En su sesión del día 13 de diciembre, el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades declaró su rechazo a las manifestaciones de periodistas de medios de comunicación de la provincia de Córdoba en relación a la campaña “Basta de venenos”, lanzada en el marco del Día Mundial de Lucha contra los Agrotóxicos.
Específicamente, se trata de a las expresiones públicas de los periodistas Federico Giammaría –conductor televisivo y editor adjunto de la sección Política del diario La Voz del Interior- y Fabio Ré, columnista del portal AgroVoz y de la sección Negocios de dicho matutino en relación a “fumigar” y “fumigar en serio” a las figuras que participaron de la campaña “Basta de venenos” lanzada en el marco del Día Mundial de Lucha contra los Agrotóxicos, tales como actores/ actrices, comunicadores/comunicadoras e inclusive Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
“Entendemos que la incitación a ‘fumigar’ por parte de uno de los comunicadores no es ajena a la violencia física y simbólica ejercida de manera sistemática sobre los movimientos campesinos, de comunidades aborígenes y a todas las personas que enfrentan al modelo agrario hegemónico desde la década de 1990: el agronegocio que implica, entre otras cuestiones, el uso extractivo de la tierra, el agua y el trabajo y la contaminación. No sólo de quiénes están directamente expuestos a los agrotóxicos sino para todes les que habitamos nuestro país y comemos los alimentos que bajo este modelo se producen. Violencia que no se limita al ámbito provincial y nacional, sino que se ejerce a nivel latinoamericano”, señala la declaración.
“Si bien defendemos de manera inquebrantable la libertad de expresión creemos que en modo alguno pueden dejarse pasar por alto los dichos de ambos comunicadores”, se aclara en el texto que afirma que estas expresiones “se ubican claramente en contra de los derechos humanos y tienen implicancias políticas de gravedad”. “Nuestra inquebrantable defensa de la libertad de expresión no puede confundirse con la amenaza a aquelles que se comprometen con una lucha más que justa: la de los pueblos, comunidades y colectivos sociales que desde hace largo tiempo denuncian los efectos sanitarios y ambientales adversos que supone la producción de cultivos transgénicos a gran escala”.