El Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC aprobó en su sesión del lunes 22 de agosto conceder el Premio José María Aricó al compromiso social y político 2016 a la dirigente social y legisladora del Parlasur, Milagro Sala, encarcelada ilegalmente en el penal de Alto Comedero de San Salvador de Jujuy desde el 16 de enero pasado.
La quinta edición del Premio José María Aricó al compromiso social y político a Milagro Sala (antes recibido por Ricardo Obregón Cano, Emi D’Ambra, Horacio González y Álvaro García Linera) se otorga en “reconocimiento a su vasta obra social junto a los sectores más humildes y relegados del norte argentino, que no desconoce el contexto de persecución política de la que es objeto su persona, al igual que la de otros referentes sociales de la Provincia de Jujuy”.
Numerosos docentes, estudiantes, egresados y nodocentes de esta Facultad y otras unidades académicas, además de integrantes del Comité por la Libertad de Milagro Sala, colmaron el aula del Pabellón Residencial donde se llevó a cabo la sesión del Consejo Directivo del lunes 22 de agosto. Sebastián Torres, consejero docente, destacó que “Milagro es un símbolo, porque cada frente que abrió es un frente de lucha”, pero también sostuvo que “ella está sufriendo en carne propia la persecución”. Por último resaltó como positivo que “Milagro y la Tupac ampliaron el límite de lo que creíamos era la democracia, construyendo otro modelo de sociedad, haciendo lo que el Estado no pudo o no quiso hacer”.
En el mismo sentido, la consejera estudiantil de Estudiantes al Frente afirmó que esta es una “decisión política importante en este momento del país, ya que Sala está detenida sin ninguna legalidad. La foto de la Argentina de hoy es el represor Etchecolatz en su casa y Milagro en un penal”.
Flavia Dezzuto, consejera docente, señaló que “este premio confirma que la universidad y especialmente la FFyH no son una isla, sino que expresan qué tipo de país estamos eligiendo. Milagro está presa porque es una negra, india, mujer y pobre que enfrentó a los poderes fácticos y es muy importante seguir trabajando por la emancipación política y social. Así que pedimos la libertad inmediata de ella y los compañeros presos”.
El premio contó también con el acompañamiento de los claustros de egresados y de nodocentes, además del Colectivo Gualicho.
La obra social de Milagro Sala y la organización popular Túpac Amaru, entre otras cosas, revirtió la histórica situación de emergencia habitacional en Jujuy, creó miles de puestos de trabajo, organizó trabajadores en talleres textiles, talleres metalúrgicos, una fábrica de bloques, comedores comunitarios, dos escuelas a la que concurren más de 2500 estudiantes y 150 docentes, una radio comunitaria, cooperativas de vivienda que construyeron miles de casas, clubes, centros de salud con alta tecnología, un centro integral de rehabilitación para personas discapacitadas, un centro cultural, un museo de sitio y un gimnasio con pileta climatizada para los sectores populares.
Con este Premio a Milagro Sala, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC (que desde hace años cuenta entre sus principales objeto de reflexión, investigación y prácticas docentes a los derechos humanos, la enseñanza en la cárcel y los estudios de género) quiere destacar una “trayectoria de compromiso por los sectores sociales más humildes y las comunidades originarias, y contribuir a la formación de una sociedad no discriminadora, no racista, no misógina y más igualitaria”.
La detención ilegal de Milagro Sala
El 16 de enero de 2016 Milagro Sala fue detenida ilegalmente en la ciudad de San Salvador. Desde entonces, los miembros de la Organización Barrial Túpac Amaru, de la que Milagro es principal referente, han sido objeto de persecuciones, extorsiones, amedrentamientos, represión, allanamientos y nuevos encarcelamientos.
La prisión de Milagro Sala en particular produjo una intensa reacción nacional e internacional: decenas de legisladores de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Uruguay en el Parlamento del Mercosur reclamaron su inmediata liberación a través de una carta a la Cancillería Argentina, al igual que entidades defensoras de derechos humanos como el Centro de Estudios Legales y Sociales (quien realizó una presentación ante la Comisión Interamericana de derechos Humanos), Amnistía Internacional (que el 19 de enero último denunciaba un “claro intento de criminalizar la protesta social y el uso de las leyes penales para intimidar y amenazar a las organizaciones sociales y silenciar sus reclamos”, y convocaba a una “acción urgente” para la liberación de la dirigente social), la Organización de Naciones Unidas (ONU) (organismo que desde Ginebra hizo un «llamamiento urgente» a la Argentina por la libertad de Milagro Sala), o el Parlamento Europeo, que exigió su liberación a través de una misiva oficial al presidente argentino.
Asimismo, en muchas provincias argentinas se constituyeron Comités por la Liberación de Milagro Sala (presididos por Estela de Carlotto, Raúl Eugenio Zaffaroni y Baltasar Garzón), que con el paso del tiempo se han multiplicado y han incrementado sus acciones solidarias con la dirigente social y los miembros de la Organización Túpac Amaru.
En una reciente declaración pública, cientos de científicos, investigadores del Conicet, rectores, decanos, docentes y otros trabajadores de universidades de toda la Argentina se manifestaron con enorme preocupación por “la policialización y la suspensión de los derechos civiles, sociales, democráticos y humanos en la Provincia de Jujuy”; expresaron “solidaridad con su pueblo y en particular con la organización Túpac Amaru”, a la vez que reclamaron “la inmediata liberación de la parlamentaria Milagro Sala y otros presos políticos alojados en la cárcel de Alto Comedero”, así como “la restitución de las garantías democráticas para todas las organizaciones y militantes sociales en la Provincia de Jujuy”.