Durante la tarde del 8 de junio, en el Pabellón Verde de Ciudad Universitaria, el Centro de Estudiantes de la FFyH inauguró el mural en homenaje por los 20 años de lucha de la agrupación Hijos e Hijas por la Identidad, la Justicia y contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S). (10/06/2015)
A fines de abril, el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades aprobó la iniciativa de realizar un homenaje a la agrupación HIJOS y la concreción del mural, alusivo a sus 20 años, fue realizado por el artista plástico Cape, gracias al trabajo conjunto del Centro de Estudiantes de la FFyH y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Con la presencia de integrantes de la agrupación HIJOS, el decano de la FFyH, Diego Tatián, Agustín Minatti, de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, Natalia Bermúdez del Programa de Derechos Humanos de la FFyH y el Secretario General del Centro de Estudiantes de la FFyH, Lautaro Cantarero Salguero, entre muchos otros, la ceremonia se realizó al aire libre y rodeando el mural dedicado a HIJOS.
El primero en tomar la palabra fue Agustín Minatti quien además de agradecer la participación y presencia de todos, señaló que dentro del trabajo que viene asumiendo la FFyH en materia de DDHH, el homenaje representa un claro reconociendo hacia el valor y la impronta que ha marcado HIJOS “como un actor principal en la consolidación de la democracia argentina”.
Por su legado y su lucha
En representación del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Humanidades habló su Secretario General, Lautaro Cantarero Salguero, quien destacó el orgulloso participar de un merecido reconocimiento hacia los 20 años de HIJOS. En un pronunciamiento colectivo, el Centro de Estudiantes de la FFyH remarcó que HIJOS representa un “aporte fundamental para la sociedad argentina, luchando contra el olvido de los crímenes cometidos en la última dictadura cívico-militar. Contra el silencio de la impunidad impuesta durante largos años. Ellos fueron una pieza fundamental de la memoria colectiva de nuestro pueblo. No callaron. Lucharon”. Expresan además que gracias a la lucha de HIJOS, junto a todos los organismos de DDHH, “hoy estamos venciendo, haciendo justicia y evitando que puedan hacernos olvidar y callar. Nacidos durante la larga noche neoliberal, bajo el imperio de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, HIJOS tuvo el enorme valor de no callar y evidenciar la enorme injusticia cometida contra miles de argentinos que sufrieron todo tipo de violación de sus derechos hasta el mismo derecho a la vida. Contra la corriente supieron poner en evidencia a los genocidas con sus escraches. Pudieron hacerles sentir que el pueblo no quería olvidarse de sus atroces acciones. Gracias a su legado hoy seguimos luchando contra los resabios de las políticas de seguridad represivas y nos encontramos ante nuevas formas de violencia institucional que nos imponen el desafío de pensar una política de seguridad democrática y llevarla adelante. Por su lucha, por su perseverancia. Les decimos gracias, la lucha sigue entre todos”.
Justicia y Memoria
Natalia Bermúdez, actual directora del Programa de Derechos Humanos de la FFyH, leyó un texto donde subrayó el protagonismo activo de una organización que, sobreponiéndose al dolor, supo reclamar sin concesiones el pedido de justicia y producir una manera diferente de transmitir y hacer memoria. “En este espacio, en esta Facultad y en nuestra Universidad, creo necesario insistir también en cómo han contribuido a combatir la visión de la juventud como una versión incompleta del devenir adulto, como aquello que aún les falta, para pensarla como protagonista, productora y hacedora de los legados que se pretenden transmitir. Esto puede resultar crucial porque anula la posibilidad de que, en tanto pasivas, a esas generaciones se les quiera ‘corregir’ o manipular sus identidades”.
Diego Tatián se refirió al paso del tiempo y a la importancia de establecer un diálogo entre las distintas generaciones. Valoró la capacidad dialéctica que tuvo una organización de jóvenes como HIJOS, que a pase al dolor y la perdidas personales, tuvieron el coraje de salir a interpelar el presente y no dudar en reclamar justicia sobre las acciones del pasado. “HIJOS tuvo la capacidad de crear un sujeto político imprescindible en la vida democrática argentina”, remarcó. Además, señaló que gracias al giro político que hace más de una década ha dado el país, pero fundamentalmente gracias a esa perseverancia y tenacidad en los reclamos de Memoria, Verdad y Justicia, sostenidos en el tiempo por los distintos organismos de DDHH, es que existan más de 1.600 militares de alto rango procesados por crímenes de Lesa Humanidad, cometidos durante la última dictadura. Entre ellos, más de 500 ya han sido condenados, incluso muchos de estos, como el caso Menéndez, cumplen reiteradas condenas a cadena perpetua.
Como miembro de HIJOS, Emilio Pihen, recordó la época hostil en que surgió la organización y dijo que actualmente, con todos los juicios y las sentencias firmes dictadas a cientos de represores, la figura de un genocida como Menéndez ya no representa un problema.
Pihen explico que la lucha de HIJOS en la actualidad está dirigida, fundamentalmente, a eliminar toda posibilidad para que nunca más se repitan situaciones ni represores como los que se generaron durante la última dictadura. Reivindicó todo el recorrido se trazó HIJOS a lo largo de estas dos décadas e instó a participar, a comprometerse y a seguir acompañando la labor de los distintos organismos de DDHH.
El acto terminó entre aplausos, abrazos y emociones sentidas. Tampoco faltó el grito vivo con el puño en alto de: TREINTA MIL COMPAÑEROS DESPARECIDOS: PRESENTES. AHORA Y SIEMPRE, PRESENTES.
Facundo Rivera Alegre
En el marco de las actividades que viene desarrollando el Centro de Estudiantes de la FFyH en materia de charlas y debates entorno a generar políticas de seguridad democrática, el viernes 5 de junio realizaron un mural colectivo, en homenaje a la memoria de Facundo Rivera Alegre.