El 8 de marzo quedó inaugurado un nuevo edificio que suma 1.176 m2 de superficie cubierta a esta unidad académica. El flamante espacio alberga un auditorio y ocho aulas con una capacidad para 556 alumnos. La obra implicó una inversión superior a los cinco millones de pesos y también incluyó un nuevo tramo del área peatonal (este-oeste) que ahora une la avenida Nores Martínez con la calle Vía de las Artes. Galería de imágenes [11/03/2013]
La rectora Carolina Scotto y el decano de Filosofía y Humanidades, Diego Tatián, inauguraron un nuevo edificio para esa unidad académica, que incluye ocho nuevas aulas con capacidad para 556 alumnos y un auditorio. La obra, erigida sobre la avenida Enrique Barros, en proximidades del Teatrino, posee 1.176 m2 cubiertos y demandó la inversión de 5.222.544,55 pesos.
El edificio consta de tres niveles con hall de ingreso principal, núcleo de circulación vertical compuesto de escalera y ascensor, así como escalera de emergencia externa al edificio y núcleos sanitario por cada nivel.
Cuenta con una estructura de hormigón armado, cerramientos exteriores de mampostería con terminación superficial de revoques grueso y fino para exteriores y pintura con látex sintético para exteriores. Interiormente los tabiques divisorios son de roca de yeso y carpintería de aluminio.
Está equipado con calefacción por radiadores, detectores de incendio, así como alarma contra intrusos, e infraestructura de telefonía y datos.
La obra incluye un nuevo tramo de la peatonal este-oeste, eje de vinculación que une la avenida Nores Martínez con la calle Vía de Las Artes. La ampliación de este tramo mantiene las mismas características de la peatonal existente, en el tipo de solado, iluminación, equipamiento (bancos), bandas táctiles. En la ejecución de la peatonal se incluyó el cruce peatonal a nivel de vereda sobre la Avenida Enrique Barros, para cumplir los objetivos de reducir la velocidad del tránsito, permitir el paso y favorecer la inclusión.
Sobre uno de los muros del edificio puede contemplarse la obra “Extensión”, que fue donada por la artista plástica Gisela Yammal. Se trata de una pieza de grandes dimensiones, trabajada en cerámica, que conmemora el cuarto centenario de la Casa de Trejo e integró la muestra de artes visuales “Graduarte 2012”, impulsada por la Secretaría de Asuntos Académicos.
Sobre su aporte, Yammal compartió: “Es grato dejar una huella donde estudié y donde sigo participando como trabajadora del arte”. La pieza representa las diferentes etapas de la universidad, desde la jesuita, pasando por la franciscana, hasta su nacionalización. En ella están plasmadas las luchas por mayores libertades, por una universidad para todos, y sintetiza la idea central de su autora: el espíritu de este siglo está relacionado con la extensión, con el conectarse a la comunidad, y con un país más inclusivo, donde se construya a partir de la participación.
En sus palabras de apertura, el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Diego Tatián, apeló a un recuerdo biográfico personal, al que valoró como uno de los momentos más emotivos que vivenció en la UNC. Puntualmente se refirió al acto celebrado en el Teatrino, a mediados de la década de 1980, de reparación y reincorporación de los profesores universitarios que habían sido expulsados durante la dictadura.
Tatián reconoció que desde entonces la Casa de Trejo atravesó muchos cambios y que en los últimos años la Ciudad Universitaria registró un crecimiento vertiginoso en materia edilicia. Pero más importante aun, entendió que el “Derecho a la Universidad” no sólo incluye ampliar la matrícula en el grado y el posgrado, sino también generar los espacios para toda la actividad académica que eso conlleva.
En esa línea, reconoció que ante la expansión edilicia, la UNC ha quedado relegada en la incorporación de profesores y no docentes, un desafío que a su criterio deberá estar en el centro del programa de la próxima gestión rectoral.
“Podría imaginar generaciones enteras de estudiantes que pasarán por esta Casa, donde se producirá conocimiento, se lo transmitirá y donde se interpretará el mundo. Y eso no deja de ser emocionante”, cerró.
A su tiempo, la rectora Carolina Scotto remarcó la importancia de sumar nuevos ámbitos de trabajo, especialmente ante la apertura reciente de carreras de grado como las licenciaturas en Geografía y Antropología. Pero también valoró la incorporación de nuevos espacios públicos de integración, como la peatonal que atraviesa y conecta distintos puntos de Ciudad Universitaria.
En rigor, se trató de la inauguración de la una de las últimas obras de un programa de obra pública aprobado en agosto de 2010 y ejecutado en los años siguientes, que significó una inversión de aproximadamente 55 millones de pesos, principalmente en obras de infraestructura, seguridad, mantenimiento y que alcanzó a todas las unidades académicas.
A modo de síntesis, la titular de la Casa de Trejo remarcó que en los últimos seis años la totalidad de las obras ejecutadas representan un total de 241 millones de pesos. “No se trata de obras ornamentales ni secundarias, ni encargadas a un estudio particular, ni ejecutadas de manera poco transparente. Si de algo me siento orgullosa es de haber formado parte del proceso colectivo en el que tuvieron participación la Subsecretaría de Planeamiento Físico, la Secretaría de Planificación y Gestión Institucional, la Dirección de Asuntos Jurídicos, el Consejo Superior, los Decanos y titulares de todas las facultades, y especialmente del trabajo conjunto que ha permitido definir cuáles son las necesidades que los usuarios tienen”, subrayó.
Scotto coincidió con Tatián en la necesidad de mayores dedicaciones docentes, así como la incorporación de personal administrativo que permitan garantizar el uso adecuado de los nuevos edificios y que acompañe el crecimiento de la Universidad.
En esa línea, comentó que recientemente la UNC logró un aporte excepcional del Ministerio de Educación para que parte del personal no docente contratado pase a condición regular. Según esbozó, esto incluye 60 cargos para 2013, 40 cargos el año próximo y una misma cantidad para el año siguiente. “Si esto es acompañado por un esfuerzo presupuestario de la Universidad, quizás nuestros 600 contratados puedan reducirse sustancialmente en muy poco tiempo”, completó.
Más adelante, Scotto cerró: “Probablemente no existirá la Universidad que satisfaga todas las necesidades con los recursos de que dispone, pero recuerdo pocas épocas de en que la Universidad Pública haya recibido tanto apoyo por parte del Estado y que ese aporte haya sido usado de manera tan democrática, transparente y con destino específico a las necesidades de esta Universidad Pública que tiene cada vez más alumnos y que quiere tener aún más. No recuerdo mejor época que ésta, donde los profesores y los empleados viven con sus salarios. La Universidad crece, crea nuevas carreras, amplía su superficie edificada y tiene más y mejor democracia, ésa que nos permitirá el próximo 23 de marzo elegir a las nuevas autoridades y dar continuidad a estas políticas”.
Fuente: Página web de la UNC