El Internet se creo como una red libre, abierta y distribuida en su diseño técnico original, convirtiéndose en un medio interactivo de comunicación de “muchos a muchos”. Esto implica nuevas dinámicas de producción y distribución de conocimiento y cultura.(Fossatti, 2013)

La lógica de funcionamiento de la web posibilita un intercambio, en donde no son necesarios los intermediarios de la industria cultural o entidad de gestión de derechos de autor. Esto ocurre porque Internet es un dispositivo de la copia más grande del mundo. Como explica Fossatti (2013), con el simple hecho de compartir un enlace ya estamos copiando y distribuyendo una información, sin el permiso del autor del contenido. Este hábito naturalizado es ilegal en el mundo analógico y en la industria cultural tradicional, mientras que en la web para poder leer estamos obligados a hacer una copia.

El copyright esta basado en el control de las copias,  donde se determina cuantas copias se hacen, quien y cuándo puedo hacerlas. Claramente el copyright, en la lógica del Internet, es imposible, pues permanentemente estamos infringiendo la ley.