“Un país que no lee cercena su futuro”

El profesor y escritor chaqueño, Mempo Giardinelli, desplegó toda su acidez y profundidad en la conferencia que ofreció ante más de trescientas personas el viernes 23 de septiembre, en el auditorio de las Baterías D de Ciudad Universitaria. Invitado por la Escuela de Bibliotecología de la FFyH, convocó a redoblar todos los esfuerzos institucionales en la promoción de la lectura, “el único camino para acceder al conocimiento”. Ver videos

“El paradigma de ascenso social de nuestros padres y abuelos era la lectura. Los sindicatos, los partidos políticos nacieron en bibliotecas. Los inmigrantes, lo primero que hacían cuando bajaban del barco, era ir a las bibliotecas. Este paradigma lo rompió la dictadura, y todavía no lo hemos podido recuperar aunque estamos en un período de transición, porque leemos mucho más que hace 15 o 20 años”. Sin pelos en la lengua, con una honestidad brutal, Mempo Giardinelli sacudió las cabezas de las más de trescientas personas que el viernes pasado participaron de la conferencia abierta que ofreció en el marco de una serie de actividades organizadas por la Escuela de Bibliotecología de la FFyH.

Pedagogía de la lectura en la Argentina del Tercer Milenio” fue la excusa que Mempo utilizó en su charla para abordar a uno de los temas que lo obsesiona, y que según él debería ser el principal objetivo nacional: que los argentinos volvamos a ser una sociedad lectora, como lo fuimos hasta mediados de la década del ’70, cuando la dictadura genocida de Videla y compañía tomó el poder para aniquilar también nuestra cultura literaria nacional y reemplazarla por “ese facilismo, ese individualismo y esa especulación que todavía hoy perviven”, según Mempo.

Luego de que la decana de Filosofía y Humanidades, Gloria Edelstein, y la rectora de la UNC, Carolina Scotto, hicieran sendas introducciones sobre el valor intelectual y profesional de Mempo, el autor, radicado en su Chaco natal desde el 2001, llamó a los docentes y bibliotecarios a repensar el sistema educativo actual: “Es urgente volver a enseñar la literatura. Conozco facultades de Letras en las que no se enseña literatura. Y en la literatura está nuestro relato histórico. Nuestros grandes debates nacionales. Entonces, si no enseñamos literatura, no vamos a formar lectores competentes. Lo mismo les digo a los bibliotecarios y a los docentes de secundarios, que no leen, que no son lectores: la lectura es el único camino al conocimiento. No hay ni debe haber atajos para no leer”.

Entre las muchas explicaciones a este fenómeno de la no lectura, Giardinelli apuntó a los efectos del golpismo y la cultura autoritaria argentina, que según él todavía siguen presentes en nuestra sociedad: “Esto que nos pasa hoy es la herencia de la militarización de la lectura. Los militares nos metieron el miedo a los libros. Yo digo que la literatura es la desaparecida 30 mil Uno. Todos hemos sido víctimas de la degradación del saber que nos legó la dictadura, pero no podemos resignarnos a formar docentes del power point y el puntaje. Más que técnicos y expertos en informática, necesitamos leer. El desafío es cómo estimulamos la lectura, de grandes y chicos, porque la culpa no es de éstos, sino de los adultos, que no los incentivan porque ellos tampoco leen. No hay nada  más fácil que convertir a un niño en un lector”.

Ante un público esencialmente juvenil, pero del cual también participaron autoridades universitarias y decenas de docentes de nivel superior y medio, Mempo criticó que la literatura argentina esté ausente en las currículas escolares: “Estamos formando docentes con bibliografía extranjera. En nuestras currículas no están Sarmiento, Lugones, Jaim Etcheverry. Tampoco Jauretche, Puiggrós, Filmus, Horacio González, Nicolás Casullo o Marcos Aguinis. ¡Cómo no van a leer los cordobeses, los profesores de literatura, a Juan Filloy, o los norteños a Héctor Tizón!”.

Aunque durante la hora y media que duró su alocución Giardinelli interpeló con acidez al actual sistema educativo, y a la sociedad en general, resaltó que “somos un país que lee bastante más que en los años ’90, pero todavía nos falta muchísimo para volver a ser una sociedad lectora”. En este sentido, dijo que “estamos en un período de transición, producto de políticas públicas nacionales, y ahora vamos a ver los resultados en la Segunda Encuesta Nacional de Lectura que se está por hacer. Además de esta fuerte inversión estatal, hay cientos de organizaciones de la sociedad civil que están trabajando para volver a ser una sociedad lectora”.

Tanto desde su fundación “Leer abre los ojos”, como en proyectos conjuntos con el Ministerio de Educación de la Nación, Mempo recorre el país incentivando la promoción de la lectura y militando a favor de la enseñanza de la literatura en todos los niveles. “No hay atajos para acceder al conocimiento, para desarrollar el pensamiento o  resaltar el valor de lo estético. La única manera es leyendo. Se equivocan quienes apuestan solamente a las nuevas tecnologías, porque ellas por sí solas no serán suficientes para ninguna nación. Sin la literatura universal no hay futuro”, aseguró Giardinelli, que culminó su intervención con una expresión de deseo: “Leer es un derecho humano fundamental y alguna vez será un derecho constitucional. Hoy se lee mucho más que en la época en que el neoliberalismo frivolizó nuestra sociedad y los intelectuales estábamos totalmente divorciados del poder. Hoy estamos cambiando la conciencia de la sociedad, aunque ésta es una tarea lenta. Sin embargo, este es el camino y vamos bien. El aprendizaje debe ser lento, pausado, porque solo así será profundo”.

Vea algunos fragmentos de la conferencia

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