Las Primeras Jornadas de Teorías tortilleras, Memorias, errancias y vísceras conceptuales se realizaron los días 27 y 28 de mayo en la Facultad de Filosofía y Humanidades. Fueron coorganizadas por el Área de Formación en Género, Sexualidades y ESI, el CIFFyH y el Instituto de Filosofía e Instituto de Investigaciones de Estudios de Género (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires. Invitaron y acompañaron el Programa de Género, Sexualidades y ESI, Área Travesti, Trans y No Binarie y el Área FemGeS del CIFFyH.
Las Jornadas se tramaron a partir de un deseo: el de rastrear, recuperar, figurar y subrayar los aportes tortilleros a la teoría y a la academia como lugar de producción de sentidos y circulación de saberes. El encuentro giró en torno a las muy diversas aproximaciones a la teoría lésbica, en los muchos modos de comprenderla y desarrollarla. Se compartieron experiencias de formación y tareas de investigación, docencia y extensión, y expusieron ponencias de distintas disciplinas, que respondían a los ejes propuestos en torno a tareas de archivo, análisis de obras ficcionales, trabajos de traducción y edición, prácticas escriturales, políticas sexo-afectivas, entre otras temáticas.
Debido a la cantidad de trabajos recibidos, se reorganizaron dos días con mesas paralelas, que tuvieron también espacio para reencontrarse entre todas las participantes: un taller, dictado por val flores, y una plenaria, donde se compartieron consideraciones sobre los temas centrales y la coyuntura en la que se desarrollaron las Jornadas.
En relación al contexto, notablemente marcado por los lesbicidios de Barracas ocurridos un mes atrás, las Jornadas comenzaron el viernes anterior con la pintura de un mural alusivo, de la mano de artistas Lesbianes por la Universidad Pública invitadas por el Deleite de los Cuerpos.
En la madrugada del 6 de mayo, en el barrio de Barracas de la ciudad de Buenos Aires, Justo Fernando Barrientos arrojó una bomba molotov en la habitación donde vivían Andrea Amarante, Pamela Cobas, Roxana Figueroa y Sofía Castro. Tres de ellas fallecieron y solo Sofía logró sobrevivir tras pasar varios días internada en el Hospital del Quemado.
Es de destacar que, además de las numerosas propuestas de ponencias, hubo muchas asistentes, incluso de diversos puntos del país y de países limítrofes. La convivencia se extendió más allá de las mesas, en almuerzos al sol, actividades adyacentes y un brindis final en la casa de Alerta Torta el día martes.
A través de conceptos, memorias y prácticas tortilleras, se ensayaron otros sentidos de la academia, otros modos y vinculaciones para que se vuelva un lugar más habitable para tod_s. En ese sentido, la escucha feminista se hizo notar, y los intercambios fueron muy atentos y productivos. Se destacó también muy positivamente el carácter intergeneracional del encuentro, donde se cruzaban estudiantes recientes con activistas históricas, distintas experiencias y visiones conjugadas en una revisión del pasado una apuesta a un futuro colectivo.
Lo que unió a quienes participaron también se cifra en el deseo de teoría como impulso irreverente de pregunta y cuestionamiento que nos permita mirar el mundo con nuevos ojos, rastrear las huellas de nuestro pasado y fantasear con otros modos de pensar, hacer y querer desde una mirada teórica tortillera.
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Fotografías: Área de Comunicación FFyH – Milagro Mariona y Paulinha Santos Barrientos