujeres que vienen trabajando a favor de la implementación de los partos respetados. Ubicó al hospital Misericordia como uno de los pocos centros de salud de la provincia, que trabajan a favor de garantizar este derecho. Recordó el trabajo formador y pionero de la obstetra y partera Celsa Bruenner en los hospitales públicos y reconoció toda la amorosidad que generan las propias mujeres al defender este derecho. Como propuesta final, Coully invitó a limitar los puntos de confrontación, intentando caminar todos juntos –mujeres y profesionales de la salud– para producir los cambios que faltan.
Texto y fotos: Irina Morán
Esta buena la nota sobre la jornada, pero seguimos invisiblizando al interior de la Pcia, falto aqui en estA nota la voz de otros panelistas como Lorena Musicarelli, partera parte de Mama Quilla y Hospital Dr. Luis Maria Bellodi y el Dr. Victor Ibatgur ginecoobstetra del Hospital Dr. Luis Maria Bellodi.
Querida Natalia: gracias por tu lectura, tu interés y comentario. Pero si te fijás bien en el artículo,decimos que el Hospital Misericordia o el Dr. Luis María Bellodi de Mina Clavero son de los pocos hospitales público provinciales que trabajan contemplando los derechos del parto respetado. Y allí mismo vinculamos la nota «Partos respetados en el hospital público» que también publicamos en Alfilo. Te dejo el link: http://www.ffyh.unc.edu.ar/alfilo/partos-respetados-en-el-hospital-publico/
Que por cierto, es un ejemplo a seguir todo el trabajo de Mama Quilla, de los profesionales del Hospital Dr. Luis Maria Bellodi.