El II Encuentro Internacional: derechos lingüísticos como derechos humanos en Latinoamérica/ LA FURIA DE LA LENGUA, convocado por la Facultad de Filosofía y Humanidades (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina) y el Museo del Libro y de la Lengua (Biblioteca Nacional Mariano Moreno), surge como espacio abierto, diverso y bullicioso para reflexionar sobre nuestra realidad latinoamericana desde el problema de las lenguas.
Como continuidad del evento organizado en 2019, plantea la relación entre los derechos lingüísticos y los derechos humanos, entre el derecho a la palabra y el derecho a la vida digna, el derecho al discurso y el pensamiento propios, el derecho al decir y al hacer. El encuentro convoca a repensarnos en esas complejidades, para discutirlas y revisarlas en los márgenes de toda autoridad.
La actual coyuntura política y afectiva, tanto a nivel regional como global, se ve tensionada por discursos del odio –racistas, misóginos, homolesbodiantes, cisexistas, capacitistas–, que están desplazando las formas tradicionales del arte de la injuria en la dirección de una violencia verbal que, de la mano de las redes y los algoritmos, acorralan las pautas del debate democrático. La dramática crisis sanitaria global no ha hecho sino exacerbar las dinámicas del odio, acrecentar la violencia discursiva y agudizar las desigualdades que nos atraviesan.
La pedagogía travesti-trans habla de la furia como sentimiento que busca justicia y se levanta en potencia insurgente; que resuena en los reclamos y luchas de otros sectores históricamente subalternizados. Sin pretender autoexcluirse de las tensiones del lenguaje, postula sin embargo otras economías de su violencia. Ante las sedimentaciones del odio, las furias enraizadas en la lengua dan lugar a nuevas imaginaciones, reapropiaciones y resistencias. Plantean, como Erinnias discursivas, la discordia ante la violencia uniformizadora. Frente al odio inmovilizador, opositivo y polar, la furia es multiplicación, impureza y mutación. Esa furia, en su afinidad etimológica con hervir o fundir, con fusible o furor, llama al movimiento para desafiar los límites de lo decible y ensayar nuevas formas de agenciamiento colectivo. Es el furor y el arrebato contra las servidumbres voluntarias del nihilismo contemporáneo.
En medio de la crisis civilizatoria global que enfrentamos, y de la pandemia como expresión de ella, proponemos pensar el virus de la lengua, sus peligros y virtualidades, sus latencias y potencias. Los desafíos de este tiempo reclaman a la academia y a la vida cultural la suspensión de sus evidencias, con sus lenguas, sus registros, sus problemas y sus explicaciones del odio social y político. Proponemos desplegar otros modos de decir y hacer con la lengua que incomoden y nos incomoden: modos desbocados que habiliten la ilusión y el deseo de vidas más equitativas y prácticas políticas heterogéneas y diversas.
LA FURIA DE LA LENGUA nos sitúa ante las violencias exacerbadas de nuestro tiempo sin ingenuidad, y asumiendo la propia furia de todas esas lenguas minorizadas que pugnan por emerger a la escena de las hablas audibles de nuestra época. Más allá del ruido y de la norma, hacia una práctica lingüística mutante y expansiva. Porque así imaginamos los derechos humanos como derechos lingüísticos: hacer rabiar la lengua hasta que valga la pena vivir.