En una declaración emitida por el Consejo Directivo de la FFyH en su sesión del 19 de marzo, expresa “su más profundo dolor y repudio por el asesinato político de Marielle Franco, concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Río de Janeiro”.
El crimen de Marielle Franco se produjo el día 14 de marzo tras recibir unos impactos de bala en el auto en el que se trasladaba en el centro de la ciudad carioca junto a un conductor, que también falleció, y su asesora Fernanda Chaves, quien sobrevivió al ataque.
“Esta militante y activista de derechos humanos denunciaba constantemente las acciones violentas de la policía y se había declarado en contra de la militarización de la ciudad, ordenada por el presidente Temer”, señala la declaración y afirma que este asesinato también constituye:
- Un claro acto de violencia política que atenta contra cualquier modo de vida democrático
- Un feminicidio;
- La expresión más atroz de la lesbofobia;
- Un golpe mortal y explicita amenaza hacia Ixs defensorxs de los DDHH;
- Un evidente mensaje de disciplinamiento social hacia las clases populares y excluidas para que conserven el lugar asignado en este régimen del capitalismo neoliberal;
- Una demostración de fuerza por parte del patriarcado hacia el movimiento de mujeres luego de las masivas movilizaciones del 8M a nivel regional e internacional;
- Un ensayo más de un plan represivo de las manifestaciones populares a nivel continental;
- Una señal del poder hacia sectores sociales que se sostienen gracias alodio y en el esfuerzo de distinguirse del pueblo;
- La demostración de que los actuales gobiernos de la región en manos de representantes de los intereses del poder corporativo no escatiman esfuerzos y utilizan la fuerza para sostener un modelo socio-económico excluyente de las mayorías;
“Por todo ello, el asesinato de Marielle Franco no puede pasar impune, sin el repudio de todos aquellos sectores que apostamos a la construcción de una vida democrática, no sin conflictos, pero convencidos que sólo en la confrontación de las ideas y en un marco de garantía absoluta del estado de derecho lograremos avanzar hacia sociedades más justas e igualitarias”, concluye.