El hallazgo lo hizo el Equipo Argentino de Antropología Forense, como parte de un proceso de excavación y prospección que se lleva a cabo en el actual Espacio de Memoria ubicado en Malagueño, en el marco de la causa “enterramientos clandestinos” que investiga el Juzgado Federal Nº 3 de Córdoba. La Facultad de Filosofía y Humanidades acompaña a las familias de personas desaparecidas que se presentaron como querellantes. «Desde la FFyH y el Programa de Derechos Humanos continuaremos colaborando en todo lo que sea necesario, ofreciendo nuestro aporte desde la ciencia y el trabajo de lxs profesionales de nuestra casa», señaló Ludmila Da Silva Catela, coordinadora del Programa.
“Son restos óseos humanos, por ahora encontrados en forma aislada, que es consistente con los movimientos de tierras que se ven en las imágenes, lo que resta ahora es continuar las excavaciones y búsqueda porque es altamente posible que se produzcan mas hallazgos», dijo Silvana Turner, del Equipo de Antropología Forense, sobre el material óseo encontrado en los primeros días de búsqueda en el actual Sitio de Memoria La Perla, iniciado el 16 de septiembre pasado, que fueron anunciados el viernes 26 de septiembre en una conferencia de prensa en el Juzgado Federal Nº 3.
La antropóloga forense aclaró que por ahora «no se trata de una fosa o fosas donde los cuerpos se encuentren de forma articulada, depositados de esa manera, sino de hallazgos en un sedimento alterado, no natural. Es para alegrarse y tener expectativas, pero estas son las conclusiones que hoy podemos compartir en este momento”.
Antes de las precisiones técnicas que darían el equipo de EAAF y colaboradores, fue el Juez Miguel Vaca Narvaja, quien resaltó la importancia del hallazgo: “Una noticia muy alentadora, producto de años de trabajo, ahora en base a antecedentes y un sistema de rayos laser y fotografías encontradas en relevamientos aéreos de los años 70. Esto nos ha permitido encontrar restos humanos en La Perla, en las proximidades de la Loma el Torito”.
Luego fue Miguel Ceballos, secretario de Derechos Humanos, Trata y Género del Juzgado quien amplió lo que se viene realizando y destacó el acompañamiento de quienes compartían el anuncio: Silvana Turner, del Equipo Argentino de Antropología Forense, el geólogo Guillermo Sagripanti, de la Universidad Nacional de Río Cuarto y Anahí Ginarte, del Instituto de Medicina Forense, colaboradorxs del EAAF en esta primera campaña, que tiene una duración de 70 días.
Ceballos también agradeció al Ministerio Público Fiscal, que tuvo representado por el Fiscal Facundo Trotta, a Liliana Montero, Ministra de Desarrollo Humano de la Provincia, por el aporte técnico y económico en las excavaciones, a Ramiro Fresneda, abogado de lxs querellantes, a Patricia Chalub, de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba, y también a la Municipalidad de Córdoba por la colaboración que vienen realizando desde 2024.
“Este hallazgo, alentador, es el resultado de un trabajo colaborativo que lleva 20 años y es un primer paso de lo que tiene que hacer el Estado para dar una respuesta a personas que llevan casi cincuenta años esperando saber qué pasó con sus familiares. La investigación se concentrará en este juzgado y creemos que es un buen comienzo, nos tiene entusiasmado aunque sabemos que es un proceso largo”, dijo Ceballos.
Otro punto importante destacado por el Secretario fue el “aporte de la universidad pública, por su compromiso y lo digo porque las imágenes láser que fueron utilizadas para relevar el terreno fueron procesadas por la Universidad Nacional de La Plata, y esos resultados se sumaron a la tarea investigativa que vienen haciendo Silvana, Anahí y Guillermo, que conocen como su palma de la mano el terreno”.
En representación de la FFyH y como parte del compromiso con esta causa en particular y todas las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, estuvo presente Ludmila Da Silva Catela, coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, quien apoyó de “manera activa este momento histórico frente al hallazgo de restos óseos humanos, de nuestros y nuestras desaparecidxs. Expresamos nuestra solidaridad con los familiares que hace casi 50 años esperan una respuesta para poder encontrar la verdad sobre el destino de sus seres queridos”.
En este sentido, Da Silva Catela señaló que “desde la FFyH y el Programa continuaremos colaborando en todo lo que sea necesario, ofreciendo nuestro aporte desde la ciencia y el trabajo de los profesionales de nuestra casa. El conocimiento de las ciencias sociales y humanas está al servicio de esta tarea que genere aportes a la contextualización histórica de los casos, la identificación de las víctimas y la búsqueda de verdad y justicia. De esta manera, la Facultad y el Programa de DDHH pone a disposición sus recursos académicos y su compromiso ético en esta causa colectiva, transformando la investigación científica en una herramienta concreta de reparación histórica frente a la desaparición”.
Una foto clave
Además de las testimoniales de lxs sobrevivientes de La Perla que indicaban que era muy posible que hubiera restos humanos en la zona donde se encontraron estos primeros hallazgos, una declaración del último jefe del ex campo de concentración, Bruno Laborda, fue determinante al momento de analizar una foto satelital del año 1979 por parte de Sagripanti, experto en el estudio de suelos y georreferenciación. El militar había dicho que en la zona de Loma del Torito se habían producido movimientos de tierras.
En la conferencia de prensa, Sagripanti trabajó sobre unas fotos de 1979, que son parte de un material que aparecieron hace poco, al cual ni el Juzgado Federal a cargo de la investigación ni el EAAF y colaboradores habían tenido acceso antes. “Analizando esas fotos me enfoqué en buscar cambios en el suelo, cambios superficiales, y esa zona presentaba cambios importantes sobre el entorno. Hicimos georreferenciación y con esas imágenes fuimos a trabajar en el campo de La Perla, y lo que detectamos fue un cambio sustancial en la morfología superficial», contó Sagripanti.
Por último, Ginarte destacó que lo que se viene haciendo es «un trabajo interdisciplinario, porque fuimos cruzando este trabajo con los testimonios de sobrevivientes, con lugareños, con lo que había señalado Solanille, y eso se fue modificando con las nuevas imágenes que aparecieron, con los nuevos documentos, como esta fotografía aérea de la que habla Guillermo”.
“A medida que avance el trabajo iremos viendo, pero en principio vamos a seguir excavando en este lugar los meses que nos quedan por delante”, sostuvo Turner, aunque aclaró que “esto recién empieza”.
