El miércoles 15 de diciembre en el Cepia se realizó el acto de fin de año y se reconoció a los trabajadores docentes y no docentes que se jubilaron en 2010.
Gloria Edelstein, Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, inició su discurso haciendo referencia a que este cierre se lleva a cabo con una diferencia de sólo cinco días respecto a la fecha en que se cumplieron dos años de esta gestión en la Facultad.
Precisamente, el 10 de diciembre es una fecha emblemática: el Día Internacional de los Derechos Humanos. “Una fecha de la cual no podemos ser indiferentes”, señaló. “En primer lugar, por todo lo vivido en nuestra propia Facultad, historia de intervención dictatorial, de pérdidas, ausencias, cesantías y del más crudo oscurantismo ideológico. Historia también de luchas compartidas colectivamente por la recuperación de la democracia, la libertad de pensamiento. Fecha emblemática también por la plural y masiva convocatoria que concita hoy la lucha por los derechos humanos en nuestro país, en la que confluyen sin distingos los más diversos sectores y generaciones”.
La Decana también destacó que esta gestión inició su proceso marcada por conflictos y asambleas, originadas en los problemas edilicios para la Escuela de Artes, que llevó a tomar la decisión de destinar el edificio que sería de aulas comunes para la Facultad a esa Escuela. Este edificio será inaugurado a principios del próximo período lectivo. “Desde este punto de partida, la comunidad toda de la Facultad apoyó firmemente el ansiado proyecto de facultarización, respecto del cual se han concretado importantes avances y que culminó este año con la conformación de una comisión que, entre otras cuestiones, evaluará este proyecto, lo que fue aprobado en forma unánime por resolución del Consejo Superior en la sesión final de este año, el 14 de diciembre”, continuó Edelstein. También anunció para el próximo año el comienzo de las tramitaciones vinculadas a la obra aprobada por resolución rectoral para un edificio de aulas comunes para la FFyH.
Además, en el discurso, la Decana destacó el aporte de todos los claustros que configuran la trama viva de la Facultad en importantes programas y acciones. Agradeció especialmente a quienes participan en las tareas de gestión, desde secretarios y subsecretarios, coordinadores, directores y jefes de Escuelas, Departamentos y Centros (Ciffyh, CEPIA, CDA) y unidades específicas como el Museo de Antropología y las bibliotecas, por la inmensa tarea realizada para concretar los mejores proyectos, en particular aquellos que suscitan los mayores consensos.
Asimismo, recalcó en especial el hecho de que este año estuvo signado para el conjunto de los actores de la Facultad “por procesos políticos que configuran una marca significativa en el acontecer de esta unidad académica, procesos que sin duda inscriben en un contexto político más amplio con repercusiones particulares en nuestra Facultad por su historia y su marca identitaria”.
En este marco, se refirió al intenso calendario electoral y luego a la toma de pabellones por grupos de estudiantes, señalando la perspectiva compartida por el Equipo de Gestión, marcada por convicciones irrenunciables en cuanto al papel de la universidad pública, su carácter de institución democrática y regida por el co-gobierno, que determinaron las posiciones asumidas. Así, destacó el enorme trabajo académico y político que significó el sostenimiento de estos principios, destacando en el balance realizado el valor del accionar colectivo en la resolución del difícil y conflictivo proceso vivido.
Después, se exhibió una presentación de las principales acciones realizadas desde cada Secretaría, intercaladas con noticias destacadas que dan cuenta de lo hecho durante el año, una muestra clara de la complejidad y diversidad de la Facultad.
Posteriormente, se concretó un homenaje a Nilda Garimaldi y Alicia Carranza, docentes de esta Casa recientemente nombradas profesoras Consulta y Emérita, respectivamente, por la UNC y se entregó las medallas a los no-docentes Julia Moyano, Julio Gigena y Oscar Moreschi, y a los docentes jubilados este año Noemí Chena, Gladys Rosales, Carlos Ferpozzi, Ricardo Moreno Villafuerte, Oscar Moreschi, Julio Tahan, Matilde Tagle, Graciela Herrera de Bett, Noemí Merecían, Eduardo Sánchez Martínez, Marta Bonofiglio, Josefina Piana, Marta Sánchez y Lilia Ceballos de Roqué.
Nora Fernández fue la encargada de hablar en representación de los no-docentes. “Llegaron a la Facultad en diferentes tiempos y se desempeñaron en diferentes áreas, pero los unió y nos unió, más allá de las diferencias personales, la responsabilidad, el compromiso con la tarea cotidiana, el sentimiento de pertenencia a esta casa y los lazos de amistad y de compañerismo que se fueron generando y consolidando a través de los años”, expuso Fernández en el discurso.
Luego fue el turno de la profesora Cristina Roca, por los docentes, quien señaló: “Tal vez sea el espacio que más echarán de menos los colegas, porque aunque se jubilen, podrán, si quieren, continuar con las investigaciones pendientes o crear otros proyectos para esa mente acostumbrada a estar activa y alerta, detectando las necesidades o posibilidades de la comunidad en la que se encuentra, y también es posible que sean consultados por sus antiguos estudiantes. Porque la pregunta pertinente sería: ¿puede jubilarse una cabeza productiva y abierta? Me parece que no. Que lo que se dejan son horarios, obligaciones, planillas, informes, reuniones y otras cuestiones de la cotidianidad del trabajo, pero el pensamiento no se jubila, se abre al ocio creador en el mejor de los sentidos”.
Por último, se recordó emotivamente a través de un cerrado aplauso que acompañó sus nombres, a compañeros no-docentes y docentes que fallecieron este año (los profesores Jaime Silbert y Carlos Crespo y los no-docentes, Luis Bujón, Pedro Cena y Juan Palacios).
Un brindis compartido por numerosos asistentes coronó esta actividad de cierre del 2010.
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