Investigación
¿Cómo y para qué usan las tecnologías los docentes de la UNC?
Un estudio exploratorio realizado por investigadores de la FFyH revela que si bien en la UNC hay disponibilidad de tecnologías de la información y la comunicación, los docentes hacen un uso limitado de las mismas. El sondeo indica, además, que estas herramientas son utilizadas generalmente para consolidar esquemas tradicionales de transmisión del conocimiento y que existe una escasa producción de materiales digitales por parte de los profesores. Los docentes encuestados consideran que hay pocos espacios de formación que promuevan el uso de TIC en la Universidad. Aunque los datos de la encuesta son parciales, este relevamiento representa un material interesante para comprender las prácticas de los docentes en relación con el uso de las tecnologías en la enseñanza.
A través del Área de Tecnología Educativa de la FFyH, se realizó una encuesta con el objetivo de conocer cuáles son las principales dificultades con las que se deben enfrentar los docentes de la UNC cuando pretenden incorporar tecnologías de la información y la comunicación en sus prácticas de enseñanza. Entre las conclusiones, este informe preliminar indica que además de incorporar equipamiento, “lo importante es capacitar a los docentes para que el uso de la tecnología esté encaminado a construir conocimiento y difundirlo, antes que a reproducirlo”. También pone de relevancia la necesidad de “generar políticas de democratización del conocimiento para que haya un beneficio colectivo antes que individual” del uso de estas herramientas.
Este diagnóstico se realizó como parte del proyecto “Universidad y sociedad del conocimiento ¿Es el e-learning la única respuesta a sus retos?”, lanzado por la Red de Universidades para la Sociedad del Conocimiento (UNISIC) e integrado por equipos de cinco universidades: Santiago de Compostela (España), Nacional de Córdoba (Argentina), Autónoma Juan Misael Saracho y Mayor de San Francisco Xavier (Bolivia) y Los Lagos (Chile). El equipo cordobés, dirigido por Gloria Edelstein, está integrado por Joel Armando, Gabriela Giordanengo y Belén Uanini, con la colaboración de Marcela Pacheco, Pío García y Javier Blanco.
El relevamiento, que contó con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), se realizó durante 2007 y los resultados se publicaron recientemente en el portal de la Red Unisic (Ver informe completo).
Este documento incluye los resultados parciales de las encuestas realizadas en cada una de las instituciones participantes y, además, algunas recomendaciones generales para encarar los procesos de enseñanza y aprendizaje en las instituciones universitarias, en función de los cambios que devienen de la llamada sociedad de la información y el conocimiento.
“Las tecnologías han cambiado dramáticamente la manera en que se obtiene, manipula y transmite información y esto ataca directamente al corazón de los paradigmas tradicionales de la universidad, donde el proceso de creación del conocimiento, preservación, transmisión y aplicación aún está basado en el libro, en la pizarra de tiza, en la transmisión oral y en las imágenes estáticas. Por el contrario, nuevas formas de acumulación del conocimiento, con la escritura de textos, las imágenes dinámicas, instrucciones sobre cómo crear nuevos ambientes sensoriales, son ya posibles”, subrayan los especialistas en el documento.
Desafíos
Como punto de partida, el proyecto señala que hasta el momento son insuficientes las respuestas que ha ensayado la mayoría de las instituciones públicas para la incorporación de tecnologías educativas. Estas respuestas, en general, consisten en la inclusión de una variante “virtual” en las enseñanzas o la adopción de algún sistema de educación a distancia mediante la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación. “Se parte de la idea de que ambos tipos de respuestas son parciales, en la medida en que enfrentarse a los retos impuestos por la continua aceleración de los cambios sociales requiere repensar las propuestas de formación que se desarrollan en los centros de educación superior y adaptar su organización y enseñanza a los nuevos entornos”.
Para llevar adelante el proyecto, los equipos se reunieron el año pasado en dos oportunidades -en Santiago de Compostela y en Córdoba- y desarrollaron un fructífero intercambio a través de un entorno colaborativo virtual generado en el portal de la Red Unisic. “El nacimiento de la red ha significado un avance importante en la consolidación de lazos comunes que convergen en la construcción de conocimiento compartido”, expresan los participantes.
En líneas generales, la investigación da por tierra con ciertas concepciones que sostienen que basta con instalar determinados aparatos y equipamientos para que las universidades puedan ingresar a la sociedad del conocimiento. “Se necesitan cambios en la organización y en la manera en que se concibe la formación”, explican los especialistas, y continúan: “Los retos son mucho más complejos como para conformarnos con que la utilización de alguna plataforma de enseñanza pueda cubrir las expectativas sociales que se tienen en este momento histórico”.
Predominio de la modalidad presencial
Durante el proceso de investigación se elaboró de manera conjunta un cuestionario dirigido a los profesores de cada universidad, el cual se respondió de manera on line. Las principales conclusiones de la encuesta que se aplicó en Córdoba constituyen un material valioso para comprender las prácticas de los profesores locales en relación con la incorporación de las tecnologías de la comunicación y la información.
En el caso de la UNC, el sondeo se realizó solamente en algunas unidades académicas que fueron seleccionadas previamente de acuerdo a las distintas áreas de conocimiento. Las facultades elegidas para la muestra fueron: Odontología, Ciencias Exactas, Famaf, Ciencias Económicas y la propia Facultad de Filosofía y Humanidades.
El estudio señala que la modalidad de enseñanza predominante en la UNC es presencial. Existe una sola carrera de grado a distancia y algunas experiencias aisladas de materias o ciclos en carreras de grado. En este sentido, las respuestas obtenidas en el cuestionario coinciden con estos datos, ya que la mayoría de los docentes manifiestan desarrollar su actividad en la modalidad presencial (93, 28%), mientras que los restantes se distribuyen entre la modalidad semipresencial (3,36%) y a distancia (3,36%).
En cuanto a las técnicas más habituales en la práctica de enseñanza, los docentes eligen mayoritariamente la exposición oral; en segundo término el trabajo en grupos, mientras que el estudio de casos, los proyectos y los talleres son menos habituales.
Al ser consultados sobre la inclusión de TIC en la docencia, gestión, planificación o evaluación de su materia, un porcentaje importante (63%) de profesores respondió de modo afirmativo. Cuando se les preguntó cuáles son las herramientas que utilizan, la mayoría de los docentes dijeron que usan con mayor frecuencia la computadora y el retroproyector, instrumentos que habitualmente sirven de apoyo a la exposición magistral como estrategia de enseñanza.
Sobre el ítem “para qué utilizan las TIC”, los profesores respondieron que para planificar, desarrollar clases, gestionar la docencia y comunicarse con colegas y con alumnos. Son menos los casos en los que las utilizan para evaluar (15%) o realizar tutorías (35%). En relación con los motivos por los que los profesores usan las tecnologías, se encuentran más valorados: el desarrollo y la disponibilidad creciente de las TIC (57.14%), la consideración de que el uso de las tecnologías mejora la calidad del proceso de enseñanza (53.78%) y favorece los procesos de comunicación (64.7%).
Respecto del modo en que se iniciaron en el uso de TIC, el 52,1% dice haber empezado de manera autodidacta, mientras que el 21% lo hizo a través de cursos de formación, el 10% con la ayuda de colegas y el resto con la ayuda de familiares.
El empleo de las tecnologías mejora la calidad de enseñanza
Ya en el terreno de las decisiones que toman los docentes cuando usan las tecnologías en la enseñanza, la mayoría de los encuestados coincide en que siempre las emplea para realizar búsquedas de información (32,77%)y elaborar materiales (36,97%).
Al momento de responder sobre el material con el cual trabajan sus alumnos es posible advertir que los manuales (22,69%) y las fotocopias de capítulos de libros (28,58%) son las fuentes más recomendadas para el trabajo académico de los estudiantes, en detrimento de otras opciones como los recursos de internet y las bases de datos digitalizadas.
Con respecto a la relación entre los contenidos y el empleo de las TIC en la enseñanza, el 28,58% de los encuestados considera que casi siempre es posible incluirlas. En este sentido, el 45% de los docentes manifestó que incorpora estas herramientas para el trabajo de contenidos centrales en su asignatura y el 37% lo hace en conocimientos complementarios.
Al momento de pensar qué beneficios le han otorgado las tecnologías en su propuesta de enseñanza, la mayoría de los encuestados (59, 67%) advirtió que les permitió actualizar los contenidos que desarrolla en sus clases. Es en este marco que los docentes consideran, en su conjunto, que con el empleo de TIC es posible mejorar la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Prioridades: conexión a internet, computadora y cañón en el aula
En relación al espacio en el cual desarrollan sus trabajos de enseñanza, los docentes encuestados, indican en su mayoría (47,06%) que se componen de aulas convencionales para menos de 50 personas. Cuando se los interpela sobre los recursos tecnológicos con los que cuentan estos espacios, la existencia de retroproyector es la opción con mayor frecuencia (elegida por el 58% de los docentes); mientras que el ordenador, el cañón, el televisor y el video fueron seleccionadas por el 44,%, 32% y 25%, respectivamente, de los encuestados.
Sin embargo, los profesores consideran que el aula en la que dictan sus clases está algo preparada (44%) para incorporar TIC en sus prácticas de enseñanza.
Al responder sobre las características que desearían para su espacio áulico, la mayoría de los casos acuerda totalmente en la necesidad de que haya conexión a internet para el profesorado en el aula (57,98%) y de cañón de video y ordenador (55,46%).
Al momento de responder qué tipo de herramientas de comunicación entre docentes y alumnos dispone cada facultad, el 94,12% de los encuestados indico la existencia de correo electrónico, luego le siguen la lista de distribución (52,10%) y los foros (46,22%) En relación a ello, el correo electrónico es la herramienta más utilizada por los profesores para conectarse con sus alumnos (89,07%), como así también para el trabajo colaborativo con sus colegas (94,96 %)
Al indagar sobre los motivos por los cuales los profesores incluyen Tic para el trabajo en sus clases, observamos que un alto número de docentes emplean estas herramientas para aclaras dudas sobre los contenidos (78,79%) y en menor medida, pero no deja de ser importante de resaltar, para estimular la participación de los alumnos (65,55%).
Recursos y materiales digitales
Cuando se consulta a los profesores sobre la utilización de materiales digitales en sus prácticas de enseñanza, la mayoría de los profesores expresan incorporar este tipo de materiales.
Más del 50% de los docentes responden (en cada caso) que usan, adaptan y crean materiales digitales. Si se analizan los tipos de materiales que se recomiendan y producen, predominan los libros o artículos electrónicos y las imágenes fijas, en cambio, los multimedia interactivos y videos se usan en menor medida.
Es interesante aquí recuperar lo que eligen los profesores en la opción “Otras”: “apuntes”, “cartografía digital”, “guías de trabajos prácticos”, “presentaciones power point”, “soft específico”, “páginas web” y “papers obtenidos de la red”. En cuanto a los soportes, el más utilizado es la web junto con los CD y, en menor medida los DVD.
En relación con los elementos integran los materiales digitales que usan, puede resaltarse que en todas las facultades la elección mayoritaria es “Texto e imagen fija”, y le sigue “Texto”. Este dato permite pensar que, si bien hay una importante incorporación de recursos digitales, éstos no aprovechan todas las potencialidades que brindan los formatos electrónicos.
Ante la pregunta sobre si los profesores elaboran los materiales en espacios específicos de la Universidad, las mayores menciones aparecen concentradas en las dos primeras opciones (“nunca” y “alguna vez”) para todas las Facultades, menos en la Famaf. Además, se puede observar que los profesores responden que trabajan generalmente de manera autónoma y pocas veces en equipo con otros profesores.
Sobre la consulta referida a haber recibido algún tipo de formación para la elaboración de materiales digitales las respuestas se distribuyen de la siguiente manera: 57% (por iniciativa propia) 25% (por iniciativa de la cátedra) 20% por iniciativa de la UNC y el 5% por iniciativa del equipo de investigación.
En la pregunta sobre aquellos mecanismos de difusión de materiales digitales de los que dispone su universidad, y los que utiliza se destaca que los profesores desconocen muchos de los mecanismos existentes para la difusión de materiales. Por otra parte, la respuesta más elegida es “portales de internet” y luego “listas de distribución”.
Esfuerzos aislados
Cuando se consulta a los docentes sobre si la universidad en la que trabaja “reconoce el esfuerzo del profesorado para incorporarlas”, si “ofrece facilidades para su uso”, si “frena los procesos de su integración en la enseñanza” o “tiene una política respecto de la integración de TIC”, predomina la respuesta “algunas veces”.
Según el informe, estas respuestas avalarían la idea que sostiene que la integración de TIC en la enseñanza continúa dependiendo del esfuerzo de profesores y equipos aislados dentro de la UNC.
En su mayoría, los profesores no notan que la institución ofrezca apoyo ni económico ni académico y sólo reconocen como únicas acciones concretas “la instalación de aparatos” y “el apoyo logístico”.
La última pregunta del cuestionario contribuye a definir cómo ve su perfil el profesorado consultado. Los ítems “trasmisor de conocimientos” e “incitador a la reflexión son los que concentran las respuestas positivas, en tanto que “experto en contenidos”, “diseñador de materiales” y “creador de entornos de aprendizaje” son las opciones menos elegidas.
Datos claves del relevamiento en la UNC
- La mayoría de los docentes manifiestan desarrollar su actividad en la modalidad presencial (93, 28%)
- Los docentes eligen mayoritariamente la exposición oral como técnica más habitual en la enseñanza
- El 52,1% dice haber empezado a usar las tecnologías de manera autodidacta.
- El 32,77% utiliza las TIC para búsquedas de información.
- La mayoría de los casos acuerda totalmente en la necesidad de que haya conexión a internet para el profesorado en el aula (57,98%) y de cañón de video y ordenador (55,46%).
- El correo electrónico es la herramienta más utilizada por los profesores para conectarse con sus alumnos (89,07%), como así también para el trabajo colaborativo con sus colegas (94,96 %).
Algunas consideraciones generales
Los datos relevados en las cinco universidades fueron sintetizados en un informe general. A continuación se incluyen algunas conclusiones:
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La mayoría del profesorado afirma que desarrolla su docencia en la modalidad presencial, lo que difícilmente podía ser de otra manera ya que las universidades de referencia tienen básicamente esa modalidad. Sin embargo, en su mayoría aluden a que utilizan TIC en la enseñanza. Esto supone algún soporte electrónico que no implique la utilización de Internet, lo cual posibilitaría la distancia.
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El uso de las TIC en las universidades estudiadas está más bien ayudando a consolidar las prácticas ya vigentes que a realizar transformaciones. Esto se observa fundamentalmente en el peso que tienen determinadas herramientas que son utilizadas para trasmitir información en situaciones presenciales, tales como el data show o cañón de video. Lo cual hace suponer que las metodologías trasmisivas son las más utilizadas. El predominio de la exposición oral permite hipotetizar sobre la lejanía que nuestras universidades parecen tener en relación con las demandas de cambio de rol del profesorado por las sociedades del conocimiento.
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La mayor parte del profesorado se declara autodidacta en su iniciación con las TIC, lo que permite cuestionar el valor de los planes institucionales de formación cuando estos han tenido lugar. Profesores y profesoras son autodidactas.
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El conjunto de las universidades ha priorizado la dotación de hardware y las condiciones materiales de integración a la sociedad de la información y el conocimiento más que la planificación estratégica de la incorporación de éstas a los espacios institucionales de la misma y, en especial, a la enseñanza. No ha abundado una profunda reflexión de los cambios a todo nivel que esto puede implicar: organizativo, curricular, formativo, laboral.
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En el conjunto de las universidades se observa una urgente necesidad de ayudar al profesorado a repensar su trabajo desde las claves que imponen las nuevas condiciones sociales y económicas. La necesidad de un proceso formativo de hondo calado que en cada contexto podrá tomar una forma diferente de acuerdo con sus idiosincrasias y condiciones.
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Se visualiza, tanto por parte del profesorado como por parte de la propia institución a través de sus políticas de dotación, una tendencia a mantener el mismo tipo de estructura en la enseñanza. Todos parecen tender hacia una propuesta dominante: el modelo transmisivo de enseñanza, a través de la figura del profesor. Esto se proyecta tanto en el tipo de tecnología que se utiliza, como en los materiales, las disposiciones de tiempo y espacio de la actividad docente.
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Se ponen de manifiesto dificultades en la transmisión de la información. Cuando, justamente, en este contexto socioeconómico el problema es su abundancia, el conjunto del profesorado manifiesta desconocimiento en relación a los medios de que se dispone y a las posibilidades que estos ofrecen.
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