El sociólogo argentino Atilio Boron es uno de los panelistas invitados para disertar en el 4º Seminario Latinoamericano de Formación Política. En esta entrevista, adelanta sus criterios sobre el proceso de integración que vive América Latina y el Caribe, el rol que debería jugar Argentina en este contexto y expresa su posición sobre los intentos de desestabilización que enfrenta el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. [10/03/2014]
Reconocido como uno de los intelectuales de izquierda de mayor compromiso con los intereses antiimperialistas de la región, Atilio Boron considera que organismos como La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), o el propio MERCOSUR, siguen siendo ámbitos propicios para la integración de América Latina y el Caribe. “Ambos han demostrado su efectividad”, asegura el sociólogo. “La UNASUR frenó el proceso de golpe de estado y posterior partición de Bolivia en el 2008 y fue un factor muy importante para abortar el golpe de estado en contra de Correa en el 2010. En el caso del golpe en contra del ex presidente Fernando Lugo, la UNASUR actuó con celeridad y eficacia, enviando a todos sus ministros de Relaciones Exteriores a Asunción para apoyar al gobierno legítimo, pero lamentablemente la falta de voluntad de lucha de Lugo para impedir que le arrebataran el gobierno hizo imposible frustrar los planes del golpismo. El MERCOSUR, por su parte, ha sido también un factor de dinamización económica y estabilidad política. Lo primero por la vía del gran aumento del comercio intra-bloque, aunque es imprescindible reformar al MERCOSUR para despojarlo de su concepción fuertemente economicista y empresarial propio de la época de su creación, dominada por las ideas del neoliberalismo. Pero con la incorporación de Venezuela esto comienza a atenuarse. De todos modos, es un formidable bloque económico no tanto por su tamaño, que no es para nada irrelevante, sino por el carácter estratégico de los bienes comunes de la región: petróleo, gas, energía hidroeléctrica, agua, biodiversidad, alimentación. Si perfecciona el proyecto y mejora los mecanismos de integración puede llegar a ser un bloque económico de gran importancia más allá de la región”.
— ¿Cómo evalúa usted el contenido de la última declaración de la CELAC, firmado en enero de este año en Cuba, por 33 mandatarios de la región?
— Muy positivamente. Me parecen de especial importancia la declaración de América Latina y el Caribe (ALC) como zona de paz y el subsecuente rechazo a toda forma de injerencia extranjera en los asuntos internos de nuestros países. ALC está amenazada por un círculo de fuego de, al día de hoy, 77 bases militares norteamericanas, que no son precisamente avanzadas de buena voluntad o animadas por un espíritu altruista o de cooperación internacional. Si están aquí es porque quieren apropiarse de nuestros recursos naturales, en caso de que algunos gobiernos decidan preservarlos para el bienestar de sus pueblos. Por eso la declaración de la CELAC es importante. También por lo que hace a la necesidad de redoblar la lucha contra la pobreza, ¡no contra los pobres, criminalizando sus protestas!, redistribuir la riqueza, preservar al medio ambiente e incorporar a Puerto Rico al concierto de las naciones del área poniendo fin al colonialismo norteamericano en ese país.
— ¿Qué intereses políticos y económicos se ponen en juego cuando se habla de garantizar la continuidad de la revolución Bolivariana, bajo la conducción de Nicolás Maduro?
— Son muchos, porque Venezuela tiene en sus entrañas las mayores reservas mundiales de petróleo, más que Arabia Saudita, y por lo tanto ese sólo factor la convierte en presa privilegiada del imperio. Chávez ha recuperado el petróleo para los venezolanos y, a través de diversos programas, para Latinoamérica y de modo muy especial para Centroamérica y el Caribe. Pero además Venezuela, por Chávez, ha sido y todavía es la punta de lanza de la contraofensiva antiimperialista en la región, algo que el imperio no perdona. Chávez aportó una noción distinta de unidad latinoamericana y caribeña, un pensamiento estratégico y geopolítico que nos estaba faltando. De ahí que para Washington tumbar a Maduro y producir el infame cambio de régimen, por cualquier medio, es un objetivo prioritario de su política exterior.
— Dado que usted ha estado en Venezuela, ¿cuáles son las protestas genuinas que manifiestan distintos sectores de su población en relación al gobierno de Maduro?
— Hay reclamos básicamente por la inseguridad, la inflación y el desabastecimiento. Tres problemas concretos y reales, pero no todos ellos atribuibles a fallas del gobierno, que por supuesto las tuvo. La inseguridad está muy relacionada con la política del ex presidente Álvaro Uribe de desestabilizar a la revolución bolivariana, para lo cual facilitó la entrada de paramilitares y narcotraficantes a través de la muy porosa y muy difícil de vigilar frontera colombo-venezolana. Esa gente está haciendo desastres, unido a la mayor permisividad propia de todo régimen progresista en relación al tratamiento de la delincuencia, atento a sus orígenes sociales. Por lo tanto, el chavismo combatió ese flagelo creando escuelas, hospitales y viviendas, pero ha sido insuficiente, y el problema adquirió una dinámica propia que exige medidas más radicales. Sobre la problemática económica no hay que olvidar que hay un plan de desestabilización económica que EEUU promueve, financia y organiza: sabotajes (a la gran refinería de petróleo), desabastecimientos programados para crear malestar en la población (según aconsejan los manuales de Eugene Sharp), ataque especulativo contra el Bolívar, etcétera. Problemas reales, de orígenes diversos, pero que inciden negativamente sobre la población. Y sobre esa protesta se monta una minoría fascista para tratar, por la vía de la "acción directa", acabar con la revolución bolivariana.
— ¿Qué rol político y económico debe profundizar Argentina en el proceso de integración dentro de América Latina y el Caribe?
— Debe jugar un papel más activo. Por ejemplo, en la revitalización de la UNASUR, ahora que ya no está Chávez. Debería apoyar la candidatura de Jorge Taiana para la Secretaría General, cuya designación está demorada en varios meses y crea el peligro de que el sucesor de Alí Rodríguez sea un hombre, o una mujer, que venga a organizar las exequias de la UNASUR. Espero fervientemente que nuestro gobierno caiga en la cuenta del peligro que estamos corriendo, porque sin la UNASUR me temo que toda la región quede a merced de los desestabilizadores y los golpistas promovidos por el imperio.
Jornada Abierta: Latinoamérica en el centro del debate
El viernes 14 de marzo, en el marco del 4º Seminario Latinoamericano de Formación Política, Atilio Boron participará de una jornada abierta donde se debatirán temas que atraviesa la realidad política y social de América Latina. La propuesta comenzará a partir de las 13 horas y se desarrollará en el Pabellón República Bolivariana de Venezuela de la FFyH. Además de Boron, se espera la participación de Ricardo Aronskind (UNGS), Eduardo Rinesi (Rector UNGS) y Lourdes Regueiro (Cuba), entre otros invitados. La actividad está destinada al público en general y es con entrada libre y gratuita.
Atilio Boron: Es autor de varios libros de ciencia social y filosofía con orientación marxista y con una apuesta política clara de compromiso con el socialismo para América Latina. Actualmente se desempeña como director de Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini" (PLED) en Buenos Aires, Argentina. Es Doctor en Ciencias Políticas de Harvard; profesor Titular de Teoría Política y Social I y II en la carrera de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA; Investigador del CONICET y miembro de Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO . En 2004 le fue conferido el Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada de la Casa de las Américas, en La Habana, Cuba, por su libro Imperio & Imperialismo. En 2009 fue galardonado por la Unesco con el Premio Internacional José Martí por su contribución a la unidad e integración de los países de América Latina y el Caribe. Blog: www.atilioboron.com.ar |
Por Irina Morán