Nuestro nuevo logotipo

Teníamos esa hoja de otoño preciosa, de Mariana Minervini, toda escrita con el nombre del Programa. Visitaba otoño a otoño los materiales educativos que hace diez años se enviaban en cd-room por correo regular en un sobre a los cursantes del Plan de Formación a Distancia.

En estos diez años, muchos cambios informáticos pasaron por las vías intangibles de la tecnología. Y había que diseñar uno nuevo, adaptable a los formatos actuales. Por eso, nos decidimos a cambiarlo.

Manuel Coll, diseñador del área de Comunicación de la FFyH es el autor del nuevo diseño.

Uno de los comentarios que hicimos en la primera versión fue: es transferible, lo podemos dibujar a mano, con aerosol, estamparlo en los cuadernos de los chicos con un crayón anaranjado o en tiza mojada en el piso de donde vayamos.

La primera versión tenía un solo punto, nos parecia que faltaba algo. Y con dos, la cosa cambió.

Es simple, es alguien leyendo, ¿se dieron cuenta? Cómo cuesta llegar a lo sencillo, qué tan complejo es ¿no?

Las líneas de abajo son papel, son pantalla, son caminos, son procesos y, sobre todo, son muchas. Mucho para leer o quizás una sola cosa, para leer mucho. A la vez, podríamos decir que no son (necesariamente) ojos, sino puntos, o un par de manchas en un plano blanco.

Nos preguntamos si es suficientemente «representativo», qué sería «suficientemente» y, la famosa definición de signo de Charles S. Peirce, en lugar de qué cosa está, para quien y en qué circunstancia de producción de sentido. Así como lo explicamos, lo sabe un niño o una niña que dibujan un rayón enredado y te dicen: es un perro que pasó por mi casa cuando ayer se largó a llover y había montón de papel picado en la vereda pero ves, esas cositas de acá, esa es la lluvia.

Representa algo, pero necesita alguien que lo re-conozca.

Es decir, ¿qué traemos como representación del Propale, qué componentes de lo que pensamos que somos está ahí, en este logo? Mas precisamente, en esta O con ojitos que nos mira. ¿nos mira?

Creo que nos miramos leer: vemos el logo y al leer «PROPALE», vemos que en medio de la sigla nos leen a nosotros, alguien levanta su vista anaranjadita.

¡Epa! Lindo descubrimiento que venimos a hacer. Bueno, lo pensó Manuel.

 

 

 

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