En el marco del centenario de la Reforma Universitaria, la Facultad de Filosofía y Humanidades, a través del decano Juan Pablo Abratte, presentó en el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba una propuesta de Ordenanza para que un tramo de esta vía lleve el nombre del intelectual y político cordobés, quien en la década del ‘40 planteaba la necesidad de construir una avenida que bordee el río, desde San Vicente hasta La Calera.
El 26 de octubre, se presentó una nota en el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba con una “propuesta de Ordenanza Municipal de cambio de denominación a un tramo de la Av. Costanera –a designar por las autoridades- por el nombre ‘Saúl Taborda”.
Esta cuestión fue planteada por el decano de la FFyH, Juan Pablo Abratte, en una ponencia presentada en la última sesión del Foro del Centenario de la Reforma Universitaria, convocado por la Municipalidad de Córdoba, que se realizó en mayo de este año y que contó con la participación del intendente, Ramón Javier Mestre.
La fundamentación del pedido, se sostiene en que en 2018 se conmemoran los 100 años de la Reforma Universitaria y que Saúl Taborda, un reconocido intelectual y político cordobés, fue uno de los grandes representantes de este acontecimiento de relevancia internacional, que erigió a la ciudad de Córdoba como un faro continental de la acción y el pensamiento emancipadores.
Taborda –entre otros escritos célebres- dedicó buena parte de sus trabajos a pensar con perspectiva etnopolítica la urbanidad y, en ese sentido, planteó en un texto de la década del 40 una propuesta desarrollada posteriormente por la intendencia de Ramón Bautista Mestre.
En el artículo “Córdoba o la Concepción etnopolítica de la ciudad”, publicado por Tiempo Vivo en 1947 y recuperada por la revista Estudios del Centro de Investigaciones de la UNC en 1997, Taborda señalaba la necesidad de construir “una avenida Costanera sobre la orilla Sur del Río Primero desde San Vicente hasta La Calera, en conexión con el nuevo camino de Calera a san Roque”.
“Considero indispensable restablecer el culto del agua, del agua bautismal que está en la partida de nacimiento de Córdoba”, dice, y adelantado a su tiempo allí también proponía que “en el espacio comprendido entre el Cementerio San Jerónimo y el molino Córdoba, se deberán ubicar edificios públicos tales como la Casa de Gobierno, los Ministerios, el Palacio Legislativo, los Museos y las Academias. La presencia de estos edificios en aquel lugar sellaría la unión de la ciudad y del río acentuando el paisaje con un profundo sentido urbano”.
“Para unir ambas orillas, los puentes, todos los puentes que se puedan construir. Pero bien entendido que han de ser los puentes que se armonicen con el paisaje”, apunta Taborda en otro de sus párrafos, que sostienen el pedido de la Facultad de Filosofía y Humanidades. La nota apunta que la propuesta del reformista “se basaba en las necesidades de un entendimiento del progreso urbanístico sin abandonar la funcionalidad y necesidades logísticas, tanto como las de las poblaciones y su vinculación colectiva con la naturaleza y el recurso fundamental del agua”.