Inauguraron el Centro de Estudios Dewey en la Biblioteca

El primer Centro de Estudios Dewey de Latinoamérica funcionará en la Biblioteca “Elma Kohlmeyer de Estrabou” de la FFyH. Es el octavo en el mundo y cuenta con la obra completa y acceso a la base de datos con correspondencia y textos inéditos de Jonh Dewey, filósofo norteamericano del siglo XX inscrito en la corriente del pragmatismo. En el acto participó Larry Hickman, director del centro homónimo en la Southern Illinois University Carbondale, en Estados Unidos, quien fue reconocido con el título de Visitante Distinguido de la UNC. Entrevista con Larry Hickman.

El pasado 26 de septiembre quedó inaugurado en la Biblioteca “Elma Kohlmeyer de Estrabou” de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC el primer Centro de Estudios Dewey de Latinoamérica. Este nuevo espacio se plantea como un lugar interdisciplinario, donde desarrollarán proyectos de investigación grupales e individuales sobre la obra de Dewey en particular y el pragmatismo en general. También está previsto el dictado de cursos de grado y posgrado en la UNC y en otras unidades académicas nacionales, la traducción al español de algunas obras de Dewey, así como el alojamiento de investigadores nacionales y extranjeros para que realicen actividades en la Facultad de Filosofía y Humanidades.

La apertura del nuevo ámbito contó con la presencia de Larry Hickman, director del Centro de Estudios Dewey de la Southern Illinois University Carbondale en Estados Unidos, quien recibió el título de Visitante Distinguido de la UNC, de manos de la rectora Carolina Scotto.

En la presentación del homenajeado, Claudio Viale, investigador del Conicet, miembro del Grupo de Conceptos y Percepción del Centro de Investigaciones de la FFyH y uno de los responsables de la creación de este Centro en la UNC, destacó la dilatada trayectoria académica de Hickman, quien se doctoró en la Universidad de Texas, en Austin (1971) y fue becario posdoctoral Von Humboldt. Se ha desempeñado como profesor de Filosofía en universidades como la de Texas A& M (Estados Unidos), Carolina de Praga (Checoslovaquia), de Navarra (Pamplona, España) y de Erlangen (Saarbrucken, Alemania);

Viale destacó que Hickman lleva adelante una obra importante en dos sentidos. En primer lugar, por ser uno de los más importantes expertos en la obra de John Dewey, uno de los filósofos e intelectuales más relevantes del siglo XX. Y en segundo lugar, por ser una voz autorizada en la llamada “Filosofía de la Tecnología”.

“El leimotiv de su obra puede ser resumido en su intento de no caer ni en el absolutismo ni en el relativismo, empresa común que comparte con pragmatistas clásicos y contemporáneos, y también en su afán de que creemos valores relevantes desde un punto de vista contemporáneo”, completó Viale.

Posteriormente, Viale calificó a Hickman como un excelente “hacedor” en el ámbito académico, por su capacidad para crear las condiciones institucionales necesarias para que el conocimiento se origine, se desarrolle y se difunda. “Como hacedor, Larry Hickman y el Centro Dewey en Carbondale, han patrocinado siete centros en el mundo y el que se inaugura hoy en la UNC será el primero de América Latina”, cerró.

Por su parte, Hickman, en un saludo previo a su conferencia “Proposiciones, valor de verdad y tecnología en la Teoría de la Investigación de John Dewey”, agradeció a las autoridades universitarias el trabajo que llevaron adelante para la apertura del nuevo espacio. Reconoció que la inauguración es especialmente relevante porque se produce en una “universidad de tan extensa y distinguida trayectoria, la más antigua e importante de Latinoamérica”.

La ceremonia estuvo presidida por la rectora Carolina Scotto. Junto a ella estuvieron la decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Gloria Edelstein, la vicedecana, Silvia Ávila, entre otras autoridades universitarias, profesores y estudiantes.

Los interesados pueden comunicarse con el Centro de Estudios Dewey a centrodewey@gmail.com o visitar la página web http://centrodeestudiosdewey.org/

 

Entrevista a Larry Hickman

“Dewey fue un filósofo de la democracia y la educación”

El director del Centro de Estudios Dewey de la Southern Illinois University, Carbondale, estuvo presente en la inauguración del centro homónimo que funcionará en la Biblioteca de la FFyH. Allí brindó la conferencia “Proposiciones, valor de verdad y tecnología en la Teoría de la Investigación de John Dewey” y recibió el título de Visitante Distinguido de la UNC.

– ¿Por qué decidieron crear un nuevo Centro de Estudios Dewey en la Universidad Nacional de Córdoba?

-Bien, creo que, en parte, tiene que ver con este hombre aquí presente (Claudio Viale). Nos encontramos hace un año y medio en una reunión en España. Descubrimos inmediatamente que teníamos un interés en común: la posibilidad de cambiar la manera en que los filósofos hacen su trabajo, escuchando algo de lo que los pragmatistas han dicho. Luego esa discusión maduró, floreció, y comenzamos a hablar de un Centro de Estudios Dewey aquí. No teníamos ninguno en Latinoamérica y éste parece ser un buen lugar, pues es una de las universidades más antiguas y honradas del mundo. Luego de que una cosa llevara a la otra, aquí estamos.

Dewey no es un autor muy conocido en esta parte de Sudamérica. ¿Cree que este Centro ayudará a dar mucha más difusión a su obra?

-La idea de difundir aquí las ideas de Dewey es porque fue un filósofo de la democracia y la educación. Este será el octavo Centro de Estudios Dewey en el mundo (actualmente el noveno contando el nuestro, de manera que hay ocho más), y en cada uno de esos lugares existe un gran interés en la democracia y la educación; y lo que eso significa para una cultura particular, lo que significa para la historia de esa cultura y para cómo esas ideas pueden ser desarrolladas. Creo que es justo decir que la mayoría de los países del mundo están atravesando una crisis educativa. Por eso, para quienes se toman seriamente las ideas de educación y democracia, es de gran importancia contar con los recursos que significan las ideas de este gran educador y filósofo.

-¿Cuáles son los aportes que continúa haciendo la obra de Dewey?

En relación a la democracia, Dewey no la concebía necesariamente como una forma de gobierno. Tenía más que ver con la manera en que la gente vive en conjunto. Las formas de gobierno se desarrollan a partir de la manera en que la gente interacciona, de manera que la democracia es mucho más que votar; es una actitud fundamental para con el prójimo, para con los habitantes del propio país, y así.

En segundo lugar, en lo que a educación concierne, nos encontramos en un punto del tiempo en que en Estados Unidos, en el Reino Unido y muchos países de Europa, se intenta pensar acerca de la educación bajo el modelo de la economía de libre mercado. Según ese modelo, el estudiante es un consumidor, selecciona de la misma manera que lo haría alguien en una verdulería. Dewey se oponía fuertemente a estas ideas, pues pensaba que los y las maestras tenían el importante rol de dirigir la educación de los estudiantes. Además, veía negativamente las viejas ideas respecto de la memoria escrita; de las listas a memorizar; pues necesitamos una educación que se base en temas,  una educación donde se trabaje en proyectos de manera conjunta, aprendiendo unos de otros. Esto se vuelve especialmente cierto en la era de Internet.

Esto es tan sólo una respuesta muy breve, hay mucho más para decir. Es sólo una indicación de alguna de las ideas importantes de Dewey: educación basada en pares, estudiantes orientándose unos a otros, aprendizaje basado en temas y proyectos; la idea del maestro no como una autoridad, si no como un entrenador, alguien capaz de ayudar al alumno a desarrollar su capacidad. Y, lo más importante: el rechazo a la estandarización de las evaluaciones, pues son un pobre sustituto de la educación.

– Esta Facultad está compuesta de variadas disciplinas, como los estudios sobre artes, en educación y pedagogía, pero también la Biblioteca está asociada a la Facultad de Psicología. Todos campos en los que Dewey ha trabajado. ¿Qué puede decirnos respecto a las investigaciones de otras disciplinas (además de la filosofía) que quieren estudiar a Dewey? ¿Qué posibilidades tendría el Centro de desarrollar algunas de esas actividades?

– Los otros centros trabajan con algunos aspectos filosóficos y también con la educación. El de Polonia, es administrado por una profesora de estética. El de Colonia es muy fuerte en filosofía de la educación. El de Fudan, en Shanghai, está más orientado a los estudios sobre la cultura americana. El de Italia está principalmente interesado en trabajar con profesores al sur del país, donde la tradición democrática no es muy fuerte. Cada uno tiene su personalidad única, y desde ya  alentamos la generación de contactos por parte de la gente en los centros; de la misma manera en que nosotros nos hemos extendido y comunicado, pues tenemos contactos no sólo con filósofos, sino también con sociólogos, trabajadores de la administración y planeamiento públicos; así como economistas e historiadores.

– Hay una rama de la filosofía, bastante novedosa, que es la filosofía de la tecnología. Además de dedicarse a Dewey, usted también se dedica a ella. En este sentido, reivindica los aportes de la obra de Dewey a la filosofía de la tecnología de cara al futuro. ¿Cuál es la importancia y la vigencia de estos planteos?

– Si tomamos seriamente las ideas de Dewey, la manera en que enseñamos filosofía sería muy diferente. En lugar de tener la metafísica y la epistemología como núcleos, deberíamos centrarnos en la filosofía social, la ética y la estética. Entonces, las herramientas necesarias para abordarlas estarían a nuestro alrededor, accesibles empíricamente. Estas ideas recién se están comenzando a desarrollar entre filósofos; pues durante muchos años, los filósofos han estado hablando principalmente con ellos mismos, y esto no es muy positivo. De manera que la nueva forma -muy presente en filosofía de la tecnología- para quienes trabajan en la tradición pragmatista, la tradición de John Dewey, abarca el trabajo en áreas como ética bioalimentaria, ética de la sustentabilidad y medio ambiente, ética de la restauración ecológica; en las muchas ramas de la ética médica. También desde la sociología se trabaja en campos contiguos a estos. La filosofía, entonces, puede tener un gran impacto en cuestiones prácticas. Además de ser un reconocido filósofo, Dewey era un importante intelectual que publicó en revistas populares. Un importante miembro de Harvard dijo una vez que, durante la mitad del siglo XX, ningún debate era considerado como acabado hasta que Dewey hablase. Ahora tenemos la chance de ver cómo estas ideas funcionan y son aplicables a estos campos.

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