El Museo de Antropología fue el lugar elegido para realizar el cierre del ciclo académico 2016 de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. En el marco de sus celebraciones por los 70 años de historia, y con la presencia de más de 200 invitados, la ceremonia principal se desarrolló en el Auditorio Alberto Rex González, y culminó a toda música, con un recital de Vivi Pozzebón. [19/12/2016]
Al filo de las 19 horas, y en un clima de gran camaradería, dentro del Museo estaba todo listo para vivir una conmovedora jornada. Como parte de la ornamentación, colgada en una de las esquinas de la paredes laterales, se podía observar una gran fotografía en blanco y negro, con el rostro segmentado de Milagro Sala – Premio Aricó 2016 –, mirando de frente. Un detalle atinado que no pasó inadvertido entre los presentes. Sobre todo, para la comunidad de la FFyH que en su gran mayoría, y a lo largo de todo este 2016, ha exigido la libertad de esta luchadora social que hace casi un año se encuentra encarcelada en la provincia de Jujuy.
Otro de los detalles que tampoco pasó inadvertido fue una larga línea de tiempo impresa en papel, ubicada en un costado del hall principal del Museo. Un recorrido que no sólo invitaba a ser intervenido con marcas personales de cada invitado, sino que a su vez, mostraba los acontecimientos más importantes ocurridos a lo largo de siete décadas de la institución. Pero no sólo eso, en un costado del Auditorio Alberto Rex González del primer piso, también se podía recorrer una nutrida muestra de las distintas producciones de los Programas de la FFyH que este año han editado libros, material didáctico, postales, folletos y hasta las remeras del Centro de Estudiantes con el logo distintivo de los 70 años.
En ese clima, y en el día después de haber vivido la cuestionada Asamblea Universitaria del 15 de diciembre realizada en el Complejo Ferial Córdoba, la comunidad de Filosofía y Humanidades se reunía para despedir el año.
Con un tono cálido y ameno, Silvia Fois fue la maestra de ceremonia y eligió abrir el acto mediante la lectura de un poema de su compañero Alberto Ortiz. Pero también hizo una clara alusión a la Asamblea del 15 de diciembre. Sobre todo – dijo – “cuando se trata de imponer, de manera forzada y a espaladas de los reclamos de nuestra comunidad universitaria, una reforma política, donde se lacera principalmente los derechos, la participación y la representación democrática de distintos sectores y facultades, sensibles a desarrollar los espacios de la investigación, la ciencia, el arte y las humanidades”.
En este mismo sentido, Fois valoró el trabajo sostenido de la FFyH “por la decisión de trabajar junto a los estudiantes y otras facultades de la UNC, en acciones públicas y concretas para construir diálogos y consensos; y no pasar por alto una instancia de reforma política, viciada de todo tipo de legitimidad, realizada bajo un contexto represivo y totalmente repudiable”.
Además, -añadió- “estas actitudes, estas acciones, este compromiso real con el sentir democrático, forman parte de lo mejor de nuestra tradición como Facultad de Filosofía y Humanidades. Una Facultad que se ha caracterizado, desde la recuperación de nuestra democracia, por ser un espacio abierto, plural donde a través del pensamiento crítico, la acción y la palabra se defienden y reivindican los valores de participación, de justicia, de inclusión social, en una clara y abierta defensa de los derechos humanos”.
Para concluir, Silvia Fois leyó un pasaje del Manifiesto Liminar, escrito por los estudiantes que llevaron a cabo la Reforma Universitaria de 1918: “El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiante, no se ejercita mandando sino sugiriendo y amando: enseñando”. Lo que provocó un aplauso cerrado de todos los presentes.
Homenaje a los jubilados
Luego, Luis Sánchez fue el encargado de dirigir unas palabras a los tres nodocentes que le otorgaron la jubilación este año. Entre ellas están Mary Cenizo, exdirectora del Área de Enseñanza; Alicia Centeno, exdirectora de la Biblioteca y Ana María Bonzani, exdirectora del Archivo de la FFyH.
“El claustro no docente siempre sorprende. Particularmente en estos días ha sido partícipe directo de la resistencia para la defensa de la universidad pública, gratuita, democrática, inclusiva. Estas tres compañeras formarán siempre parte de la historia de este claustro. Como dice Galeano, rompemos la vasija que nos dejan para armar con esos pedazos una pieza mejor”, señaló Luis Sánchez. “Humildemente en nombre de mis compañeros de claustro, les decimos… ¡hasta siempre!”.
Después, Beatriz Bixio fue la responsable de despedir a los docentes jubilados. “No quiero despedir porque eso es triste, pero no puedo imaginarme la Facultad sin ustedes”, dijo. “Creo que cada uno de nosotros somos la institución. Comienzan una nueva etapa, de lectura apacible, alejados de Sigevas y exámenes. Es tiempo para madurar algunas verdades”.
Acto seguido, Bixio hizo una historización sobre el término “jubilación” y cómo fue que el Estado se fue haciendo cargo de las jubilaciones, en las que los docentes universitarios fueron de los primeros. Como el resto de los oradores, hizo mención a lo triste de lo vivido en la Asamblea del 15 de diciembre. “Seguiremos en la lucha con las armas que tenemos, que son el conocimiento, las palabras, las ideas”.
Fraternidad
Más tarde tomó el micrófono el decano Diego Tatián, quien venía de una jornada agotadora y muy expuesto por la Asamblea del 15 de diciembre. Con gesto sereno, Tatián apeló a la palabra “fraternidad” para intentar sintetizar lo vivido en una semana muy intensa: “Esta palabra tiene un origen religioso, pero también una acepción política a partir de la Revolución Francesa. Es la hermanita menor de Igualdad y Libertad y tiene una acepción afectiva de los seres humanos. Puede ser la pasión de la democracia, y generalmente nace de experiencias adversas. Y creo que desde el día de ayer somos más fraternos entre docentes, nodocentes, estudiantes. Eso es lo más importante de lo que ha pasado y creo que esa fraternidad transgrede al tiempo”.
También expresó que “a lo largo de los 70 años de la Facultad existieron situaciones adversas, mucho más que esta. Compañeros que dejaron la vida, perdieron la libertad o se tuvieron que ir del país. Los viejos (y lo digo cariñosamente) que hoy se van, se llevan algo que los estudiantes protagonizaron: un acontecimiento político”.
Luego fue el turno de la entrega de medallas, que el decano protagonizó en compañía con la vicedecana Alejandra Castro. Este año, los docentes y nodocentes que se jubilaron son: Nora Susana BARLETTA, Rosa BESTANI, Graciela BIBER, Ana María BONZANI, Mabel BRIZUELA, María Graciela CAÑETE, María del Carmen CENIZO, Alicia CENTENO, Nidia FERNÁNDEZ, Ana Beatriz FLORES, Mónica MALDONADO, Arcadio MARANGONZIN, Mónica Inés MARTÍNEZ, Silvia Raquel PALOMEQUE, Víctor RODRÍGUEZ, Silvia ROITENBURD, Ana SZLEJCHER y María Elisa ZURITA.
Cierre con letras, risas y música local
Para finalizar el acto en el primer piso del Museo, Cecilia Pacella contó la experiencia de la Sofía Cartonera, que editaba el título número 70 en homenaje a la FFyH. Presentó los libros de Marcel Proust y Flaubert, junto a otros títulos de literatura latinoamericana, y abrió paso a una performance artística con Carlos Szulkin, interpretando al mismísimo Flaubert.
Una vez más Szulkin hizo llorar de la risa a los presentes con una divertidísima imitación del escritor francés, quien no se privó de arremeter contra la Asamblea desarrollada el día anterior y valorar el aporte y la historia de la FFyH en las luchas por una educación pública, libre y gratuita.
La fiesta terminó en la planta baja de Museo a pura música con la artista Vivi Pozzebón, quien presentó las canciones de su último disco Vivir en la tierra, e hizo cantar y bailar a todos los que se llegaron para celebrar el cierre del año académico y el 70º aniversario de esta querida Facultad.
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